Ayer cumplía 80 años mi padre, Daniel, y estuve con familia y sobrinos, encantadores, al menos las dos horas en que no dejaron de tocarme la tripa. Efectictamente, en cónclave I decía toda persona, y las mujeres se dieron cuenta de que no era así. El sacramento del orden por el que algunos fieles participan del sacerdocio de Cristo, todos los fieles, hombres y mujeres, participamos por el bautismo de ese sacerdocio, está reservado a los varones que sean llamados a tan digno ministerio. Una lectora dio algunas razones de conveniencia, pero la doctrina de la Iglesia en este aspecto, dice que en la medida que el Sacerdote representa y significa y actúa in nomine Christo capite, en el mismo Cristo, debe ser varón porque Cristo es y fue varón. Ese es el punto decisivo.Señalo dos cosas: no existe un derecho a ordenarse sacerdote. A favor de la mujer tenemos ejemplos en la derecho canónico, el impedimento de rapto, c. 1089, que protege a la mujer y no al varón en similar circunstancia. Y la más importante, sólo una mujer María fue la madre de Jesús. El cuerpo y la sangre de Cristo es el de María.Ningún varón pudo ser tal cosa, hija de Dios, Madre de Dios, esposa del espíritu Santo. Me parece que es para estar contentas. Otro día hablo de su papel en la Iglesia. Sin una mujer no tendríamos a Cristo, olé.
Soy mujer, orgullosa de serlo, algunas parece que les da reparo. María de Nazaret es madre de Cristo sacerdote y de todos los sacerdotes. No hay sacerdotes sin madre. Eso sí que es papel de la mujer y siempre en la vocación de alguien la madre del cielo y de la tierra han hecho mucho. Palabra.
ResponderEliminarSinretorno: Mañana te dedico un especial con tus posts Conclave I y II (con chiste incluido)
ResponderEliminarNo,no me diste clases.
Retomo la discusión señalando que mi pregunta acerca de los "elegibles", era puntual. Mucho más interesante que el acceso de la mujer al sacerdocio, me parece la cuestión del papel de la mujer en la Iglesia ACTUAL (lo de hija de Dios, madre de Dios y esposa del Espíritu Santo es otro tema).
ResponderEliminarComo aportación a la reflexión, hago mías las palabras de Juan Pablo II, tomadas de la introducción de la carta apostólica Mulieris Dignitatem de 1988:
- La dignidad de la mujer y su vocación, objeto constante de la reflexión humana y cristiana, ha asumido en estos últimos años una importancia muy particular.
- Añade así mismo, una cita del mensaje final del Concilio Vaticano II a las mujeres: "...en este momento en que la humanidad conoce una mutación tan profunda, las mujeres llenas del espíritu del evangelio pueden ayudar mucho a que la humanidad no decaiga".
- Sigue Juan Pablo II diciendo: "Después del C.V.II, mi predecesor Pablo VI expresó también el alcance de este "signo de los tiempos",...y además instituyó...una comisión especial cuya finalidad era el estudio de los problemas contemporáneos en relación con la "efectiva promoción de la dignidad y la responsabilidad de las mujeres". Pablo VI, en uno de sus discursos decía:"...; es evidente que la mujer está llamada a formar parte de la estructura viva y operante del cristianismo de un modo tan prominente que acaso no se hayan todavía puesto en evidencia todas sus virtualidades.
No es poco decir. Si vamos a estimular el ego de las mujeres aludiendo para ello cuestiones biológicas referentes a la procreación, nos perdemos todo lo que pueden aportar haciendo uso de lo que es más humano: por un lado, la razón y la inteligencia de los que Dios nos ha dotado y por otro, la fe. Un saludo a todos/as.
No veo ningún impedimento para que una mujer sea sacredote. Y no me hables de tradiciones. Reconoce que la Iglesia puede cambiar esta norma. Dilo claramente.
ResponderEliminarPienso y creo que en este punto la Iglesia no puede cambiar. Juan Pablo II zanjaba con un magisterio especial esta cuestión. Creo pertenece a la estructurade la Iglesia. Ningún varón pudo ser Madre de Dios.
ResponderEliminarSi hay hombres como monjas=frailes. Por qué no mujeres sacerdotes=sacerdotisas? Y sacerdotes casados? Ahora qué dices! La iglesia puede cambiar?
ResponderEliminarCacaacara, estas pasando de contestar al documentado tercer comentario. ¿Cómo se debe entender lo de que las mujeres están llamadas a formar parte de la estructura viva y operante del cristianismo?
ResponderEliminar¿Cómo se debe entender lo de que las mujeres están llamadas a formar parte de la estructura viva y operante del cristianismo?
ResponderEliminarParece como si la estructura viva y operante del cristianismo fuera el clero... La verdad es que así nos luce el pelo. En mi humilde opinión, la estructura viva y operante del cristianismo ha sido, es y será las familias cristianas. Cunas de futuros sacerdotes y de futuros cristianos.
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ResponderEliminarBienvenido Dave, tienes mucha razón.Existe una mentalidad clerical que piensa que el laico o laica es mejor cuanto más tiempo pasa en la sacristía y en el ambón. El laico está llamado a santificar todas las realidades terrenas, y ahí las mujeres son superiores, nos dan mil vueltas.
ResponderEliminarTe dejo esto mi post, donde verás un link a una página muy interesante.
ResponderEliminarhttp://dehoy.blogspot.com/2005/04/sobre-las-razones-por-las-que-no-hay.html
Juan Ignacio
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