"Es bello ser anciano. En cada edad es necesario saber descubrir la presencia y la bendición del Señor y las riquezas que aquella contiene. Jamás hay que dejarse atrapar por la tristeza. Hemos recibido el don de una vida larga. Vivir es bello también a nuestra edad, a pesar de algún achaque y limitación. Que en nuestro rostro esté siempre la alegría de sentirnos amados por Dios, y no la tristeza". (Discurso 12 de Noviembre de 2012)
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