domingo, mayo 31, 2015

Oscar Wilde, una conversión.




Oscar Wilde_© Public Domain

En estos días en que la Irlanda católica se descubre “moderna”, en muchos artículos se habla del más famoso de los homosexuales católicos: Oscar Wilde, artista genial con un espíritu finísimo, que afrontó la cárcel a causa de las leyes contra la homosexualidad de la Gran Bretaña victoriana. Y se ha convertido – comprensiblemente – en icono del orgullo gay. Sólo que Wilde no estaba en absoluto orgulloso de ello.

Genio, vida desordenada y arrepentimiento

La vida de Oscar Wilde fue a menudo atormentada por un cínico desprecio por los demás, como lo demuestran sus ácidos aforismos, por la obsesiva búsqueda de un placer transgresor hacia sí mismo con todo tipo de conducta, manteniendo incluso relaciones que el mismo escritor definió al final de su vida como “humillantes”.

En 1898, al salir de la cárcel después de una condena de dos años por delitos contra la moral, escribe “De Profundis”, una novela epistolar dedicada a su amante y causa de su ruina, Alfred Douglas, a que recuerda: ”…solo en el fango nos encontrábamos” y añade: “pero sobre todo me reprocho por la completa depravación ética a la que te permití que me arrastraras”.

Una conversión autentica

Pocas semanas antes de su muerte, entrevistado por un periodista del Daily Chronicle, declaraba entre otras cosas: ”Buena parte de mi perversión moral se debe al hecho de que mi padre no me permitió hacerme católico. El aspecto artístico de la Iglesia y la fragancia de sus enseñanzas me habrían curado de mis degeneraciones”. Concluía de manera resoluta: ”Tengo la intención de ser acogido en ella cuanto antes”.

En un célebre aforisma declaraba, entre la ironía y la rabia, que: ”La Iglesia católica es sólo para los santos y los pecadores; para las personas respetables va muy bien la anglicana”.

Respecto al pecado y al pecador, merece recoger lo que escribe en “De Profundis”: ”El Credo de Cristo no admite dudas, y yo no tengo dudas de que sea el verdadero. Naturalmente, el pecador debe arrepentirse. ¿Por qué? Simplemente porque de lo contrario sería incapaz de comprender lo que ha hecho. El momento de la contrición es el momento de la iniciación. Más aún: es el instrumento con el que cambia el pasado”.

La experiencia de la cárcel

Prosigue recordando lo que afirmaba la filosofía griega: “Ni siquiera los dioses pueden cambiar el pasado”, y a esto Wilde responde: ”Cristo demostró que el más pobre pecador podía hacerlo, más aún, que era lo único que sabía hacer. […] Es difícil, para la mayor parte de la gente, captar esta idea. Me atrevo a decir que es necesario ir a la cárcel para comprenderla. En este caso, quizás vale la pena ir”.

Igualmente, sobre este tema, Wilde confiaba a su amigo Andrè Gide: “La piedad es un sentimiento maravilloso, que antes no conocía […] ¿Sabes qué noble sentimiento es la piedad? Doy gracias a Dios, sí, cada noche doy gracias a Dios de rodillas por habérmela hecho conocer. Entré en prisión con el corazón de piedra; no pensaba más que en mi placer… Ahora mi corazón se ha abierto a la piedad. He comprendido que la piedad es el sentimiento más profundo, más bello que existe. Por eso no guardo rencor contra quien me condenó, ni contra ninguno de mis detractores: es mérito suyo si he aprendido lo que es la piedad”.

Sincero “papista”

Oscar Wilde tuvo también ocasión de encontrar a dos papas visitando Roma. El primero fue Pío IX, quien suscitó en él tal entusiasmo que le dedicó la poesía “Urbis Sacra Aeterna”, dentro de una colección de poemas que llevaba un título muy significativo, ”Rosa Mystica”.

El otro fue su sucesor, León XIII, del que escribe: ”Cuando vi al anciano blanco Pontífice, sucesor de los apóstoles y padre de la cristiandad, llevado por encima de la multitud, pasar cerca de mí y bendecirme donde estaba arrodillado, sentí la fragilidad de mi cuerpo y mi alma deslizarse de mí como un viejo vestido, y fui totalmente consciente de ello”. Wilde fue caustico con las religiones, pero nunca blasfemo...

Muchos le siguieron

Muchos de los amigos de Oscar Wilde que compartían con él el amor por los excesos se convirtieron al catolicismo, empezando precisamente por Alfred Douglas, el amante por el que Wilde acabó en la cárcel, y también su padre, el marqués Queensberry, quien habiéndose declarado siempre ateo y materialista, a punto de morir se convirtió a la Iglesia católica.

Igualmente Robert Ross, su mejor amigo que le asistió hasta el final, pero también su hijo Vivian, John Gray (que inspiró el famoso relato de Dorian Gray), llegó incluso a ser un sacerdote muy apreciado en Escocia. Se convirtió también el pintor Aubrey Beardsley. Hunter Blair tomó el hábito benedictino y el poeta Andrè Raffalovich se hizo terciario dominico. Es bastante improbable que todo esto sea casualidad.

En una entrevista a la agencia Zenit del escritor italiano Paolo Gulisano, experto en literatura británico (autor de varios libros sobre Tolkien, Lewis, Chesterton, Belloc y el propio Wilde) lo explicaba: “El camino existencial de Oscar Wilde puede ser visto también como un largo y difícil itinerario de conversión al catolicismo. Una conversión de la que nadie habla, y que fue una elección meditada (y postergada) durante mucho tiempo”. Hasta casi su muerte.

Sobre la conversión de Oscar Wilde, remitimos a los autores Paolo Gulisano, “Il Ritratto di Oscar Wilde” (Editrice Ancora), y Joseph Pearce, "Escritores conversos" (Ed. Palabra)

jueves, mayo 28, 2015

Eres cristiano?????






La Madre Teresa quiso saber qué pensaba un hindú de los cristianos, y le respondió: "¿los cristianos?, gente que se da ."

Consulta de Irlanda, mala noticia para la humanidad.



