Madre ...
Benditas las ojeras de las madres, y bienaventuradas las espaldas de las madres, los pasos con varices de las madres. La noches arrasadas de las madres. Y bienaventuradas las madres, madres, madres.
Porque ser madre es una puerta abierta; ser madre es un peral junto al camino. Es un agua sencilla, una pradera...Un árbol sin horarios ni preguntas, ni prohibidos. Un poco de nieve que se pisa.
Ser madre es lo que nunca termina.
Lo que parece Dios de tan, tan madre.
Yo bendigo a las madres con toda la poesía que me cabe en la voz. Y digo para el puro diccionario de los ángeles: madre, la mujer que al dolor le enseña a ser sonrisa.
Porque ser madre es una puerta abierta; ser madre es un peral junto al camino. Es un agua sencilla, una pradera...Un árbol sin horarios ni preguntas, ni prohibidos. Un poco de nieve que se pisa.
Ser madre es lo que nunca termina.
Lo que parece Dios de tan, tan madre.
Yo bendigo a las madres con toda la poesía que me cabe en la voz. Y digo para el puro diccionario de los ángeles: madre, la mujer que al dolor le enseña a ser sonrisa.
Miguel d’Ors
Qué belleza! Gracias!!!
ResponderEliminarHola
EliminarPrecioso!Tito Dani!
ResponderEliminarasí es Karina y Alvarito
ResponderEliminarQue bonito Sinret. Gracias por la parte que me toca. Las madres imperfectas también hacemos todas esas cosas pero con cierto ADN trasto.
ResponderEliminar¡¡Qué grande Miguel d'Ors!! Los poetas nos enseñan a expresar incluso lo que sabemos, pero que, por inefable, no sabríamos plasmar con palabras... Sí serán grandes e importantes las madres que hasta Dios mismo para venir a este mundo, pudiéndolo hacer de tantos modos, quiso hacerlo por medio de una Madre... ¡Bendita la Madre que te parió!
ResponderEliminar¡Gracias!
ResponderEliminar¡Qué preciosidad!
Daniel, este texto lo compartí en mi blog, citando la fuente, y Miguel d'Ors me dejó en un comentario el auténtico poema:
ResponderEliminarCANTO A LAS MADRES
Benditas las ojeras de las madres.
Y bienaventuradas
las espaldas gimientes de las madres,
los pasos con varices de las madres,
las noches arrasadas de las madres;
y bienaventuradas las madres madres madres.
Porque ser madre es una puerta abierta,
ser madre es un peral junto al camino,
es un agua sencilla, una pradera,
un árbol sin horarios ni preguntas
ni prohibidos, un poco de nieve que se pisa;
ser madre es lo que nunca se termina,
lo que parece Dios de tan tan madre.
Yo bendigo a las madres con toda la poesía
que me cabe en la voz
y digo para el puro diccionario
de los ángeles: “Madre:
la mujer que al dolor le enseña a ser sonrisa”.
Muchas gracias.
a ti.
ResponderEliminarSe lo voy a enviar a mi madre
ResponderEliminarclaro que sí y a tu esposa si quieres. Abrazos
ResponderEliminarQue fuerza tienen estos versos
ResponderEliminarGracias Dani!!
Pandus
GRACIAS A TI
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