miércoles, mayo 17, 2023

TC y sentencia de aborto.



 

A todos los socios de CíViCa
Si no puede ver bien el mensaje, haga click aquí para abrirlo en su navegador 
Ciencia Vida y Cultura - Asociación de Investigadores y profesionales por la Vida
Inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones: Grupo 1/ Sec.1/ Nº Nac.:593554

Nota sobre la resolución del Tribunal Constitucional sobre el aborto


Queridos amigos:

Además de lo ya señalado por CiViCa y el Observatorio de Bioética de la UCV en nuestra declaración conjunta   «Sobre el anuncio del Tribunal Constitucional de rechazar el recurso de inconstitucionalidad de la Ley orgánica 2/2010 de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo», la Junta Directiva de CiViCa, a la luz de la Nota Informativa Nº 32/2023, emitida el 9 de mayo por el  TC hace constar lo siguiente:

  1. Causa sonrojo la manipulación, tanto de términos como de conceptos jurídicos, en una resolución que no se inspira ni en argumentos científicos ni jurídicos, sino exclusivamente en proclamas populistas, carentes de rigor y basadas en la ideología de género.
  2. El artículo 10 de la Constitución reconoce como principio general del Derecho o fundamento del orden político y la paz social la protección de la dignidad humana, y es obvio que no puede protegerse la dignidad humana sin asegurar su vida, su presupuesto natural. Por ello, la sentencia del TC. de 1985 y concordantes reconocieron como un bien digno de protección la vida del niño ya concebido, al margen del debate de si está o no incluido en el artículo 15 de la CE.
  3. En ningún caso puede considerarse superado el establecimiento de un sistema legal para la protección del no nacido tras 13 años de la ley recurrida, en virtud de una “interpretación evolutiva” de la Constitución Española.
  4. No se entiende que, tal y como se indica en la nota del TC, se produzca una limitación de los derechos constitucionales de la mujer a medida que avanza el embarazo y el desarrollo fisiológico-vital del feto. No se explica qué derechos quedan limitados por el embarazo (porque no es cierto que esto ocurra). Además, es incomprensible sustentar la existencia de un derecho pasajero en la madre que dependa de la edad de un tercero.
  5. No resulta menos irracional hablar de un derecho de autodeterminación en la mujer, en los términos en los que lo hace la sentencia: no existe ese derecho; ni en la mujer ni en el hombre. De ser así, la mujer podría autodeterminarse, por ejemplo, quitándole la vida al recién nacido o a cualquier otro ser humano ya nacido.
  6. Repugna al más elemental sentido común considerar “acto médico” la supresión de una vida humana. El aborto no es un acto médico. De acuerdo con el Art.  6.1 del Código Deontológico de la AMC española, todo acto médico se caracteriza por tres elementos: solo lo puede ejecutar un “profesional médico”; su finalidad es la curación, alivio, prevención o promoción de la salud; y ha de ser legal, o sea, acorde a la ‘lex artis’.
  7. El TC se excede en sus funciones al dictaminar sobre la no objeción de conciencia del personal sanitario en contra de lo que señala el Art. 16.1 de la CE. y el Art. 34.1 del Código Deontológico Medico «la objeción de conciencia es el derecho del médico a ser eximido del cumplimiento de los deberes constitucionales o legales por resultar dicho cumplimiento contrario a sus propias convicciones».
  8. Pretender prohibir el ejercicio de la objeción de conciencia a los médicos a quienes se quiere imponer la realización del aborto demuestra el conocimiento de estar exigiéndoles que cometan un acto contrario a la moral médica.

 
Madrid, 15 de mayo de 2023

sábado, mayo 06, 2023

Mes de María, el Rosario.

 


¿Qué es el Rosario? ¿Cómo se reza?

El mes de octubre tradicionalmente está dedicado a la Virgen María, en su advocación de nuestra Señora del Rosario. Pero, ¿por qué se aconseja rezar el rosario y cómo se reza? Respondemos a las preguntas más habituales.

¿Qué es y cómo se rezar el Rosario?
¿Qué es y cómo se rezar el Rosario? Photo by James Coleman on Unsplash

Sumario

1. ¿Qué es el Rosario?
2. ¿Cómo y cuándo nació esta devoción?
3. ¿Cómo se reza el Rosario?
4. ¿Por qué se aconseja rezar el Rosario?