Aréchaga...https://blogs.aceprensa.com/elsonar/cuando-enferma-el-alma-del-mundo/

Cuando enferma el alma del mundo

26 mayo, 2015
El arzobispo de Dublín, monseñor DoranLa campaña del reciente referéndum en Irlanda, que ha llevado a la aprobación del matrimonio gay, parecía en gran parte un debate sobre la influencia de la Iglesia católica en el país. Para los promotores del “sí”, el hecho de que la Iglesia se hubiera pronunciado en contra era suficiente razón para descartar su postura. Los argumentos sobre la cuestión en sí importaban menos. Pero se dejaba claro que una sociedad secular no puede admitir que se le “imponga” una doctrina específica de un grupo religioso. Así, la idea del matrimonio como unión de hombre y mujer, compartida a lo largo de toda la historia por creyentes y ateos, ricos y pobres, de cualquier etnia y cultura, se convertía de repente en una “creencia religiosa” cristiana. De modo que las Iglesias no tienen nada que decir sobre la admisión de las  bodas gais en la sociedad, a no ser algún cura disidente cuya postura habrá que presentar como profética.
Si esto pasa en la “católica” Irlanda, qué cabe esperar de Francia, que en su defensa de la “laïcité” ve un nefando signo religioso hasta en la falda larga de algunas alumnas musulmanas. Pero el mismo gobierno socialista que procura mantener a raya cualquier influencia de las religiones en la sociedad, acaba de incitar a los distintos cultos a sumarse a una causa que el poder considera vital: el cambio climático. El próximo noviembre tendrá lugar en París la Conferencia de Naciones Unidas sobre el cambio climático, en la que Francia, como país anfitrión, espera poder alcanzar ese acuerdo mundial que hasta ahora no ha sido posible.
Ante el temor de un posible fracaso, Nicolas Hulot, que ostenta el ampuloso título de enviado especial del presidente de la República para la protección del planeta, pedía ya en 2014 a las autoridades religiosas “provocar una sacudida de conciencia ante la crisis climática actual”. La Iglesia católica, junto con los líderes religiosos judíos y musulmanes, había intentado también provocar una sacudida de conciencia cuando el gobierno aprobó la ley del matrimonio gay. Entonces sus pronunciamientos fueron tachados de intromisiones, y su posible influencia sobre los fieles, como un atropello de las conciencias.  Pero la movilización que no era admisible en el caso del cambio matrimonial, se considera imprescindible cuando se trata del cambio climático.
En este caso, Nicolas Hulot, militante ecologista, no tiene inconveniente en utilizar un lenguaje espiritualista para pedir a los representantes de las religiones que aporten una “dimensión vertical” a la “profunda crisis de civilización” que supone el cambio climático. “El alma del mundo está enferma”, dice. “Vuestras voces van más allá del ruido de fondo de la sociedad. La crisis climática es la última injusticia”. Ahora que parece anticuado hablar del alma humana, hay que preocuparse por salvar el alma del mundo. O si no iremos todos al infierno… climático, solo que en este caso pagarán tanto justos como pecadores.
Para contribuir a esta movilización, las informaciones dicen que Hulot ha ido ya tres veces al Vaticano, y ha tratado de convencer al Papa de que en su viaje a Francia en 2015 vaya al simbólico Mont-Saint-Michel. ¿No está preparando el Papa una encíclica de tema ecológico? Pues sumémosle a esta cruzada por la Tierra.
Se comprende que se busque también el aval de las autoridades religiosas, habida cuenta de que el cambio climático ha adquirido en algunos ambientes tintes de creencia laica, con el riesgo de ser declarado hereje (“negacionista”) si uno lo pone en duda o matiza las proyecciones catastrofistas.  Pero si las voces religiosas son bienvenidas para recordar que la acción del hombre debe salvaguardar la naturaleza, deberían también ser escuchadas cuando hablan de lo que exige el respeto de la propia naturaleza humana. Quizá así se vería que algunos cambios que se saludan como progreso lo único que hacen es ahondar una “profunda crisis de civilización”.

miércoles, mayo 27, 2015

Indignidad y derrota.

Me ha parecido un gran artículo...http://infocatolica.com/?t=opinion&cod=24054


Tenían que escoger entre la indignidad y una batalla cultural con posibilidad de derrota. Escogieron la indignidad, y con ellos queda. Y ahora van a tener también la derrota.
26/05/15 5:49 PM | Imprimir | Enviar
Francisco José Soler Gil
Francisco José Soler Gil
Doctor en filosofía de la física por la Universidad de Bremen

Nunca, en la historia de la democracia española, había comenzado un gobierno con tanto respaldo en el parlamento, en las comunidades autónomas y en los ayuntamientos como lo tuvo el gobierno de Mariano Rajoy al iniciar su andadura tras las elecciones de noviembre de 2011.
Ciertamente, ese respaldo era necesario, puesto que el nuevo ejecutivo se hallaba ante una tarea ingente: la de recuperar el equilibrio y la sensatez en todos los asuntos desequilibrados insensatamente por el gobierno de Rodríguez Zapatero.
Entre ellos se encontraba, sin duda, como uno de los asuntos prioritarios, la economía. Pero no era la economía lo único sacado de quicio por las ocurrencias y los delirios de ingeniería social del anterior presidente. En el legado de éste se encontraba también una ley que convierte en derecho la muerte de seres humanos en sus primeras semanas de vida. Una ley que, con toda razón, había sido recurrida por el Partido Popular ante el Tribunal Constitucional (… por cierto, ¿existe el Tribunal Constitucional?...) En el legado de Zapatero se encontraba también una ley que priva a los niños de su derecho a tener un padre y una madre. Y también esta había sido recurrida, con toda razón, por el Partido Popular ante el Tribunal Constitucional (… por cierto, ¿existe el Tribunal Constitucional?...). Y otra ley que decide por vía parlamentaria quiénes fueron los buenos y los malos en nuestra contienda civil. Y obliga a todos a aceptar ese decreto de damnatio memoriae, sin el menor respeto a la libertad de pensamiento de cada uno.
El ejecutivo de Mariano Rajoy tenía ante sí, qué duda cabe, una importante y difícil misión: Por una parte, estabilizar y reconducir la economía, y por otra parte recuperar los derechos y libertades perdidas como consecuencia del talante despótico del anterior presidente de gobierno. Ésta era su doble misión, y este era también el compromiso que los populares habían adquirido con sus votantes al recurrir las leyes zapateristas más inicuas ante el (¿inexistente?) Tribunal Constitucional.
Sin embargo, dar marcha atrás en el experimento de ingeniería social de Rodríguez Zapatero conllevaba un riesgo. Pues ello significaba oponerse a la máxima, aceptada en nuestro país como un dogma de fe, de que es la izquierda la que dictamina el bien y el mal, lo justo y lo injusto, lo políticamente correcto y lo incorrecto. Significaba, por tanto, hacer frente a la izquierda en una batalla cultural, una batalla de argumentos sobre los derechos de los más débiles: el derecho a la vida, los derechos de los niños. Y también sobre el derecho de todos a la libertad de pensamiento.
Esa batalla se podía ganar, o se podía perder, y con ella el gobierno. Pero había también una tercera posibilidad: La de olvidarse de todo esto, y no arriesgar el poder por cuestiones de tan poca monta. A fin de cuentas, lo importante es la economía, y no unas abstrusas e intrincadas cuestiones morales y teóricas, que no interesan ni a veinticinco. Esta tercera alternativa tenía un nombre: indignidad.
De manera que el gobierno más respaldado en la historia de la democracia española, debía decidirse. Sus miembros y su presidente, Mariano Rajoy, debían decidir qué harían con la confortable mayoría en las dos cámaras del parlamento, en los parlamentos regionales y en los ayuntamientos de las ciudades más importantes. Hacia qué la encaminarían.
Y las alternativas eran, en el fondo, estas dos: Tenían que escoger entre la indignidad y una batalla cultural con posibilidad de derrota. Escogieron la indignidad, y con ellos queda. Y ahora van a tener también la derrota.

