Pilé Suanzes.

Pilé a principios de los cincuenta era un chico bien de Madrid. Su padre Ministro y almirante de la marina, jugaba en el Real Madrid juvenil, muy buenas notas, guapo y elegante. En fin, un partido excelente. A los 21 años conoce el Opus Dei, la posibilidad de entregarse por completo a Dios en el trabajo y en el mundo y siente la llamada de Dios. Pilé se hace numerario y las chicas bien pierden el buen partido. Pilé dirigió el C. M . Moncloa de Madrid y a los 32 se hace sacerdote. Le conocí en Donosti en Colegio Mayor Ayete. Jugaba de miedo al frontón y al tenis, incluso con muleta pues tenía las rodillas echas polvo. Confesaba en el Buen Pastor, había cola de mujeres para confesar. Luego se vino a Madrid, salió de un cáncer y de un infarto. Falleció a los 74 el viernes santo. Pilé tenía un corazón de oro, podía haber sido político, artista, futbolista pero eligió la mejor parte, servir a los demás y por encima a Dios. Siempre me pareció con un Francisco javier, en el siglo XX. Descansa Pilé y no vuelvas locos a los santos. Ahora podrás jugar de miedo al tenis, sin piernas.Gracias y descansa en paz.