miércoles, mayo 23, 2007

Desvaríos espirituales.


















No entendí mucho un pasaje de San Josemaría Escrivá, cuando hablaba de luceros, de borricos, de hacer locuras en el cielo, dejando el purgatorio vacío. Ahora le entiendo más. Me gustaría que el sagrario se abriera cuando estoy en frente; me alegro cuando me dan una forma mayor para comulgar; hay personas que no sé por qué aparecieron en mi vida, pero ahora doy gracias por conocerles. Ansias de pureza bautismal en medio del lodo, cambiar de casa y encontrarte la misma imagen de la Virgen, pedir encontrarte con determinada persona y encontrarlo ese día, o con un sacerdote. O encuentros que son un regalo de la providencia. Ir viendo a medida que crece el puzzle que casi todo va encajando. En fin, desvaríos.

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