Francisco José Soler

Hoy San Felipe Neri, 500 años de su nacimiento.


Un santo lleno de buen humor, alegría y amor de Dios y a sus chicos... fue ayer.

http://www.aleteia.org/es/religion/articulo/5-anecdotas-de-san-felipe-neri-5776567640784896

Guercino1656 -Stefano Bolognini-Wikimedia

En el 1500 en Roma no había escuelas, sino que abundaba la miseria, y bandas de niños abandonados a si mismos, ladronzuelos y siempre hambrientos llenaban las calles intentando robar a los que pasaban o llevarse algo de comida de los puestos del mercado.

Culto, apasionado de Dios (se dice que en su primer éxtasis el corazón se le dilató en el pecho rompiéndole dos costillas) y siempre de buen humor, este joven florentino de buena familia nació en Florencia el 21 de julio de 1515. “Pippo buono”, le llamaban todos, dio a los niños abandonados un hogar y una familia, y mendigó por las calles para que tuvieran qué comer, enseñándoles con el canto y la catequesis.

A 500 años del nacimiento de san Felipe Neri (cuya memoria litúrgica se celebra hoy) aún sigue viva la risa de gran burlón que llevaba el corazón de pequeños y grandes a Dios a través de la alegría y la sencillez, como muestran estas anécdotas de su vida.

Sed buenos… ¡si podéis!

Felipe quería que sus niños crecieran en la alegría y cantando: todo lo contrario que la severidad y el uso del bastón que, en la época, se consideraban necesarios para educar a los jóvenes. “Hijos míos – decía – sed alegres: no quiero ni escrúpulos ni melancolías, me basta con que no pequéis”.

Su frase famosa (se convirtió en el título de una película en 1983 con Johnny Dorelli) era: “Sed buenos… ¡si podéis!”. Y en su dialecto romano, cuando sus chicos le hacían perder la paciencia, les decía la frase (dulcificada al final): “Te possi morì ammazzato... (algo así como “allá te mueras”) ppe' la fede!" (¡por la fe!).

Mendigo por amor

Felipe intentaba proporcionar a sus chicos todo lo que necesitaban y no dudaba en llamar a las puertas de los palacios de los ricos para pedir limosna. Se cuenta que una vez, un señor rico, molesto por sus peticiones, le dio una bofetada. El santo no se descompuso: “Esto es para mí – dijo sonriendo – os lo agradezco. Ahora dadme algo para mis chicos”.

¡Quitadme los zapatos!

Está claro que para san Felipe, la humildad era la virtud principal. En su época había una religiosa que tenía gran notoriedad porque se decía que tenía éxtasis y revelaciones. Un día el Papa mandó a Felipe para comprobar la santidad de la monja, que se encontraba en un convento en los alrededores de Roma.

Mientras Felipe estaba de camino, un violento temporal transformó en fango la carretera, de manera que el santo llegó a su destino hecho un desastre y con los zapatos sucios. Cuando llegó ante él la monja, con las manos juntas y una expresión hierática, Felipe se sentó, le mostró sus pies, y le dijo: “¡Quitadme los zapatos!”.

Indignada por el tratamiento, la monja no lo hizo, y le miró, pero el santo no añadió nada más: tomó de nuevo el manto y volvió a Roma para decirle al Papa que, según él, una persona que no tiene la humildad de ponerse al servicio de quien lo necesita, no puede ser santa.

Los daños de la charlatanería

Un día, una conocida charlatana fue a confesarse donde él. El confesor escuchó atentamente y después le puso esta penitencia: “Quítale las plumas a una gallina y espárcelas por las calles de Roma. Después vuelve donde mí”. La mujer, bastante desconcertada, cumplió con esta extraña penitencia y volvió donde el santo.

“¡La penitencia no ha terminado! – dijo Felipe – Ahora tienes que ir por toda Roma y recoger las plumas que has esparcido”. “¡Pero es imposible!”, respondió la mujer. “¡Tampoco las habladurías que has esparcido por toda Roma se pueden recoger! – replicó él –. Son como las plumas de esta gallina. No hay remedio para el daño que has hecho con tus habladurías”.

¡Prefiero el paraíso!

Muchos recordarán la película de 2010 sobre la vida de san Felipe Neri protagonizada por Gigi Proietti: “Prefiero el Paraíso”. Pero quizás no todos sepan de dónde viene la frase.

La leyenda dice que al santo, amigo no solo de los niños de la calle y de la gente pobre, sino también de papas y cardenales (en particular del cardenal de Milán Carlos Borromeo) que a menudo le pedían consejo, se le propuso una vez ser él mismo cardenal. Pero Felipe, que despreció siempre en su vida las riquezas materiales y todo privilegio, respondió en seguida: “¡Prefiero el Paraíso!”

martes, mayo 26, 2015

Tatoos.......





No fue de chancleta, fue de alpargata...





lunes, mayo 25, 2015

Política...



Después de la resaca...







 “En nuestra época no existe la posibilidad de mantenerse fuera de la política. Todos los asuntos son asuntos políticos y la política, en sí misma, es una masa formada de mentiras, evasiones, locura, odio y esquizofrenia”
George Orwell

domingo, mayo 24, 2015

Monjas por libre.