Te puede interesar • Guía para rezar el Rosario (Devocionario móvil) • Recursos sobre el mes del Rosario • Santo Rosario en audio para cada día • Libro electrónico gratuito: “María, una vida junto a Jesús” • 10 piropos que los santos regalaron a la Virgen • Origen y motivos de la devoción de los católicos por la Virgen María


“Queridos jóvenes aprendan a rezar con la oración simple y eficaz del santo Rosario. Queridos enfermos, que la Virgen Santísima sea vuestro apoyo durante la prueba y el sufrimiento”. Papa Francisco, Audiencia General del 3 de mayo de 2017.

“El Rosario es la oración que acompaña siempre la vida, es también la oración de los sencillos y de los santos… es la oración de mi corazón”. Papa Francisco, introducción del libro El Rosario. Oración del corazón, de la edición Shalom.

1. ¿Qué es el Rosario?

El Rosario es una oración tradicional católica que busca honrar a la Virgen. En un inicio constaba de quince “misterios” que recordaban momentos (gozosos, dolorosos y gloriosos) de la vida de Jesús y de María. En el año 2002 san Juan Pablo II añadió los misterios luminosos que permiten meditar sobre la vida pública de Jesús.

También se llama “rosario” al objeto formado de cuentas que se utiliza para recitar esta oración.

“Todas las generaciones me llamarán bienaventurada", proclama la Virgen en el Magníficat. En efecto, desde los tiempos más antiguos, se venera a la Santísima Virgen con el título de "Madre de Dios", bajo cuya protección se acogen los fieles suplicantes en todos sus peligros y necesidades. El culto a María encuentra su expresión en las fiestas litúrgicas dedicadas a la Madre de Dios y en la oración mariana, como el Santo Rosario, que en palabras de Pablo VI es "síntesis de todo el Evangelio". Es decir, el Rosario es una oración que concreta ese culto especial que la Virgen recibe en la Iglesia.

Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica, 971

Meditar con san Josemaría

Fijaos en una de las devociones más arraigadas entre los cristianos, en el rezo del Santo Rosario. La Iglesia nos anima a la contemplación de los misterios: para que se grabe en nuestra cabeza y en nuestra imaginación, con el gozo, el dolor y la gloria de Santa María, el ejemplo pasmoso del Señor, en sus treinta años de oscuridad, en sus tres años de predicación, en su Pasión afrentosa y en su gloriosa Resurrección. Amigos de Dios, 299

El Rosario no se pronuncia sólo con los labios, mascullando una tras otra las avemarías. Así, musitan las beatas y los beatos. —Para un cristiano, la oración vocal ha de enraizarse en el corazón, de modo que, durante el rezo del Rosario, la mente pueda adentrarse en la contemplación de cada uno de los misterios. Surco, 477

Santa María es —así la invoca la Iglesia— la Reina de la paz. Por eso, cuando se alborota tu alma, el ambiente familiar o el profesional, la convivencia en la sociedad o entre los pueblos, no ceses de aclamarla con ese título: «Regina pacis, ora pro nobis!» —Reina de la paz, ¡ruega por nosotros! ¿Has probado, al menos, cuando pierdes la tranquilidad?... —Te sorprenderás de su inmediata eficacia. Surco, 874

Santo Rosario. —Los gozos, los dolores y las glorias de la vida de la Virgen tejen una corona de alabanzas, que repiten ininterrumpidamente los Ángeles y los Santos del Cielo..., y quienes aman a nuestra Madre aquí en la tierra. —Practica a diario esta devoción santa, y difúndela. Forja, 621

2. ¿Cómo y cuándo nació esta devoción?

El origen del Rosario se remonta al nacimiento del Avemaría en el siglo IX, como oración para honrar a María, la Madre de Dios. Parece que el Rosario tuvo su origen en la orden de san Benito y se expandió por acción de los dominicos.

Desde el sí dado por la fe en la Anunciación, y mantenido sin vacilar al pie de la Cruz, la maternidad de María se extiende desde entonces a los hermanos y a las hermanas de su Hijo. A partir de esta cooperación singular de María a la acción del Espíritu Santo, las Iglesias han desarrollado la oración a la santa Madre de Dios, centrándola sobre la persona de Cristo manifestada en sus misterios. En los innumerables himnos y antífonas que expresan esta oración, se alternan habitualmente dos movimientos: uno engrandece al Señor por las maravillas que ha hecho en su humilde esclava, y por medio de ella, en todos los seres humanos; el segundo confía a la Madre de Jesús las súplicas y alabanzas de los hijos de Dios, ya que ella conoce ahora la humanidad que en ella ha sido desposada por el Hijo de Dios.

