viernes, febrero 26, 2010

Se acabó el luto.



Suelo leer con frecuencia al Prelado del Opus Dei. Por su perspectiva del mundo, lo malo y bueno que le llega a diario estoy seguro que podría tener momentos o etapas de queja, de desánimo. No le leo y no le oigo más que hablar de optimismo, de confianza en Dios, de expandir la Obra y la semilla de Cristo por el mundo. Ni una sola queja. Una llamada continua a ser mejores, a reformarnos personalmente antes de reformar a nadie, a pelear. De dónde saca esa fortaleza, ese ánimo; cuál es el secreto?. Dios, su Madre, la comunión de los santos, el haber convivido con santos, San Josémaría, D. Alvaro, tantos hombres y mujeres heroicos y discretos. Por tanto, más oración, más penitencia, más trabajo. Para días malos , el primer viernes santo de la historia, o no?.

9 comentarios:

  1. Tiene palabras de vida eterna

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  2. No hay que desfallecer jamás. Bienvenido de nuevo al optimismo.
    Más oración, más penitencia, más trabajo.
    Saludos

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  3. Las palabras de vida eterna del Prelado, yo estoy mareado. Gracias Mar.

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  4. El mensaje de Cristo está lleno de amor, de esperanza, de vida. El Prelado del Opus Dei es mensajero de esa realidad, aunque a veces no es visible a los ojos de la carne.
    Sembrar paz y alegría, esa es nuestra tarea.
    Un salu2
    Luisa

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  5. La pregunta sobreel primer viernes santo de la historia no queda clara. Cierto que ese día todo el dolor, la muerte, la desolación y las tinieblas se cernieron sobre Jesús, pero ese día se abrió el cielo.

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  6. Muy bueno!Pero que difícil es ser optimista siempre ...

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  7. Creo que D. Javier no es, para nada, un optimista. Es un hombre que vive de la Esperanza, que es muy distinto.

    Por eso me atrevo a decir que el Viernes Santo no fué, ni de lejos, el peor día de la historia. Es, sencillamente, el día que el Padre del Cielo eligió para devolver la Esperanza al mundo, contra toda esperanza.

    Un saludo.

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