Ser positivos
La tarea es mostrar la belleza del mensaje de Jesús. Un cristiano enfadado, tenso, vetusto, que no ama su época, que añora el pasado siempre, se ha olvidado del presente que es lo único que tenemos. Esa positividad no debe ser excusa para llamar a las cosas por su nombre, porque mil mentiras no hacen una sola verdad y Jesús nos dijo que la verdad nos hará libres.
Una sonrisa, la comprensión, el cariño hacen por los demás mucho más que un discurso. Bugraff dice que antes que piadoso, que también, un niño cristiano debe sentirse querido de verdad. Desde ahí se puede construir todo.
Cuando conocí la Obra, tenía quince años, lo que más me ayudó es que aquellas personas, algunos con más años , me tomaban en serio, noté cariño y amistad de verdad. El pesimista siempre acierta porque la vida es así. Le preguntaron a un sacerdote que había comenzado su labor en varios países difíciles sobre qué era lo peor: tener un cenizo o ceniza cerca.
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