Salvador Sostres.

http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/guantanamo/2015/05/24/las-dos-monjas.html


Las dos monjas de la política catalana encarnan, como no podía ser de otra manera, los dos grandes populismos. Una monja haciendo el indio siempre es populista. ¿Qué otra cosa podría ser? Esta chochez de mujeres que han descubierto algo tarde los fulgores de la vanidad, y han quedado descolocadas como vocalistas de una banda musical adolescente.

Lucía Caram dice que es independentista y que está enamorada del presidente Mas, como si la fe fuera por barrios. Teresa Forcades quiere derrocar al capitalismo. Los dos grandes populismos de Cataluña han abierto la carpa de su circo.

Estas dos monjas y su grotesca exhibición son el cañoneo que pone fin a una era. Dios, que todavía nos quiere, decide darnos otra oportunidad y en lugar de soltar a los jinetes definitivos del Apocalipsis, nos manda de visita a dos monjas horteras para que nos demos cuenta de nuestro demencial espectáculo. No sin piedad, no sin compasión, no sin vergüenza tendríamos que acusar recibo del mensaje y asumir que no lo hemos hecho bien.

Que Dios nos haya ofrecido en sacrificio a dos de sus hijas para salvarnos tendría que hacernos reflexionar sobre la gravedad de nuestro desorden. Es cierto que a ellas no las ha crucificado, pero el ridículo nacional que estas dos mujeres están haciendo nos recuerda que hay cosas peores que estar muerto.

También la Iglesia supura, como cualquier órgano vivo, y así caerán en al olvido este par de juguetes rotos, rotos por el exceso de uno mismo. Nunca podré dejar de sentir por ellas una cierta ternura. Más censurable me parece la actitud de un partido católico como Convergència, o de sensibilidad católica, por decirlo de un modo menos inexacto, en su intento de exprimir electoralmente a una pobre mujer superada por sus limitaciones y que ya se ve que no está en sus cabales.

Que Mas exponga a sor Lucía de este modo es intolerable, y está a todas luces fuera de lugar que acepte que le diga que "está enamorada de él", y él le responda "que con las cosas que me dices y yo te digo, igual mi esposa se pone celosa". ¡Que es una monja, por el amor de Dios!

Mas se está quedando sin recursos, sin ideas, sin margen de maniobra. Verle recurrir a una monja peronista es la viva imagen de la degradación. Tal como Neruda se abandonó a la poesía social cuando se le acabó el talento, el presidente de la Generalitat se está dando cuenta de que su estrategia era la equivocada, y trata a la desesperada de salvar los muebles, que ya han empezado a arder.

viernes, mayo 22, 2015

Enseñanza de religión católica en España, mi opinión.

http://libertadreligiosa.es/wp-content/uploads/2015/05/La-clase-de-Religi%C3%B3n-cat%C3%B3lica-en-Espa%C3%B1a-situaci%C3%B3n-y-ofensiva.pdf








Anexo 1: Artículo de  Daniel Tirapu, Catedrático de Derecho Eclesiástico del Estado por la Universidad de Jaén y miembro del Consejo Asesor del OLRC.
 La enseñanza de la religión y moral católica, voluntariamente, es una oferta prevista en los Acuerdos Iglesia estado de 1979. Durante casi 40 años esta materia ha sido escogida, entre un 70 y 80 por ciento por la mayor parte de la sociedad española; pese a que gobiernos socialistas y populares no han dejado de poner trabas a su impartición: falta de alternativa en bachillerato, menosprecio de un profesorado que tiene dos títulos (el universitario y el teológico), horarios en desventaja, acoso laboral del profesorado y cierta burla al alumnado. Algunos dicen que esa formación se puede adquirir en la catequesis. La materia escolar no es catequesis; supone el conocimiento de la historia de uno de los pilares de nuestra sociedad occidental, la tradición judeocristiana, sin la que no se puede entender ni la vida , ni la muerte, ni el arte, ni la historia de Europa y del nuevo Mundo , ni el siglo de oro español en literatura, ni si quiera la ciencia, la reforma protestante, el sentido del mal y del bien, la libertad, la fraternidad, el clericalismo y la sana laicidad del Estado. Se ha puesto de moda el concepto de laico, pero como concepto indeterminado o muchas veces como arma arrojadiza frente a la convicción o creencia religiosa. Curiosamente el concepto de laico, en sus avatares históricos, tiene una fuerte carga cristiana a través del Derecho canónico. Si todos los miembros de la Iglesia son fieles por el bautismo, los laicos son aquellos fieles, la mayor parte de la Iglesia, que están llamados a santificar las realidades terrenas con su ejemplo, la vida familiar y social, impregnando de espíritu cristiano el trabajo y buscando sin exclusivismos con todos los hombres las soluciones sociales, políticas, económicas acordes con la dignidad del hombre y el respeto de la Ley de Dios. 19 Sartori mantenía recientemente que la democracia civil no tiene que ver con la doctrina de la Iglesia, pero el análisis de muchos valores democráticos tiene un profundo aroma cristiano: la igualdad, la equidad, el concepto de soberanía, los derechos del hombre, especialmente la libertad religiosa, la dignidad de la mujer, el Derecho penal, el de familia, el valor de los compromisos al margen de su forma externa, la intrínseca justicia de la ley no procedimental, etc. Se puede decir que son valores cristianos que se han hecho civiles en su evolución histórica y cultural. En cuanto a nuestra Constitución, el concepto laico no aparece por ninguna parte, por ello no parece justo denominar al Estado como laico sin más explicaciones. El diseño de nuestra Carta magna de acuerdo con los arts. 14 y sobre todo del 16 en materia religiosa es el siguiente. Se reconoce el derecho de libertad religiosa con generosidad para los individuos y los grupos religiosos, sin más límite que el orden público previsto por la ley. El Estado no tiene religión propia, es aconfesional, pero los poderes públicos se comprometen a tener en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantener las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia católica y las demás confesiones religiosas. Ese es el marco completo del tratamiento religioso en España. El profesor Viladrich en los años 80 desarrolló el concepto de laicidad del Estado, entendiendo por tal que el Estado no es competente en materias religiosas en cuanto tales, que la Fe es libre de Estado, que por supuesto el Estado ni es ateo, ni agnóstico, ni confesional, ni concurre, ni compite, ni sustituye al ciudadano en su creencia religiosa. Por ello la laicidad significa que el Estado en cuanto tal es Estado y se relaciona con el hecho religioso y las confesiones a través del Derecho en su repercusión social y jurídica. Esto lleva a concluir que el Estado no puede ser agresivo, hostil, laicista frente a la religión. Cosa diferente sería equiparar Estado y sociedad, la sociedad mantiene sus creencias que deben ser tenidas en cuenta por los poderes públicos y reguladas por acuerdos con las confesiones religiosas (en España con la Iglesia católica y, por el momento, con musulmanes, judíos y protestantes). 20 Otro equívoco, a mi entender, es el contraponer laico a confesional o religioso, de tal modo que si eres creyente o cuentas con tus convicciones religiosas, ya no eres laico. Laico lo es el creyente y el no creyente, porque ambos son ciudadanos en plena igualdad, ni más ni menos. Por tanto, personalmente no renuncio a ser laico. Otro malentendido no casual es pensar que el pensamiento del creyente determina su discurso académico, político, científico; y en cambio el pensamiento "laico" es neutro, científico, objetivo, no sometido más que a la razón. Nada más lejos de la realidad: el pensamiento "laico" está lleno de ideología, concepciones del hombre y la sociedad y en algunas ocasiones, imbuido de su aparente neutralidad, puede intentar imponerse como un laicismo confesional.