Este doble movimiento de la oración a María ha encontrado una expresión privilegiada en la oración del Avemaría:

“Dios te salve, María (Alégrate, María)”. El saludo del ángel Gabriel abre la oración del Avemaría. Es Dios mismo quien por mediación de su ángel, saluda a María. Nuestra oración se atreve a recoger el saludo a María con la mirada que Dios ha puesto sobre su humilde esclava y a alegrarnos con el gozo que Dios encuentra en ella.

“Llena de gracia, el Señor es contigo”: Las dos palabras del saludo del ángel se aclaran mutuamente. María es la llena de gracia porque el Señor está con ella. La gracia de la que está colmada es la presencia de Aquel que es la fuente de toda gracia.

“Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús”. Después del saludo del ángel, hacemos nuestro el de Isabel. Isabel es la primera en la larga serie de las generaciones que llaman bienaventurada a María: “Bienaventurada la que ha creído...”. María es “bendita [...] entre todas las mujeres” porque ha creído en el cumplimiento de la palabra del Señor.

“Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros...”. Con Isabel, nos maravillamos y decimos: “¿De dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí?”. Porque nos da a Jesús su hijo, María es Madre de Dios y Madre nuestra; podemos confiarle todos nuestros cuidados y nuestras peticiones. Confiándonos a su oración, nos abandonamos con ella en la voluntad de Dios: “Hágase tu voluntad”.

“Ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte”. Pidiendo a María que ruegue por nosotros, nos reconocemos pecadores y nos dirigimos a la “Madre de la Misericordia”, a la Toda Santa. Nos ponemos en sus manos “ahora”, en el hoy de nuestras vidas. Y nuestra confianza se ensancha para entregarle desde ahora, “la hora de nuestra muerte”. Que esté presente en esa hora, como estuvo en la muerte en Cruz de su Hijo, y que en la hora de nuestro tránsito nos acoja como Madre nuestra para conducirnos a su Hijo Jesús, al Paraíso.

Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica, nn. 2674-2677

Meditar con san Josemaría

Ten una devoción intensa a Nuestra Madre. Ella sabe corresponder finamente a los obsequios que le hagamos. Además, si rezas todos los días, con espíritu de fe y de amor, el Santo Rosario, la Señora se encargará de llevarte muy lejos por el camino de su Hijo. Surco, 691

Un triste medio de no rezar el Rosario: dejarlo para última hora. Al momento de acostarse se recita, por lo menos, de mala manera y sin meditar los misterios. Así, difícilmente se evita la rutina, que ahoga la verdadera piedad, la única piedad. Surco, 476

Mirad: para nuestra Madre Santa María jamás dejamos de ser pequeños, porque Ella nos abre el camino hacia el Reino de los Cielos, que será dado a los que se hacen niños. De Nuestra Señora no debemos apartarnos nunca. ¿Cómo la honraremos? Tratándola, hablándole, manifestándole nuestro cariño, ponderando en nuestro corazón las escenas de su vida en la tierra, contándole nuestras luchas, nuestros éxitos y nuestros fracasos.

Descubrimos así —como si las recitáramos por vez primera— el sentido de las oraciones marianas, que se han rezado siempre en la Iglesia. ¿Qué son el Ave María y el Ángelus sino alabanzas encendidas a la Maternidad divina? Y en el Santo Rosario —esa maravillosa devoción, que nunca me cansaré de aconsejar a todos los cristianos— pasan por nuestra cabeza y por nuestro corazón los misterios de la conducta admirable de María, que son los mismos misterios fundamentales de la fe. Amigos de Dios, 290

3. ¿Cómo se reza el Rosario?

El Rosario se inicia con la señal de la Cruz. Posteriormente se anuncian cada uno de los cinco misterios que se contemplan ese día. 

Los lunes y sábados se contemplan los misterios gozosos; los martes y viernes, los dolorosos; los jueves, los luminosos; y los miércoles y domingos, los gloriosos. 

Cada misterio se compone de un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria. Cuando se han rezado los cinco misterios, se rezan las letanías de la Virgen, oraciones de alabanza a nuestra Madre. 

Según las tradiciones de distintos lugares, a esta estructura básica para rezar el Rosario se añaden algunas jaculatorias y oraciones que expresan la riqueza de la piedad popular. Aquí tienes una guía para rezarlo.

Meditar con san Josemaría

Virgen Inmaculada, bien sé que soy un pobre miserable, que no hago más que aumentar todos los días el número de mis pecados...”. Me has dicho que así hablabas con Nuestra Madre, el otro día.

