A veces me han pasado, seguro que a ti también, cosas que no sabes si son casuales o causales. Desde hace siete meses, en un traslado perdí un crucifijo con mucha historia para el amigo que me lo prestó. Hoy abrí un libro y de repente apareció. Qué alegría, lo que pensaba que estaba perdido, apareció. Lo mismo pasa con encuentros inesperados, con abrir un libro y ver notas que habías olvidado; abrir un pasaje de la biblia al azar y te contesta a lo que te preocupa. De todos modos la religión cristiana no es un conjunto de cosas curiosas tipo cuarto milenio. No creo demasiado en la casualidad y por eso conviene plantearse como decía Escrivá, encontrar ese algo divino que existe en lo más ordinario y común.
¡Qué casualidad qué hables sobre "el cole" en el post anterior.Me ha hecho recordar un poco la infancia.Lo pasamos bien.Lo que escribes sobre las casualidades etc me ha pasado mil veces.Qué será,será.En muchas ocasiones es Dios quien "nos habla"a través de esas cosas.Ya casi en capilla del viaje a Italia.Acuérdate,150 fierecillas son muchas...y este año con el Papa!
ResponderEliminarHay casualidades que son como pautas,señales en nuestra vida que nos hacen pensar y decidir. Cúando ya se da algo por pérdido, que alegría volverlo a encontrar!
ResponderEliminarEso me está pasando a mí, me estoy encontrando por la calle a personas que hacía tiempo no sabía de ellas y que recientemente me venían a la cabeza.
ResponderEliminarSinRetorno:
ResponderEliminarOtro post de 10 !!! Hace pensar...
All the best