Rafael Navarro Valls en el Mundo de hoy. Rezamos....http://www.elmundo.es/internacional/2014/05/26/5383764d268e3e30488b457e.html
El Papa Francisco en el Muro de las Lamentaciones, en Jerusalén. Efe
Tres días, tres países, tres religiones. Los términos del desafío del viaje que finaliza este lunes, suponía para el Papa Francisco equilibrar factores muy distintos en la balanza de la tolerancia, cuando el trasfondo de la tierra que pisaba ha sido históricamente de incomprensión y odio. Y aunque el Obispo de Roma ha insistido en que su viaje era "religioso", no podía el Papa Francisco ignorar su contexto peligrosamente político y hasta bélico, con un proceso de paz prácticamente en coma. El problema consistía, sin negar el pasado, construir unas bases de comprensión a partir de él. Por eso, nada más aterrizar en Cisjordania, manifestó que " ya es hora de poner fin a esta situación, que se hace cada vez más inaceptable" Y en Belén, ha invitado a los líderes palestinos e israelíes , a " elevar junto conmigo, en el Vaticano, una intensa oración, invocando de Dios el don de la paz"
La inmediata aceptación de ambas partes era la demostración de que el Papa Francisco es la persona más adecuada para hacer esta revolucionaria oferta. Aunque Juan Pablo II y Benedicto XVI fueron grandes amigos del pueblo hebreo, en algunos sionistas podía quedar la desconfianza de que uno era polaco y el otro alemán. Francisco es un latino, del que uno de sus mejores amigos es un rabino judío. Tal vez por eso, el Papa Bergoglio, aparte de su visita al Muro de las Lamentaciones y al Memorial de Yad Vashem -que también hicieron sus dos antecesores -, se detuvo en una parada inédita en la tumba de Theodor Herzl, fundador del sionismo.
Desde luego este gesto ha alarmado a algunos radicales islámicos. Pero la gran mayoría de los palestinos no olvidan que, poco después de su elección, Francisco envió - con motivo de la celebración del Id al-Fitr, que concluye el mes del Ramadán - un saludo personal con sus felicitaciones a los musulmanes del mundo entero, con una llamada al respeto mutuo y la amistad. Francisco, además, ha visitado - con cierta inquietud hebrea- dos campos de refugiados sirios y palestinos en Jordania y en Cisjordania.
El carácter 'religioso' del viaje
Acabo de mencionar que el Papa ha subrayado el carácter "religioso "de su viaje. El motivo del mismo era el aniversario de un acontecimiento inédito que protagonizaron hace 50 años (1964) Pablo VI y el patriarca Atenágoras. El abrazo entre los dos subrayó el final de un clima de enfrentamiento entre ortodoxos y católicos, desde el cisma del 1054. Otro abrazo ha ratificado los deseos de unidad entre el Obispo de Roma y el Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I. Poca cosa parece un abrazo. Pero no lo es si a él se añade una visita colectiva a la Basílica del Santo Sepulcro para una ceremonia sin precedentes: la oración conjunta de las comunidades cristianas - ortodoxa, armenia y católica, -presentes en los Santos Lugares. Tierra Santa es el símbolo gráfico más patente de la fractura de las iglesias y confesiones cristianas. Es una piedra de escándalo y un reto de primer orden: construir el ecumenismo y la unidad sobre una historia milenaria de división y reparto de los Santos Lugares. Francisco y Bartolomé han dado un paso de gigante para recomponer un pasado lleno de incomprensiones, firmando, además, una histórica declaración conjunta.
La visita de Francisco - si miramos al propio Estado de Israel -suponía un desafío también jurídico. En 1993 el Estado de Israel firmó el Acuerdo Fundamental con la Santa Sede, que supuso una revolución jurídica y política. Como consecuencia, en 1997 se firmó un nuevo acuerdo (no ratificado por el parlamento israelí) sobre la personalidad jurídica de la Iglesia católica y sus instituciones en Israel. Pero todavía sigue pendiente (¡han pasado ya más de veinte años!) la firma de un acuerdo sobre asuntos económicos, patrimoniales y fiscales que garantice que las instituciones católicas tengan un normal desenvolvimiento en Israel, sin depender de la buena voluntad (cambiante) de las autoridades municipales y fiscales. La visita de Francisco, desde luego. ha acelerado la normalización jurídica de las relaciones "concordatarias" Santa Sede /Israel.
Pero el desafío para Francisco era especialmente delicado con la Autoridad Nacional Palestina, con la que año 2000 la Santa Sede firmó un Acuerdo , que aspira a ser una especie de paraguas protector jurídico de la actividad de la Iglesia en particular y de la libertad religiosa en general. No obstante, en el complejo mundo palestino las cosas parecen cambiar de año en año. ¿Sería el Papa un simple convidado de piedra en medio de las tensiones y distensiones entre Al-Fatah y Hamas, de la progresiva islamización de la causa palestina, de las consolidadas enemistades del Pueblo Palestino y el Judío? No lo parece, si estamos a la actividad asistencial y educativa inspirada por la Iglesia católica entre los palestinos , que sigue siendo un factor de esperanza. Y el que expresamente el papa se haya referido al "Estado palestino" es una declaración contundente.
El desafío de Francisco
En fin, la principal destinataria de la visita eran los fieles católicos de la zona. Otro dolor de cabeza para el Obispo de Roma. Los cristianos árabes se encuentran sometidos a dos presiones: la presión social y cultural judía y la creciente islamización de la causa palestina. Neutralizarlas y, además, atender adecuadamente al incipiente grupo de fieles de lengua hebrea, no es tarea menor. A lo que se une la urgencia de frenar la sangría de la emigración cristiana a otros países, problema especialmente grave en lugares tan evocadores como Nazaret o Belén.
Y lo más importante: Tierra Santa ha sido considerada, no sin razón, como escenario paradigmático de la religión como factor de violencia: la conquista judía veterotestamentaria, las ocupación militar islámica, las cruzadas cristianas, etc. Todo un ejemplo, según el laicismo, deque las religiones monoteístas son un grave factor de desequilibrio y conflicto en el escenario internacional. Me da la impresión de que el "efecto Francisco" ha ayudado a romper con esta idea --tan arraigada como imprecisa-- del imaginario social de nuestro siglo XXI.
Demasiadas bolas en el aire. Francisco no es un mago. Pero ha conseguido en el histórico viaje de tres días que los desafíos se atenúen. Desde luego un paso importante de esa ingente tarea de convertir un dédalo de intereses divergentes en un punto de partida para la paz.
Rafael Navarro-Valls, catedrático, académico y premio internacional Jemolo de relaciones Iglesias/Estado.
Grande Francisco :-)
ResponderEliminarUn abrazo!
mucho, gracias Ana....
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