sábado, julio 13, 2024

Breve homilía.

 


Vamos, que no rezas

–¿Tú rezas? –¿Yo? ¿Que si rezo? ¡Vaya si rezo! Paso todo el día rezando. Rezo mientras conduzco, rezo mientras trabajo, rezo mientras hago la compra… –Vamos, que no rezas.

¿Imaginas que quisieras entablar una relación de amor con un ser querido a base de hablar con él por teléfono mientras conduces, mientras haces la compra…? Al final, esa persona te acabaría diciendo: «Deja el móvil, por favor, y vamos a quedar los dos en un lugar tranquilo para hablar a solas».

Lo que os digo en la oscuridad, decidlo a la luz, y lo que os digo al oído, pregonadlo desde la azotea. Tienes que reservar para Dios momentos en los que apagues la luz, bajes el ruido y escuches al oído palabras de Amor. Si no disfrutas a diario de media hora tranquila dedicada a la oración mental, puede que hables con Dios, pero no rezas. Te falta intimidad con el Señor. Y te pierdes lo mejor de la vida. No sólo eso: le estás privando a Jesús, que tanto te quiere, de esos momentos a solas contigo.

No es tan difícil. Un capítulo de una serie dura 50 minutos. ¿No puedes pasar 30 a solas con tu Señor?

No hay comentarios:

Publicar un comentario