Asistí ayer a su funeral. Buen funeral: Basílica de San Miguel de Madrid, ocho sacerdotes concelebrantes, buen órgano y con parte del orfeón donostiarra que interpretaron: Kirye de Mozart, Sanctus( no sé de quién ), Gure Aita, Aurtxo Polita, Agur Jesusen Ama y alguna más que se me escapa.
D. Angel era y es un sacerdote, que a principios de los 70 le veíamos por televisión en un programa llamado Tiempo para Creer: elegante, de voz cálida, con mucho sentido del humor, gran observador de la realidad, hablaba del evangelio, de seguir a Jesús y servir a los demás. Venía a ser una meditación, una consideración espiritual breve, certera, práctica, sencilla pero con la grandeza de cada letra del evangelio. Tomaba ejemplos de la vida corriente. Se hizo del Opus Dei en 1944 y se ordenó sacerdote en 1952, murió el 23 de diciembre de 2014. Plenamente vasco y español, hincha del Atletic de Bilbao. Un hombre muy amable y con valiosos talentos; sin artificios captaba la atención, relataba los sucesos de modo cautivador, descansaba oirle, con un sentido del humor y alegría animante. Pude convivir con él en dos convivencias de unos 20 días. Me imagino que todo esto que digo, además de sus dones naturales, fue fruto de una pelea discreta y constante por mejorar. " He recorrido el camino, he peleado en buena lid, he conservado la Fe" decía San Pablo a punto de ser mártir. D. Angel se había preparado así para su encuentro con Dios. En un mundo desconcertante, convulso, amenazador, en ese funeral había paz y belleza. In pace!!!
Bonita reseña necrológica.A la ama le gustaba.un fuerte saludo.Unidos.
ResponderEliminarEs verdad... bonita reseña. Misael
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