No voy a hablar de Zapatero, ya me parece hasta de mal gusto. Quizás , que todo el que pase por aquí, si quiere, que rece un Padrenuestro por España y que vayan las cosas mejor. Por mi forma de caminar desgasto mucho las tapas del zapato. En Jaén conocí al "Pegalajareño" de Pegalajar, un excelente profesional del arreglo del calzado: rápido, artista, eficaz, no hablaba a penas. El otro día me acerqué a la calle Valderribas en Pacífico. Llevaba los propios zapatos que debía arreglar puestos. Me dí cuenta de que así no se puede ir por la vida. Pero la buena señora, tres eran los trabajadores, miró el reloj, consultó con la vista al más joven que asintió, me sacó una silla plegable y una alfombrilla para no enfriarme y a los diez minutos tenía mis tapas nuevas, por seis euros. Entraron seis o siete en ese tiempo, que no me dejaron limosna. Quedé muy agradecido: buen trabajo, rápido y con obra de misericordia,dar asiento y alfombrilla al desnudo de zapatos. Seguramente eso es santificar el trabajo y santificarse en el trabajo. A mí me dieron mucho ejemplo. Van desapareciendo esos oficios y es pena; recuerdo un cartel en un pueblo de Navarra que decía: "se venden sillas, se arregla el culo a las viejas".
Estás en un blog espumoso, intimista, paradójico; de lo humano y de lo divino. No soy mejor que tú... Me propongo hablar a la cara y que me hables a la cara, sin caretas, sin retorno, a quemarropa... blog del Profesor Tirapu
viernes, febrero 05, 2010
Arreglo de zapatos.
No voy a hablar de Zapatero, ya me parece hasta de mal gusto. Quizás , que todo el que pase por aquí, si quiere, que rece un Padrenuestro por España y que vayan las cosas mejor. Por mi forma de caminar desgasto mucho las tapas del zapato. En Jaén conocí al "Pegalajareño" de Pegalajar, un excelente profesional del arreglo del calzado: rápido, artista, eficaz, no hablaba a penas. El otro día me acerqué a la calle Valderribas en Pacífico. Llevaba los propios zapatos que debía arreglar puestos. Me dí cuenta de que así no se puede ir por la vida. Pero la buena señora, tres eran los trabajadores, miró el reloj, consultó con la vista al más joven que asintió, me sacó una silla plegable y una alfombrilla para no enfriarme y a los diez minutos tenía mis tapas nuevas, por seis euros. Entraron seis o siete en ese tiempo, que no me dejaron limosna. Quedé muy agradecido: buen trabajo, rápido y con obra de misericordia,dar asiento y alfombrilla al desnudo de zapatos. Seguramente eso es santificar el trabajo y santificarse en el trabajo. A mí me dieron mucho ejemplo. Van desapareciendo esos oficios y es pena; recuerdo un cartel en un pueblo de Navarra que decía: "se venden sillas, se arregla el culo a las viejas".
Me ha hecho usted reír, oiga. ¡Gracias! :)
ResponderEliminarEso sí que es un elogio.
ResponderEliminarJa,ja, vaya final. No sabe lo que busca mi esposa a los zapateros, Con tantos hay que reparar hasta que se pueda. No crea que le resulta fácil la aventura, cada vez que uno cierra, hay que recorrer toda la ciudad para encontrar a otro. No saben muchos jóvenes cuanta riqueza humana se está perdiendo. Un saludo
ResponderEliminarD. Arreglo de Zapatos:
ResponderEliminarNos han recomendado este glob y el que lo ha hecho ya sabía lo que hacía.
Nos hemos reído como lo ha hecho él.
Sabe? por tipos como Vd.! que dicen lo que Vd.! y nos imaginamos, sobre todo, que HACEN! lo que dicen!
Abbá sonríe! y sirven de argumentario a nuestro Señor y a Madre para que no diga hoy:
"Hasta aquí hemos llegado! Hijo! convoca a las legiones! que bajas ya!" y no me digas nada! Hija mía!"
Mientras haya, ya decimos, tipos como Vd. Dios se lo "pensará" y el Señor y Madre le bendecirán.
Gracias!
Un cordial saludo,
Jaimón y yo.
" Las redes sociales te invitan a diario a unirte a grupos que van desde seguir al Papa, al grupo de varones que no orinan sobre el agua para no hacer ruido."
ResponderEliminarJA!JA!JA!JA! Gracias! JA!JA!JA!JA!
Hemos conocido a alguno que se iba con una frasca de vino (de las de antes) llena de agua! para hacer más ruido!
Ya se sabe! la estupidez humana (tierna y desoladora a la vez) que nos intenta dominar cada día, es infinita!
A más ruido! más grande! JA!JA!JA!JA!
Hay que ser discretos! y tratar de ser sencillos! sólo tu Padre Dios sabe lo que eres y lo que anida en tu corazón.
Pues sé como eres ante los demás como eres ante tu Padre Dios! y todo, todo! irá bien!
Jaimón y yo.
PD Sin embargo! ahora que lo pensamos! nunca hemos visto a ningún "macho" ir con un botijo al retrete (WC, reservado, cuarto de baño o lo último! SPA (dícese del retrete sofisticado en el que tienes que pagar un pastón para que otros te acompañen ha hacer lo que siempre y toda la vida de Dios has hecho solo)
Me da verguenza ajena imaginarme la escena.Pobre silla plegable¡Se puede cambiar de zapatos.Unas tanto y otros tan poco.He de confesar que me he reido .Eres auténtico mister increible
ResponderEliminarMuy bueno!Q verdad es eso que de tal palo tal astilla...Esos zapatos me imagino que suplicarán que haya un cambio en su vida,pero na usted erre que erreBendita austeridad que a mí tanto me falta!!!
ResponderEliminarQue maja la buena señora.
ResponderEliminarYo no le veo tan austero, es que con el precio que tienen los zapatos cualquiera cambia cada año. Uy! ¿Sere yo tan bien un poco austera?
Tengo más zapatos, pero no había previsto la operación. Bienvenido Sr Jaimón, uno hace lo que puede y lucha por ser consecuente, aunque ahí está lo difícil.
ResponderEliminarPues lo que nosotros creemos difícil, generalmente y a los ojos de Dios, es lo más sencillo!
ResponderEliminarGracias! por la bienvenida, leeremos, aprenderemos y nos reíremos con este glob.
Un abrazo!
Jaimón y yo.
PD Jaimón es mi ángel custodio, no es Sr. es ángel.