Y te aconsejé, seguro, que rezaras el Santo Rosario: ¡bendita monotonía de Avemarías que purifica la monotonía de tus pecados! Surco, 475

Siempre retrasas el Rosario para luego, y acabas por omitirlo a causa del sueño. —Si no dispones de otros ratos, recítalo por la calle y sin que nadie lo note. Además, te ayudará a tener presencia de Dios. Surco, 478

¡Cuánto crecerían en nosotros las virtudes sobrenaturales, si lográsemos tratar de verdad a María, que es Madre Nuestra! Que no nos importe repetirle durante el día —con el corazón, sin necesidad de palabras— pequeñas oraciones, jaculatorias. La devoción cristiana ha reunido muchos de esos elogios encendidos en las Letanías que acompañan al Santo Rosario. Pero cada uno es libre de aumentarlas, dirigiéndole nuevas alabanzas, diciéndole lo que —por un santo pudor que Ella entiende y aprueba— no nos atreveríamos a pronunciar en voz alta. Amigos de Dios, 293

4. ¿Por qué se aconseja rezar el Rosario?

El Rosario de la Virgen María es una oración aconsejada por el Magisterio de la Iglesia Católica; en la sobriedad de sus elementos, tiene en sí la profundidad de todo el mensaje evangélico, del cual puede decirse que es un resumen. Además, la misma Virgen María, cuando se ha aparecido en la Tierra, ha animado a rezar esta oración. El 13 de mayo de 1917, en su primera aparición en Fátima, María dijo: “Rezad el Rosario todos los días para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra” y en su última aparición en ese lugar la Madre de Dios se presentó como la “Señora del Rosario”.

La Iglesia cree que la Santísima Madre de Dios continua en el Cielo ejerciendo su oficio materno, por eso es natural que los cristianos acudan a Ella para pedirle sus necesidades y confiarle sus preocupaciones.

Numerosos papas han atribuido gran importancia a esta oración: León XIII promulgó la encíclica Supremi Apostolatus Officio, un documento de gran entidad, la primera de sus muchas declaraciones sobre esta oración, en la que propone el Rosario como arma espiritual efectiva contra los males que afligen a la sociedad. Juan Pablo II escribió una carta el 16 de octubre de 2002 llamada Rosarium Virginis Mariae, con la que convocaba un Año del Rosario y en la que comentaba la belleza de esta plegaria, que ayuda a “contemplar a Cristo con María”.

Meditar con san Josemaría

El Santo Rosario es arma poderosa. Empléala con confianza y te maravillarás del resultado. Camino, 558

El Rosario es eficacísimo para los que emplean como arma la inteligencia y el estudio. Porque esa aparente monotonía de niños con su Madre, al implorar a Nuestra Señora, va destruyendo todo germen de vanagloria y de orgullo. Surco, 474

Te aconsejo —para terminar— que hagas, si no lo has hecho todavía, tu experiencia particular del amor materno de María. No basta saber que Ella es Madre, considerarla de este modo, hablar así de Ella. Es tu Madre y tú eres su hijo; te quiere como si fueras el hijo único suyo en este mundo. Trátala en consecuencia: cuéntale todo lo que te pasa, hónrala, quiérela. Nadie lo hará por ti, tan bien como tú, si tú no lo haces.

Te aseguro que, si emprendes este camino, encontrarás enseguida todo el amor de Cristo: y te verás metido en esa vida inefable de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Sacarás fuerzas para cumplir acabadamente la Voluntad de Dios, te llenarás de deseos de servir a todos los hombres. Serás el cristiano que a veces sueñas ser: lleno de obras de caridad y de justicia, alegre y fuerte, comprensivo con los demás y exigente contigo mismo.

Ese, y no otro, es el temple de nuestra fe. Acudamos a Santa María, que Ella nos acompañará con un andar firme y constante. Amigos de Dios, 293

La semillita.

 



Abril 2023

Tu imagen del Banner

El carísimo cuento de la semillita

26 de abril de 2023

Quisiera no ponerle cara, boca, ojos… a este artículo: ni los de la singular abuela ni los de la pobre criatura que ha tomado su primera bocanada de aire bajo el chispear de los flases. La insensatez publicitada de esta señora y sus ocurrencias de niña rica, han sido la espoleta con la que ha estallado una bomba de consecuencias imprevisibles. El capricho, la frivolidad, la necesidad de tapar heridas con el amor servil de un bebé van mucho más allá de una ocurrencia con el sello de una Exclusiva que se promete perpetua. La vida convertida en comercio: pago, me pagas, me vuelves a pagar, y a cambio cuento, enseño, cargo sobre una inocente mi locura, mi antojo, mi necesidad de disfrazar mi soledad (“mi, mi, mi”…), provocando un debate que juega a mi favor (otro “mi”), porque mezclo la compasión que merezco con la belleza del florecimiento de toda vida humana.