jueves, mayo 21, 2015

Educa, no malcríes.




Decálogo de Emilio Calatayud para hacer de tu hijo un delincuente


Decálogo de Emilio Calatayud para hacer de tu hijo un delincuente

  • El conocido juez de menores visitó Málaga por motivo del 50 aniversario del colegio El Limonar y dejó una irónica guía para malcriar a los jóvenes



"No se puede ser colega de los hijos. Se tiene que ser padre". El conocido juez de menores de Granada, Emilio Calatayud, visitó ayer Málaga con motivo del 50 aniversario del colegio El Limonar. Entre todos sus apuntes, hubo uno que llamó mucho la atención a los presentes, que fue el del decálogo que leyó para "Hacer de tu hijo un delincuente". Con mucha ironía, el juez expresa lo que hay que hacer para que las cosas salgan mal a la hora de educar a los jóvenes.
1. Dadle todo cuanto desee, así crecerá convencido de que el mundo entero le debe todo.
2. Reídle todas sus groserías, tonterías y salidas de tono: así crecerá convencido de que es muy gracioso y no entenderá cuando en el colegio le llamen la atención por los mismos hechos.
3. No le déis ninguna formación espiritual: ¡ya la escogerá él cuando sea mayor!
4. Nunca le digáis que lo que hace está mal: podría adquirir complejos de culpabilidad y vivir frustrado. Primero creerá que le tienen manía y más tarde se convencerá de que la culpa es de la sociedad.
5. Recoged todo lo que vaya dejando tirado: así crecerá pensando que todo el mundo está a su servicio; su madre la primera.
6. Dejadle ver y leer todo: limpiad con detergente, que desinfecta, la vajilla en la que come, pero dejad que su espíritu se recree con cualquier porquería. Pronto dejará de tener criterio recto.

Decálogo de Emilio Calatayud para hacer de tu hijo un delincuente

7. Padre y madre, discutid delante de él, así se irá acostumbrando. Ycuando la familia esté ya destrozada lo encontrará de lo más normal, no se dará ni cuenta.
8. Dadle todo el dinero que quiera: así crecerá pensando que para disponer de dinero no hace falta trabajar, basta con pedir.
9. Que todos sus deseos estén satisfechos al instante: comer, beber, divertirse,…¡De otro modo podría acabar siendo un frustrado!
10. Dadle siempre la razón: son los profesores, la gente, las leyes… Quienes la tienen tomada con él.
"Y cuando su hijo sea ya un delincuente, proclamad que nunca pudisteis hacer nada por él".
Por otro lado, también dio su opinión sobre la situación en los colegios. Cree que se debe volver a respetar más al maestro - a él le sigue gustando llamarlos así - , o que la expulsión es un recurso que debería suprimirse y ser cambiada por otras vías. También se mojó con los móviles, a los que califica de "droga" para la juventud, y que no deberían caer en sus manos hasta los 14 años.

miércoles, mayo 20, 2015

Monseñor Romero.






«Monseñor Romero fue un hombre de Dios»

Mons. Joaquín Alonso recuerda el encuentro de Mons. Romero con san Josemaría, en 1974, ocasión en la que pudo tratar al futuro beato.
Opus Dei - «Monseñor Romero fue un hombre de Dios»
Entrevista realizada por Rodrigo Ayude (Roma, 18 de mayo de 2015)

