Comenzamos.

Antes de meterme en otros líos , voy a intentar contestar a parte de los anónimos y comentarios del post anterior. En la Iglesia hay elementos visibles e invisibles. Un sacerdote puede ser una persona abyecta, no debería serlo y tampoco juzguemos demasiado, pero cuando confiesa o celebra Misa, Cristo perdona o consagra el pan y el vino. El sacerdote comete un sacrilegio, pero Cristo ha querido sujetarse a la voz, a los gestos del sacerdote. En ese sentido un sacerdotre debería ser ejemplar, pero la gracia se produce independientemente de lo pecador , todos somos pecadores, que sea su ministro. Napoleón le comentó a un Cardenal, "voy a acabar con la Iglesia", el Cardenal le contestó " no creo que lo consigas, pues la Iglesia sigue a pesar de nosotros, que somos más peligrosos". Stalin, cuando le hablaron de la Iglesia, preguntó que cuantas divisiones acorazadas tenía el Papa, le contestaron que sólo una folclórica y colorista guardia suiza. Juan Pablo II entrañó la caída del imperio soviético. La mejor razón para creer en la Iglesia: los santos, la Madre Teresa, los misioneros que se la han jugado y se la siguen jugando, las monjas que prefieren morir en esos países antes de volver, las madre y padres de familia heroicos. El peor argumento de la Iglesia, que está hecha de pecadores, llevamos tesoros en vasos de barro. Pero a pesar de los errores y horrores humanos sigue ahí iluminando, dando testimonio y trayéndonos el mensaje de Cristo. Pedro negó a Jesús, los demás , menos Juan, abandonaron a Jesús, pero esos fueron los fundamentos de la Iglesia y les dijo " quien a vosotros oye a Mi me oye, a quienes les perdonaréis los pecados les serán perdonados" El abono fertiliza las plantas, los pecados de los cristianos tienen menos justificación quizás, pero abonan las flores de la Iglesia.