domingo, septiembre 27, 2015

Cataluña...





Solidaridad dentro del Estado


elecciones_catalanas--644x362En la instrucción pastoral de la Conferencia Episcopal Española del año 2002,”Valoración moral del terrorismo en España, de sus causas y de sus consecuencias”, hay un apartado muy interesante, el 5º, que hace alusión al nacionalismo y a la perversión de toda insolidaridad dentro del propio Estado. Ante el debate sobre el desafío de Artur Mas y el referéndum de independencia, os paso estas palabras, que son muy adecuadas para el debate.
Las naciones, en cuanto ámbitos culturales del desarrollo de las personas, están dotadas de una soberana espiritual propia y, por tanto, no se les puede impedir el ejercicio y cultivo de los valores que conforman su identidad. Esta soberanía espiritual de las naciones puede expresarse también en la soberana política, pero ésta no es una implicación necesaria. Cuando determinadas naciones o realidades nacionales se hallan legítimamente vinculadas por lazos históricos, familiares, religiosos, culturales y políticos a otras naciones dentro de un mismo Estado no puede decirse que dichas naciones gocen necesariamente de un derecho a la soberana política.
Las naciones, aisladamente consideradas, no gozan de un derecho absoluto a decidir sobre su propio destino. Esta concepción significara, en el caso de las personas, un individualismo insolidario. De modo análogo, resulta moralmente inaceptable que las naciones pretendan unilateralmente una configuración política de la propia realidad y, en concreto, la reclamación de la independencia en virtud de su sola voluntad. La virtud política de la solidaridad, o, si se quiere, la caridad social, exige a los pueblos laatención al bien común de la comunidad cultural y política de la que forman parte.
La Doctrina Social de la Iglesia reconoce un derecho real y originario de autodeterminación política en el caso de una colonización o de una invasión injusta, pero no en el de una secesión.
Javier Alonso Sandoica

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