Mons. Joaquín Alonso (Sevilla, 1929), licenciado en Derecho y doctor en Derecho Canónico, convivió en Roma con san Josemaría y trabaja desde hace años junto al prelado del Opus Dei. Lleva 62 años en la capital italiana, donde además es Consultor Teólogo de la Congregación para las Causas de los Santos. En esta entrevista habla de Mons. Óscar Romero, que será beatificado el próximo 23 de mayo en San Salvador(link al website de la beatificación).
—Mons. Alonso, ¿cómo conoció al futuro beato Óscar Romero?
—Lo conocí en Roma, en 1974. El 30 de octubre de aquel año vino a Roma —no era la primera vez— y san Josemaría, que lo iba a recibir unos días después, el 8 de noviembre, me pidió que lo atendiese. Mons. Romero había sido nombrado obispo de Santiago de María, en El Salvador, unos días antes de emprender el viaje.
Mons. Romero me comentó que ese viaje a la Ciudad Eterna era providencial, pues le estaba ayudando a salir del ambiente habitual, a tomar un poco de distancia y a ver desde otros horizontes el pequeño mundo, decía, que le pesaba. Él sentía la carga de la responsabilidad que suponía su nueva sede episcopal, y necesitaba sentirse escuchado y animado.
Fotografía en la que Mons. Romero escribió: Bendigo con cariño de pastor y amigo al "Opus Dei" en nuestra archidiócesis. Afectísimo: + O. Romero, arzobispo. 25-III-1979Fotografía en la que Mons. Romero escribió: Bendigo con cariño de pastor y amigo al "Opus Dei" en nuestra archidiócesis. Afectísimo: + O. Romero, arzobispo. 25-III-1979
—¿Guarda algún recuerdo de esas fechas?
Para mí esta visita supuso una oportunidad de hablar con Mons. Romero durante mucho tiempo y bastante a fondo. Fueron conversaciones fraternas y muy sacerdotales. Entre otras cosas, Mons. Óscar Arnulfo Romero me comentó que, desde principio de los años 60, tenía dirección espiritual con un sacerdote del Opus Dei, don Juan Aznar, que falleció en marzo del 2004.
Más adelante conocí algunos detalles de ese trato con don Juan Aznar. Por ejemplo, en una carta de 1970 le había confiado: “Nadie más que usted mismo comprende mi alma" y, en 1973, al felicitarle la Navidad, expresaba: “No olvido nunca sus sabias orientaciones". El beato Óscar Romero era un sacerdote agradecido, y me emocioné cuando supe que había muerto precisamente mientras celebraba la Eucaristía, la acción de gracias por excelencia.
—¿Cómo fue el encuentro de Mons. Romero con san Josemaría?
—San Josemaría le recibió el 8 de noviembre. La conversación se extendió casi una hora y, al finalizar, Mons. Romero me confió que ese encuentro le había dejado hondamente impresionado. Me dijo que se había sentido confortado en su fe por san Josemaría y que el fundador del Opus Dei le había abrazado, haciéndole sentirse querido y acompañado. Mons. Romero llamó “hombre de Dios" a san Josemaría y aprovechó el encuentro para invitarle a visitar Centro América, cosa que pudo realizarse en 1975.
Mons. Romero también pudo saludar en aquel viaje al beato Pablo VI, y le alegró escuchar unas palabras de aliento por su parte. Después, me dijo que ese viaje le recordaba sus primeros años de sacerdocio y lo consideraba como un regalo de Dios.
—¿Continuó ese trato en los años sucesivos?
—Recuerdo que el 26 de junio de 1978 —tercer aniversario de la marcha al Cielo de san Josemaría— vino a celebrar la Santa Misa en la cripta de Santa María de la Paz, donde entonces reposaban los restos mortales del fundador. Yo lo asistí, junto con Mons. Francisco Vives. Pronunció una breve homilía llena de cariño y agradecimiento a san Josemaría, señalando que, desde el primer momento en que se habían conocido, se sintió atendido como un hermano. Palabras que dejó escritas también en una carta.
Esto tuvo lugar, como he dicho, en 1978, un año después de que Mons. Romero hubiera sido nombrado arzobispo de San Salvador. Entonces, como comentó públicamente, era otro sacerdote del Opus Dei, Mons. Fernando Sáenz Lacalle, quien le acompañaba espiritualmente.
—¿Qué pensó al saber de su muerte?
—La trágica noticia me causó una gran emoción y, al mismo tiempo, me surgió el deseo de acompañarle con la oración y de recurrir a su intercesión para pedirle por la Iglesia en América Latina. También fue un motivo de agradecimiento al Señor, pues me ha dado la oportunidad de conocer personalmente a este hombre de Dios.

martes, mayo 19, 2015

La sotana ensangrentada de San Juan Pablo II.





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La sotana que llevaba san Juan Pablo II el día del atentado en la plaza de San Pedro, el 13 de mayo de 1981, fue expuesta en una de las capillas del Santuario de San Juan Pablo II en Cracovia. La reliquia fue aportada por el cardenal Stanislaw Dziwisz, arzobispo de Cracovia y durante mucho tiempo secretario personal del pontífice.

Según informó la agencia KAI, la reliquia no había sido expuesta en público en 34 años, siendo resguardada por un grupo de religiosas. "Era difícil, ya no podía mantenerla en casa. Era necesario trasladarla a un lugar donde se resguardara", explicó el cardenal con motivo de la exposición de la reliquia. "Que sea un testigo de este ataque, pero también un testimonio de la magnitud de San Juan Pablo II".

El purpurado destacó cómo el Santo Padre relacionó los acontecimientos con las revelaciones de las apariciones de Nuestra Señora de Fátima. "Antes no lo conocía, especialmente el tercer secreto", agregó el arzobispo. "Cuando mejoró un poco su salud, pidió que le llevaran ese tercer secreto".

El cardenal también recordó otros detalles del trágico acontecimiento: "Fue un día de especial angustia, pero también de gracia. El Santo Padre seguía en la ambulancia cuando era consciente con su voz cada vez más débil, pero dijo que perdonaba a quien lo hizo; que no sabía quién era pero lo perdonó". El purpurado afirmó que san Juan Pablo II estaba feliz de poder ofrecer su sufrimiento por el bien de la Iglesia.

La sotana blanca del santo Pontífice conserva los agujeros de la bala y las manchas de sangre de la herida causada, siendo una reliquia que no debe ser conservada en un museo sino expuesta en un templo, tal como ha sido dispuesto en el Santuario.

lunes, mayo 18, 2015

Oración al Espíritu Santo de San Josemaría.









Ayer la Ascensión, y el maravilloso recuerdo de la plaza de San Pedro en la Beatificación de  Josemaría  Escrivá, el 17 mayo de 1992.



Oración al Espíritu Santo ¡Ven, oh Santo Espíritu!: ilumina mi entendimiento, para conocer tus mandatos: fortalece mi corazón contra las insidias del enemigo: inflama mi voluntad... He oído tu voz, y no quiero endurecerme y resistir, diciendo: después..., mañana. Nunc coepi! ¡Ahora!, no vaya a ser que el mañana me falte. ¡Oh, Espíritu de verdad y de sabiduría, Espíritu de entendimiento y de consejo, Espíritu de gozo y de paz!: quiero lo que quieras, quiero porque quieres, quiero como quieras, quiero cuando quieras.... 
(Oración compuesta por San Josemaría en abril de 1934)

sábado, mayo 16, 2015

A quién cubrió la sábana santa???





'La Sábana Santa es un rastro que ha dejado Dios en este mundo'

Entrevista al Dr. Juan Francisco Sánchez Espinosa sobre la Síndone de Turín, una tela muy singular para toda la Cristiandad

Este año se cumplen 200 años del nacimiento de San Juan Bosco, santo turinés por excelencia. Con este motivo tiene lugar una nueva ostensión de la Sábana Santa o Síndone en la catedral de Turín.
Juan Francisco Sánchez Espinosa es médico en un hospital español de la provincia de Ciudad Real; además pertenece a la Sociedad Española de Sindonología. Desde hace varios años se ha dedicado al estudio de la Sábana Santa además de recorrer distintos puntos geográficos como conferenciante sobre esta tela tan singular. 
A continuación la entrevista que el Dr. Sánchez Espinosa concedió a ZENIT.org
                                                                                                                  ***

¿Qué es la Sábana Santa?

