martes, junio 28, 2016

Bud Spencer,católico y con esperanza.

In pace!!!!, gracias por hacernos reir.

Fue un héroe del filón “Spaghetti western”,  junto a Terence Hill, después de triunfar en su juventud como campeón olímpico de natación. Ahora Bud Spencer, en una reciente entrevista al diario alemán Welt am Sonntag a propósito de su nuevo libro “Como Ergo Sum“, se confesaba sobre temas íntimos y muy delicados: su relación con la religión, con el final de la vida, con el más allá.
“En mi vejez avanzada necesito la religión – decía Carlo Pedersoli (este es su verdadero nombre) – necesito a fe. Creo en Dios, esto es lo que me salva – explicaba –. En cambio, me he dado cuenta de que no es nada todo aquello a lo que antes yo daba un gran valor: el deporte, donde quería afirmarme, la popularidad. El que se enorgullece por estas cosas, quien busca sólo el éxito, la fama, es un idiota”.
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Errores y arrepentimientos
Bud admitía no haber sido precisamente un “santo” en vida. Y sólo ahora se da cuenta de los errores pasados. “He cometido muchos errores, con las mujeres, los amigos, errores gordos, locuras. Ahora que tengo casi 86 años, veo las cosas de manera muy distinta. La vida me ha enseñado que las cosas que cuentan son otras”.
No evitaba el tema de la muerte, al contrario. “Estoy cada vez más apasionado por la vida cada día que pasa, pero la muerte no me asusta. Porque creo que en realidad uno no se muere, y que nuestra alma está viva aún después de dejar la tierra. Al contrario, estoy seguro de que la vida continua. Entre tanto, afrontaré la muerte, en todo caso, con dignidad , y con la misma dignidad afrontaré el juicio de Dios”.
“No soy un héroe”
Esta misma dignidad le lleva a decir: “No me interesa un ‘adiós’ de héroes. Soy un hombre como los demás. La vida es una farsa, mucho humo a los ojos, muchas alegrías pero también muchas desilusiones. El heroísmo, en mi caso, es algo artificial, una ficción. El verdadero héroe es solo el que da la vida por su país o protege con un acto extraordinario a su familia. Yo no soy uno de esos”.
“Cuando el Padre eterno me llame, quiero ir a ver qué pasa. Porque si no pasa nada, me enfado. ¿Me has hecho levantarme cada mañana durante 87 años para no ir, al final, a ningún sitio? Yo, ante tantas cosas enormes que no comprendemos, sólo puedo apegarme a él. Y esperar que cuando me llame, se me aclarará todo. Porque hoy, hágame caso, ya no se entiende nada”.

2 comentarios:

  1. Que bien llegara este chico a ese final eh?...me ha gustado sip...porque en realidad no dice mas que la verdad y eso ha sido un regalo de lo alto...debio ser un corazón bueno este fortachon que con sus guantadas me reia...y me rio todavia mucho....Creo que el Padre se ha sonreido cuando lo ha visto entrar..seguro..

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