Y un recuerdo emocionado a los aitas, Daniel y Mercedes.
La muerte y la vida continúan. Hoy, San Raimundo de Peñafort, patrono de juristas, a media tarde, soy tío abuelo de dos gemelas, como mis hermanas. Se llaman Lucía y María. Gracias a Dios y bendiciones para María y Carlos, sus padres. Dios no se deja ganar en amor y generosidad y siempre sorprende con alegrías. Lucía y María, deseando veros, habéis venido en un año extraño. Toda la esperanza y amor para vosotras.
Empiezo a ser viejo, pero la llegada de estas nuevas gemelas, mis hermanas lo son, me llena de alegría y juventud. Jesús , José y María os doy el corazón y el alma mía. Angeles de la guarda, mimadlas!!
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