-- Juan Francisco Sánchez Espinosa: Se trata de una sarga funeraria. Algunos autores afirman, por los distintos tipos de estudios que se han hecho, que su origen data desde el siglo I al -I a. C. por el tipo de estructura que tiene en Z. Curiosamente no siempre ha medido lo mismo porque a lo largo del tiempo se ha ido agrandando por las distintas superposiciones que se han realizado para dar más sustento a la tela. Sus medidas actuales son de, aproximadamente, 4,36 x 1,10 m. Fruto del vocablo griego “síndon”, que significa lienzo, proviene la palabra actual con la que se le conoce a la Sábana Santa o “Síndone” de Turín. Y la sindonología es el estudio de esta tela tan singular para toda la Cristiandad.

¿Qué es lo que se advierte en la “Síndone”?

-- Juan Francisco Sánchez Espinosa: Se ve una imagen dorsal y frontal de un hombre que ha sido ajusticiado y muerto mediante la crucifixión. Se advierten múltiples heridas diseminadas por todo el tórax, el abdomen, miembros superiores e inferiores de lo que parecen ser latigazos; lesiones en la cabeza, más de 600 heridas. Y también se advierten heridas de transfixión en las muñecas y los pies.

¿Cómo describiría la imagen que podemos ver en la Sábana?

-- Juan Francisco Sánchez Espinosa: Es una imagen muy difuminada; necesitas estar a más de metro y media de distancia para poder visualizarla. No se sabe dónde comienza y dónde acaba. Es una imagen que se ha formado en la superficie del lino de 4 ó 5 micras de profundidad por una deshidratación de la celulosa del lino; no existe ningún resto de pigmento como se ha demostrado en una de las investigaciones realizadas en 1978. Es algo extraordinario porque con toda la tecnología del siglo XXI no somos capaces de saber realmente cómo se formó. Algunos hablan de ella como la imagen imposible porque no tiene explicación científica.
Curiosamente también aparecen restos sanguíneos en la Sábana Santa, ¿qué explicación puede existir?
-- Es curioso que la sangre es previa a la formación de la imagen. Y resulta curiosísimo porque se ha rascado en algunas partes y se ha comprobado que no hay imagen. Por tanto podemos concluir que la imagen se formaría después de la sangre incrustada en el lienzo. Lo que sabemos es que se trata de sangre del grupo AB. Hacia un 16 por ciento de la población semítica o hebrea posee este tipo de sangre. Y curiosamente, también la sangre detectada en el Santo Sudario de Oviedo es del grupo AB. Un detalle importante es que en la sangre aparece una gran cantidad de bilirrubina y eso se da cuando la muerte es por estrés.

¿Por qué podemos decir que la Sábana Santa es un negativo fotográfico?

-- Juan Francisco Sánchez Espinosa: El primero en advertirlo es el fotógrafo italiano Secondo Pía en 1898. Algunos estudios hablan que esta imagen se pudo producir por una radiación ortogonal; es decir que sale verticalmente del cuerpo y produce la imagen. Es como si el cuerpo hubiera emitido una radiación; pero, realmente, no se sabe exactamente cómo pudo ser.
En 1988 tuvo lugar la prueba con el carbono 14 y algunos opinan que esa investigación no es determinante para saber con exactitud la antigüedad de la tela.
-- Juan Francisco Sánchez Espinosa: Esa prueba tiene una fiabilidad del 67 por ciento y lo único que hace es medir el número de átomos carbono 14 que existen en ese organismo. El carbono se genera por los rayos cósmicos que forman el nitrógeno
Dieron 4 muestras de la Sábana pero todas las cortaron del mismo trozo. Y era el trozo de lo que se ha llamado el “remiendo fantasma” porque ahí existen mezclas. Aquí tenemos un error de investigación porque lo lógico hubiera sido tomar varios trozos de distintas partes de la Sábana Santa.
Cuando se habla de la Edad Media como la época de origen de la Síndone se debe a que en las muestras dadas a las universidades que investigaron aparecía tejido del Medievo entremezclado con el tejido original; es lo que ha venido a llamarse entretejido francés y se trata de algodón teñido.

¿Qué aspectos de la imagen resaltaría desde el punto de vista médico?

-- Juan Francisco Sánchez Espinosa: Es una imagen que me dice el tipo de muerte que tuvo ese hombre; que tuvo un sufrimiento brutal, que sufrió transfixión en las muñecas y los pies. Eso tuvo que ocasionar un dolor horroroso porque probablemente tocó el nervio mediano; de ahí que haya un desplazamiento del dedo pulgar hacia dentro.
Por otro lado se evidencian más de 600 lesiones que debieron producir al hombre de la Síndone un sangrado brutal con una pérdida de sangre muy grande. Se evidencian lesiones de latigazos compatibles con el “flagrum taxilatum” que era una especie de látigo formado por cintas de cuero terminadas en los llamados “taxil” que estaban formados por trozos de hueso o de plomo que se clavaban en la carne; de hecho hay trozos de músculo que se han recogido de la Sábana, en la zona de la espalda de la imagen. Debió ser una paliza brutal. Ese tipo de tortura podía destrozar la musculatura intercostal, lesionar órganos internos, etc.

Algunos estudiosos también hablan del polen como una prueba más de que la Síndone procede de Jerusalén.

-- Juan Francisco Sánchez Espinosa: Efectivamente porque a partir de los estudios que se han llevado a cabo se ha descubierto que muchas muestras de polen incrustadas en la tela proceden del área de Jerusalén. Y concretamente se han encontrado cuatro o cinco especies que son propias del área del Mar Muerto y de Jerusalén.
De ahí que algunos investigadores judíos de la Universidad Hebrea de Jerusalén, como Uri Baruh, concluyan que la Sábana estuvo en Jerusalén: en primavera y hace aproximadamente 2000 años.

¿Es un milagro la Sábana Santa?

-- Juan Francisco Sánchez Espinosa: Para mí sí es un milagro. Creo que Dios deja rastros a lo largo y ancho de este mundo y uno de ellos es la Sábana Santa porque no hay explicación científica.
La Sábana Santa te interpela en tu vida porque si la Sábana Santa es verdad que habla de Jesucristo muerto y resucitado, lo que dice la Iglesia también es verdad y por tanto debes cambiar tu vida y si no te interesa cambiar tu vida no te interesa oír esto.

viernes, mayo 15, 2015

Quedarán sacerdotes?????











