Charlaba hoy con mi buen amigo Antonio, de esos filósofos que ya no quedan. La cuestión era que hasta que punto influye el pensamiento, las ideas filosóficas. Me comentaba que el filósofo tiende a experimentar socialmente, a influir en los demás. Platón acabó de esclavo por lo mal que lo hizo de gobernante, aunque pensaba que los filósofos eran llamados a tareas de gobierno. Otro pensador muy progre decía que una cosa era explicar sus teorías, pero que no le hacía ninguna gracia que sus hijos las pusieran en práctica. Al final me dijo que el mundo actual se mueve en Heidegger y la autocomprensión afectiva. Viene a ser que estamos muy angustiados y que por tanto nuestro mejor esfuerzo consiste en autocomprendernos, autojustificarnos, autoquerernos, autocompadecernos. Todo muy autista.
La foto de tu perfil impresionante¿Tienes algún parecido con ella?Ánimo con el blog.Contaré mis andanzas desde Hamburgo.
ResponderEliminarpeo si no nos autocomprendemos cada uno a sí mismo ¿kien nos va a comprender? Tu blog es muy bueno.
ResponderEliminarCon que entre Heidegger y la autocomprensión afectiva eh? jaja muy bueno...si, creo que es cierto. Me parece incluso que ese autismo va a más, el 'yo' es lo que cuenta;para quien? pues, para el propio individuo, olvidando, por supuesto, a los otros yos...
ResponderEliminarMuy buen post!
QDtb!