Gracias Josemaría por lo mucho que te debo. Haz que sepamos convertir el trabajo y las ocupaciones ordinarias del cristiano en ocasión de amar al Señor y a su Madre y de servir a la Iglesia, al Papa y a todo el mundo, iluminando los caminos de la tierra con la luminaria de la Fe y del Amor. Amén.
Es usted abogado ¿no? ¡Qué hábiles son ustedes, los abogados! Reconocen que le deben mucho a un santo pero no manifiestan ningún deseo o propósito de pagar sus deudas. Al contrario: siguen pidiendo favores. Amablemente, claro.
ResponderEliminarMe pone usted en un aprieto. Pero los santos están para pedir, no?
ResponderEliminarLos santos están, por supuesto, como los abogados, para hablar bien de nosotros. Pero nuestra relación con ellos no puede ser solamente profesional. Tanto como su intercesión nos ayuda su ejemplo si lo imitamos. ¿Es usted doctor de la Ley y no sabe estas cosas?
ResponderEliminarOtra pregunta: ¿se acuerda usted de mí en sus oraciones?