La opinión de un sacerdote...http://www.jfernandorey.com/blog/   lafoto es de Miguel Lluch...


¿Quedarán sacerdotes en 2035?

   A nadie se le oculta que, a día de hoy, en España, es mucho mayor el número de sacerdotes que mueren o se retiran a causa de la edad a lo largo de un año que el de aquéllos que reciben las sagradas órdenes ese mismo año. La proporción, en muchos lugares, es de 3 ó 4 bajas por cada alta. El dato lleva a muchos a preocuparse cuando lanzan su mirada veinte o treinta años hacia delante… ¿Podrán los sacerdotes españoles de 2035 cuidar del rebaño con la debida atención? Quienes ahora nos encontramos –según las estadísticas– a mitad de camino, ¿llegaremos vivos a esa fecha, o habremos muerto a causa de un infarto de miocardio provocado por el exceso de trabajo? Sé que los números, así, en bruto, parecen más que preocupantes.
   Sin embargo…
   Lo que escribo a partir de ahora lo escribo apoyado, exclusivamente, en los datos que recojo desde mi pequeño observatorio. Soy párroco español, y trabajo en la provincia de Madrid. Hablo y me reúno con párrocos españoles que trabajan en España. Por tanto, mis palabras tienen un valor relativo y opinable. Son las conclusiones de quien, a lo largo de veinte años de sacerdocio, ha observado cómo se mueve el paisaje a su alrededor en un sentido muy determinado, y se atreve a presumir que ese movimiento continuará, más o menos acelerado, en la misma dirección. Por tanto, rebus sic stantibus
   El número de asistentes a la misa dominical, que descendió drásticamente en los últimos veinte años del siglo pasado, ahora permanece, más o menos, estable. El feligrés que venía a misa por guardar las apariencias, prácticamente, ha desaparecido. Ha dejado de venir, porque, en 2015, venir a misa ya no suscita aprobación social, ni, desde luego, resulta nadie estigmatizado por no ir a misa. Las personas que vienen a misa los domingos en España son personas de fe. Su formación doctrinal, en términos generales, es muy escasa –¡culpa nuestra!–, pero su fe está viva.
   El número de bodas ha descendido estrepitosamente desde el comienzo de la crisis económica. La inmensa mayoría de quienes vienen a la parroquia a casarse llevan años conviviendo. En muchos casos, acuden a la boda acompañados de sus hijos. No son asiduos de la misa dominical, y, para ellos, el matrimonio eclesiástico tiene el aliciente de la belleza formal –mucho más lucida que la frialdad de un juzgado– o de la satisfacción de unos padres –abuelos– que son personas de fe. Para estos «contrayentes», la boda no supone novedad alguna en sus vidas. Ya conviven, ya tienen hijos… Se trata, simplemente, de un acto social bastante oneroso. Por eso, la aparición de la crisis económica ha conllevado la práctica desaparición de las bodas.
   El número de bautizos desciende lentamente. Hasta hace unos años, la pila bautismal era paso obligado para todo niño que nacía en España. Hoy ya no lo es. Quienes se acercan a bautizar a sus hijos son cada vez menos. Y, en gran parte de los casos, el bautismo es una forma de dar satisfacción a los abuelos. En mi parroquia, sólo 1 de cada 100 niños bautizados es hijo de padres asiduos a la misa dominical. No exagero. Y preveo que, con el paso de los años, sólo ese niño (1 entre 100) será traído por sus padres para recibir el bautismo.
   En cuanto a la primera comunión, también desciende lentamente el número de niños que la recibe cada año. Si las cosas siguen evolucionando como hasta ahora, dentro de poco hacer la primera comunión no estará bien visto, como ya no está bien visto venir a misa o casarse en la iglesia. No me extrañaría nada que, al cabo de unos años –no muchos– tan sólo acudan a recibir su primera comunión los hijos de las familias que asisten a la misa del domingo. A ojo de buen cubero, otro 1%.
   Frente a estos datos, a lo largo de estos veinte años he observado cómo, poco a poco, crece el número de personas que asisten a misa diariamente. También puedo decir que son personas cada vez más jóvenes. Si, a finales del siglo pasado, la persona de misa diaria se identificaba con la viejecita vestida de negro que se arrimaba al san Antonio de la iglesia, hoy día la misa de los días laborables se nos llena de padres y madres de familia, trabajadores y amas de casa. En los últimos diez años, me ha sorprendido gratamente ver cómo cada vez más niños vienen con sus padres a misa todos los días. Doy los datos de mi parroquia: en 2002 eran 6 las personas que asistían a misa los días laborables. Hoy son entre 30 y 60.
   También es mucho mayor el número de feligreses que se acerca al sacramento de la Penitencia. Ha bastado con que los sacerdotes ocupásemos unos confesonarios que llevaban años vacíos (desde el postconcilio) para que los feligreses acudieran, no diré en masa, pero sí en grandes cantidades. En mi parroquia, el confesor no puede rezar ni una avemaría en el confesonario antes de las misas ni durante las misas. El tráfico de penitentes es constante.
   Apuntados todos estos datos, pasemos a los pronósticos. Tal como yo lo veo, en 2035 habrá muchas menos bodas, bautizos y comuniones. El árbol de la Iglesia española habrá visto caer todas sus hojas secas (con excepción de las que hayamos podido recuperar en cursillos de bautismo o matrimonio, así como aprovechando las primeras comuniones de los niños). El trabajo del sacerdote estará centrado en ese pequeño porcentaje de feligreses que tienen fe, y ello redundará en una mayor atención a la formación doctrinal y espiritual de esas personas. Tendremos una cristiandad mucho menos numerosa, pero mucho mejor formada y más comprometida con Dios. Y de esa cristiandad, de esas familias, nacerán vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa. También espero, de esa cristiandad, que sea la que se inflame en un impulso apostólico que la lleve a cristianizar de nuevo España como hicieron con el mundo los primeros Doce.
   Pero, volviendo al futuro próximo, yo no tendría miedo. La Iglesia producirá, como hasta hoy, exactamente el número de sacerdotes que necesita y merece. Y ese número crecerá conforme crezca esa verdadera Iglesia. Tan sólo deseo que nosotros, los sacerdotes de 2015, nos dediquemos a ser lo que somos, sacerdotes de Jesucristo. Y podamos dejar el pluriempleo que conlleva trabajar de gestores de actos públicos para entregarnos por entero al ministerio.
   Dicho sea, todo esto, con toda reserva…