viernes, septiembre 03, 2010

Sólo El sabe escuchar.



Hace doce años un empresario mexicano me dijo que había que cuidar el diálogo que uno tiene consigo mismo. Nos impactan las noticias, los desastres, los miedos, las alertas naranjas y rojas, la radio, los tertulianos,la cope, la ser, el gato con agua, el intermedio...así iba por la calle. Llegué a la Iglesia del Caballero de Gracia. El Santísimo estaba expuesto. Cerré todas las escotillas que llevaba abiertas con trompetas incluidas. Le dije cosas con el corazón, que no tienen palabras, pedí por todos. Sentí paz profunda. Confesé mis pecados y asistí a Misa. Por la Gran Vía bajaba contento, airoso como el muchachote de Camino...soy, somos hijos de Dios.

6 comentarios:

  1. Me alegro.Yo también necesito algo de paz.El comienzo de curso agobia,todo por no confiar en Dios y pensar que una sóla vale para todo.Sigo tu ejemplo.

    ResponderEliminar
  2. Una lección de optimismo del bueno, de alegría... que está a nuestro alcance.

    ResponderEliminar
  3. Me gusta y ayuda el blog.Todo el día andamos con mil cosas distintas y parece que vivimos al margen de lo que es lo mas importante: Dios.Al leer el post me doy cuenta que día si día no me tengo que "centrar".Gracias!

    ResponderEliminar
  4. Eso es lo impotante : saberse hijo de Dios! .Somos unos privilegiados y no nos damos cuenta ,siempre buscando tiquis miquis a todo.Dios ayudanos en este comienzo de curso escolar!

    ResponderEliminar
  5. sin retorno ¡ que gran post!,la verdad que no nos damos cuenta de lo realmente y unico importante en esta vida.
    Todos los dias tenemos que recomenzar y darnos cuenta de de que somos hijos de DIOS. Todo lo demas es ruido en el camino.
    un abrazo
    goyo

    ResponderEliminar
  6. Y muchos me preguntarán ¿y tu que titulos espera de tu vida? El único título al que aspiro es a ser Hijo de Dios.

    ResponderEliminar