sábado, noviembre 14, 2015

París.


Guerra.

Las religiones no son el problemas, el hombre manipula a la familia (Mafia) a Dios (terrorismo islamista) a los ideales (totalitarismos).

     En su libro Dostoïevski à Manhatan (2002), el recientemente fallecido André Glucksmann, filósofo francés y escritor abundante y exitoso, antiguo maoísta y desde 1975 látigo del comunismo y de cualquier totalitarismo, comparaba a los terroristas yihadistas con los terroristas rusos, descritos por el genial novelista, y les arrancaba cualquier máscara de religiosidad y de islamismo. Eran pura y llanamente nihilistas, no tenían ninguna fe  en el hombre y menos ningún amor, y sólo les movía la envidia, el odio y la venganza. En cualquiera caso, sea cierto o no su islamismo fanático, o su nihilismo extremo, la realidad de su envidia, su odio y su venganza son evidentes, como evidentes son sus horrendos crímenes, ahora en París, como antes en Londres, Bali, Madrid o Nueva York. A la Europa democrática le toca volver a aprender la amarga y terrible lección, y defenderse por todos los medios democráticos posibles, entre los que no están ni la ambigüedad falsamente progresista (que suele ser carencia de valores humanos y exceso de egoísmo y de cobardía), ni la culpable, por cómplice, tolerancia postmoderna.  http://vmarbeloa.es/  




8 comentarios:

  1. Ese es el problema. que a la poblacion se le silencia que estamos en guerra porque los conflictos por la paz tienen mal predicamento en la buenista Europa.

    Es necesario que Europa vuelva a sus raíces. Hungria lo hace. Polonia tambien.

    misael

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  2. Yo haré lo que dice el catecismo, sin importarme lo que lleguen a hacer estos gobiernos de singobierno.

    2.302 a 2.300 del catecismo de la Iglesia.

    Jyy+


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  3. Yo haré lo que dice el catecismo, sin importarme lo que lleguen a hacer estos gobiernos de singobierno.

    2.302 a 2.300 del catecismo de la Iglesia.

    Jyy+


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  4. He reeleido lo que acabo de escribir, y somos muy puntillosos con lo que escribimos, por una parte es mi palabra, y mi palabra es mi vida.

    Haré lo que Dios me mande...matar a un hombre que esté matando a un hermano o dejarme matar, al final esto parece muy trágico.

    Pero esto acabará así si Dios no lo arregla, asín que másvale acostumbrarse

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  5. Oramos por París :-(

    Un abrazo, Daniel, y que Dios nos ayude a todos.

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