En un congreso reciente coincidí con un médico francés que trabaja en Congo , en el centro Monkole, centro hospitalario y asistencial del Opus Dei. Me decía que no ha viajado demasiado por el Congo, no por falta de ganas, sino porque no hay carreteras, o puede haber una guerra en medio. Es experto en medicina tropical. Concluí que es muy feliz. Me dijo que muchas cosas están por hacer en el Congo. La esperanza de vida está en los 50 años. Y me llamó mucha atención un dato contundente: en el Congo no hay suicidios, ni uno.
Parece que el suicidio aparece en sociedades desarrolladas. No creo que la solución esté en Africa ahora, pero es interesante...
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