Lo que estamos viviendo –que no es un fenómeno nuevo: conocíamos otros casos sonados e, incluso, casos particulares y cercanos– es un adelanto de lo que nos espera. Empezó como una excusada necesidad de llenar el corazón, cuando se trata de un monstruo repugnante, el de la maternidad subrogada con el que equilibraremos el suicidio demográfico de occidente. Los gobiernos de las sociedades envejecidas y ricas pagarán a las mujeres que, a cambio de dinero, se especialicen en la actividad nodriza; entregarán sus años fecundos a cambio de un buen sueldo. Brindarán sus vientres para que se desarrollen los embriones producidos en los laboratorios y parirán hijos-cassete, que las matronas tendrán prohibido colocarles junto a sus rostros para que les depositen sobre la carne rosada un primer beso. El amor desinteresado está vetado a la gestante de alquiler.

https://www.womanessentia.com/punto-de-vista/opinamos/el-carisimo-cuento-de-la-semillita/

Las mujeres se verán al fin liberadas del engorroso embarazo, del desagradable parto (que lo sufran otras), y las empresas y las administraciones públicas se frotarán las manos, ya que no quedarán resquicios por donde se pueda escapar la productividad de sus empleadas y funcionarias. Habrá granjas destinadas a la implantación de cigotos, criaderos de embriones y programas selectivos para que los diminutos ciudadanos, una vez fuera del útero pagado, se vayan convirtiendo en hombres y mujeres provechosos para sustituir las bajas por deceso en las eficaces cadenas de producción. 

Cambiará el paisaje de las ciudades: veremos gente solitaria con su criatura recién comprada, ancianos que rejuvenecen al empujar el carrito donde duerme un rorro al que no saben si calificar de hijo, nieto o biznieto, y que adquirieron en un saldillo de embriones, porque, según la ley de la oferta y la demanda, sobrarán vidas en probeta por todas partes. Dos por uno, tres por uno, seis por uno… Y se fundarán empresas para la destrucción de los tanques de nitrógeno líquido que almacenan cientos, miles, cientos de miles de vidas congeladas en el inicio, como yogures a los que les llegan a fecha de caducidad en un lineal del supermercado.

Las clínicas que prometen el sueño de ser padre, serán las mismas que cuenten con una bolsa de vientres, las mismas que pongan anuncios ofertando plazas para los potros de inseminación, las mismas que ofrecerán regalos, viajes y demás incentivos a las candidatas que reúnan las mejores cualidades de salud y genética (quizás les examinen los dientes, como a los caballos y a los esclavos), en su mayoría inmigrantes de los países pobres. Se buzonearán catálogos con pluses por cada embarazo múltiple (abaratan el proceso). También se recompensará generosamente –como se viene haciendo desde hace décadas– a los donantes anónimos de esperma y de óvulos, cuyas células reproductivas serán calificadas a partir del color de los ojos del donante, de la calidad de su piel, de su historial médico... La unión de dos células sexuales de origen superior (como el jamón que se vende en Sánchez Romero) será, lógicamente, más cara, pues garantizará un bebé saludable y guapo, un niño de buenas notas, opositor, médico o hábil gestor de fondos patrimoniales con posibilidad de hacer una buena boda. Y si el cliente exige que la maternidad subrogada lleve óvulos o espermatozoides propios o de parientes directos, vivos o ya fallecidos que se parezcan a la tata Amelia o al abuelo Honorato, la factura se pondrá por las nubes.

Este es el panorama. Y sobre este panorama habría que realizar el debate que pretenden algunas fuerzas políticas que quieren estar en misa y repicando, pues su única voluntad es que se apruebe el bebé a la carta cuanto antes, ya que en su visión del Estado no existe la función de proteger a los débiles sino de legislar a beneficio de adulto. En este caso de adulto millonario, caprichoso y liberal, de adulto que lee el ¡Hola! en la peluquería y se identifica con las entrañables declaraciones de la mujer que ha pagado el circo en el que se cría una inocente, que si ha venido al mundo ha sido para solucionar el desequilibrio afectivo de su abuela.