Estás en un blog espumoso, intimista, paradójico; de lo humano y de lo divino. No soy mejor que tú... Me propongo hablar a la cara y que me hables a la cara, sin caretas, sin retorno, a quemarropa... blog del Profesor Tirapu
Siiii y nosotros teníamos al mejor!!!Aitonatiiiii
aitonatiiii, hoy hizo ganar a la Real!!!
Que gracioso!El abuelo es sabio,tiene experiencia y pasa del que diran.
Me alegro de haber encontrado un blog tuyo, Daniel.Desde Granada.Un abrazo.
qué alegríay buen blog el tuyo en inglés !!!!!
Estoy casada,gracias a Dios,con un abuelo de esos.Yo creo que mi nieto Antonio lo sabe,se le nota muchísimo.Janusa
Abuela. El tiempo que te asedia la miradano ha podido borrarte los lucerosde esos ojos brillantes y certeroscon que me miras, abuela, tan callada. Tras la guedeja blanca de tu peloyo imagino los bucles, la melenade una muchacha en flor, toda azucena,que cuenta las estrellas por el cielo. Y al saber de la niña que tu has sidodeseo que tú seas la que fuistemás allá del tiempo que viviste. Y por eso te sigo y te persigopara jugar las dos, nieta y abuela, en un campo azul de primavera
Siiii y nosotros teníamos al mejor!!!Aitonatiiiii
ResponderEliminaraitonatiiii, hoy hizo ganar a la Real!!!
ResponderEliminarQue gracioso!El abuelo es sabio,tiene experiencia y pasa del que diran.
ResponderEliminarMe alegro de haber encontrado un blog tuyo, Daniel.
ResponderEliminarDesde Granada.
Un abrazo.
qué alegríay buen blog el tuyo en inglés !!!!!
ResponderEliminarEstoy casada,gracias a Dios,con un abuelo de esos.Yo creo que mi nieto Antonio lo sabe,se le nota muchísimo.Janusa
ResponderEliminarAbuela.
ResponderEliminarEl tiempo que te asedia la mirada
no ha podido borrarte los luceros
de esos ojos brillantes y certeros
con que me miras, abuela, tan callada.
Tras la guedeja blanca de tu pelo
yo imagino los bucles, la melena
de una muchacha en flor, toda azucena,
que cuenta las estrellas por el cielo.
Y al saber de la niña que tu has sido
deseo que tú seas la que fuiste
más allá del tiempo que viviste.
Y por eso te sigo y te persigo
para jugar las dos, nieta y abuela,
en un campo azul de primavera