No le haría yo mucha propaganda a este señor. Me quedo con lo que dice Habermass y con el éxito de la JMJ.
Si consultamos en el diccionario de la RAE la voz totalitarismo leemos que se trata de un régimen político que ejerce fuerte intervención en todos los órdenes de la vida nacional, concentrando la totalidad de los poderes estatales en manos de un grupo o partido que no permite la actuación de otros; sería algo así como un gran Leviatán, un monstruo terrible que devora a sus hijos, en este caso, la sociedad civil.
Esta definición me ha vendo a la cabeza al oír las declaraciones de Gaspar Llamazares (y de la izquierda radical con él) durante la reciente visita de Benedicto XVI a Madrid con motivo de la JMJ. La verdad es que la izquierda radical no ha cambiado mucho en los últimos doscientos años. Su vocación intolerante, violenta y represora sigue persistiendo, sorda a la caída de muros y de regímenes opresores. Eso sí, sabe jugar muy bien al despiste para desviar la atención del personal sobre su falta de talante democrático, vistiendo con el sambenito de totalitarios a otras personas e instituciones que son unos benditos si los comparamos con la barbarie comunista, que ha ocasionado, según los historiadores, la friolera de 80 millones de muertos (muchos de ellos personas creyentes) desde los tiempos en que Marx paseó su barba por este mundo.
Como prosélito de esta gloriosa ideología, Llamazares no ha perdido la ocasión de protestar por la “excesiva” presencia mediática del viaje del Papa a nuestra capital. Dicen que don Gaspar es médico, pero me parece que no sabe contar, pues ignora a la mayoría católica española que paga con sus impuestos la televisión pública y es incapaz de apreciar que cada domingo asistan a misa unos 10 millones de españoles, una cifra que deja en una posición irrisoria los resultados electorales que ha conseguido don Gaspar en su miserable vida política.
Pero el señor Llamazares no solo suspende en matemáticas sino también en filosofía política contemporánea. El diputado de IU parece estar anclado en el siglo pasado (¿o tal vez en el XIX?), cuando se indigna por una supuesta rendición del Estado laico ante la Iglesia. Los vientos en los países más avanzados corren por otro lado, y me limito a por citar un ejemplo: es el caso de Jürgen Habermas, un prestigioso filósofo de izquierdas que reconoce que hay que dejar un espacio a la religión en la esfera pública: “la secularización del Estado no pueda ser confundida con la secularización de la sociedad civil. Mientras que las tradiciones religiosas y las organizaciones sigan siendo fuerzas vitales en la sociedad, la separación de la Iglesia y el Estado en el contexto de una constitución liberal no puede resultar en una total eliminación de la influencia que las comunidades religiosas pueden tener en la política democrática.”
Hay un aspecto que comparto con los indignados del 15M: eliminar los privilegios de los políticos, pero yo añadiría que se estableciera una prueba de control para acceder a un cargo público y así evitar que nos representen cantamañanas (morningsingers, en inglés macarrónico) que no saben hacer la “O” con un canuto.
Juan José Muñoz
llamazares mejor haría dando explicaciones de por qué deja IU con un diputado, representando todo lo que dice representar.
ResponderEliminarSaludos Sinre
Oiga!
ResponderEliminarLa "O" es una cosa muy seria!
y matamos por ella.
Un abrazo,
JyY
Y es que la "O" es COMODA y muy exigente a la vez.
ResponderEliminarQue es una persona cómoda en la "O"?
Pues una o uno que dice:
Chicos-as me voy a que me "infusionen" en la Renovación Carismática.
Chicos-as me voy a los Rosales de retiro con el Opus Dei.
Chicos-as me voy con los "Kikos"...hoy tengo catequesis.
Chicos-as soy legionaria y lo estoy pasando mal.
Chicos-as JyY somos parroquianos y os queremos con toda el alma!
En la "O" todos estamos expectantes y siempre hay respeto y cariño...es más! a JyY nos han puesto las manos para infusionarnos y va a ser que no!
No por ello, no nos hemos emocionado con el Amor que se respira allí...NOs hemos emocionado y mucho!
Pero la gente "cómoda" siempre disfruta con las cosas de la gente a la que quiere y si ve! que eso les hace el BIEN...lo aplaude y lo disfruta...no pone peros a nada!
Y por esto! JyY siempre estamos rodeados de gente estupenda que nos ayudan a volver a Casa.
JyY
No se confunda, Profe. Lo de ese médico cubano no es ignorancia, es mala leche. Sabe y le consta que su "paleo-ideología" está de capa caída desde el mismo instante en que se niega a reconocer la realidad. Sabe, y le consta, que las masas obreras le han dado la espalda; sabe, y le consta, que esas masas le ponen los cuernos votando cualquier cosa menos a su "partidito"; sabe y le consta que todo lo que dice no resiste el más leve análisis racional; sabe y le consta que los intelectuales (los de verdad) escapan de esas ideas como de la peste negra. Pero le va mucho en ello (le va todo su presupuesto familiar), y fuera de los Presupuestos Generales del Estado hace muuuucho frío. Por eso se aferra a la Gran Ubre como un náufrago a su balsa. Y la única madera que le queda de esa balsa es su "paleo-ideología", un par de amigos en Cuba y Venezuela y poco más. Yo no le daría más importancia. El final de esa mascarada sólo es cuestión de tiempo. Y si algo le sobra a la Iglesia, es tiempo... y paciencia.
ResponderEliminarSee you!
Buenos dís don Sinretorno. Dios llama y unos muestran con claridad que no quieren oír y se esfuerzan contra la lógic, la realidad y lo que se tercie. NO quieren servir y muestran todo el odiO y el miedO que llevan dentro, hoy con las palabras, mañana ya veremOs.A nosotros siempre nos queda amarlOs y tomar nota.Un abrazo.
ResponderEliminarEl señor Llamazares y otros padecen una 'enfermedad' llamada odium fidei. Supongo que en términos modernos y naturalistas la catalogarían incompletamente de fobia, pero la Iglesia ya la tiene catalogada, diagnosticada (y sufrida) desde hace 2000 años, año arriba, año abajo. Así que no hay que sulfurarse por lo que digan aunque sí contestarles con la verdad, por supuesto.
ResponderEliminarEn cuanto a Habermas es cierto que su pensamiento ha evolucionado desde el 'no tiene derecho a hablar' hasta el 'dejemos que hable, necesitamos una moral y no sabemos como conseguirla'. No es el único intelectual que ha sufrido esa evolución y, desde luego, me alegro y prefiero la segunda postura. Y me encanta que dialogue desde la razón con Joseph Ratzinger. Pero al leer sus textos no hay que olvidar nunca que Habermas (y otros) siguen viendo la religión supeditada al Estado, que a veces parece que estemos de acuerdo y va a ser que no.
Por cierto, comparar a Llamazares con Habermas, intelectualmente hablando, es comparar un 600 sin motor con un Ferrari. Y he puesto esta comparación y no otra por caridad cristiana, que como yo fuese un 'ser moralmente autónomo' de los que le gustan al señor Llamazares, me echaba usted de la zona de comentarios, don Sinretorno, por grosera.
P.S. Espero que haya pasado un feliz mes de agosto. Y también los lectores y los comentaristas. Yo he usado mis vacaciones para estar en la JMJ ¡y me ha encantado!