miércoles, abril 11, 2007

Pablo VI.




















Culto, filósofo, de curia, con maneras serias pero de un gran corazón. Acabó el Concilio e inmeditamente mucha gente, a través de la información de los medios, dijeron que Pablo VI no era progresista, que el Concilio había cambiado todo, mentira. No se habían leido los documentos del Concilio y en nombre del Concilio decían que todo había cambiado. La humanae vitae, la negación del poder espirirual del Papa, la virginidad de la Virgen, la presencia real de Jesús en la eucaristía, costumbres inmorales, falta de obediencia, contraposición entre carisma y jerarquía, la contestación sistemática a todo lo que hacía el Papa, le llevaron a ser un mártir sin morir, a sufrimientos fuertes. Llegó a decir que el humo de Satanás se colaba por las rendijas de la Iglesia. Pero fue fiel como Pedro. El credo del pueblo de Dios y la humanae vitae fueron documentos proféticos. Un mes antes de morir le confesaba a su ayudante : que alegría mi familia, mi madre, los compañeros del seminario, mi trabajo, ser Papa...pero me he quedado sin un sólo amigo, sólo, sólo. Como Jesús en el calvario. Siempre tuvo a la madre de Dios, que tan bien defendió en la tierra.

1 comentario:

Claudio dijo...

Políglota, hablaba varios idiomas (inglés, francés, etc). Con una enorme biblioteca. Sensible (su testamento lo demuestra), pero fuerte, cuanto tuvo que coger él sólo entre las manos un Concilio que derrapaba por la contestación de tantos. Con buenos amigos. Con una enfermedad artrítica muy dura, que le hizo recogerse, ir al ostracismo. Un gran incomprendido, un gran Papa, un gran santo. El tiempo lo confirmará.

Gracias por el recuerdo. Hace falta.