Ha aparecido por los comentarios "el faro del pardo". A diferencia del chico del amanecer, a éste le conozco bien. Es un amigo fiel , que me escucha , del que aprendo y solemos pasear por el Pardo, cerca de madrid. Procuramos espaciar nuestras charlas peripatéticas, pero solemos darle un buen repaso al mundo, a los recuerdos, a las certezas, a los asombros; las espaciamos porque hay que trabajar mucho. Una de las cosas que recuerdo hoy, a raíz de un comentario suyo, es la capacidad de admirar, de contemplar. Tiene gran experiencia con gente joven, adolescentes y universitarios, y me comentaba que el arte, la música, la arquitectura tienen la capacidad de asombrarnos y suele ser una vía para encontrar a Dios. Tiene razón, nos hemos acostumbrado al conocimiento analítico, a la lógica implacable de lo que se puede probar. Recuerdo la conversión de un amigo, viendo el cuadro de Caravaggio "la vocación de Mateo". El corazón conoce de otro modo.
Estás en un blog espumoso, intimista, paradójico; de lo humano y de lo divino. No soy mejor que tú... Me propongo hablar a la cara y que me hables a la cara, sin caretas, sin retorno, a quemarropa... blog del Profesor Tirapu
sábado, febrero 07, 2009
Contemplar.
Ha aparecido por los comentarios "el faro del pardo". A diferencia del chico del amanecer, a éste le conozco bien. Es un amigo fiel , que me escucha , del que aprendo y solemos pasear por el Pardo, cerca de madrid. Procuramos espaciar nuestras charlas peripatéticas, pero solemos darle un buen repaso al mundo, a los recuerdos, a las certezas, a los asombros; las espaciamos porque hay que trabajar mucho. Una de las cosas que recuerdo hoy, a raíz de un comentario suyo, es la capacidad de admirar, de contemplar. Tiene gran experiencia con gente joven, adolescentes y universitarios, y me comentaba que el arte, la música, la arquitectura tienen la capacidad de asombrarnos y suele ser una vía para encontrar a Dios. Tiene razón, nos hemos acostumbrado al conocimiento analítico, a la lógica implacable de lo que se puede probar. Recuerdo la conversión de un amigo, viendo el cuadro de Caravaggio "la vocación de Mateo". El corazón conoce de otro modo.
Sabio asunto el de acercarse a los sabios, y si son amigos, mejor. Creo conocer al que te refieres, y tiene mucha razón. Una de las peores pobrezas es la de solo reconocer aquello que podemos fisicamente ver.
ResponderEliminarAh, y ya sabes, omnia mea... Aprovecho ahora para confesar mi culpa, pues yo me he hecho con alguna que otra cosa de caraacara. ¡Fantástico blog! Saludos.
No creo que siva de mucho, pero doy fe de la importancia que tiene el pararse un poco, poner el motor en punto muerto y cotemplar. Sólo éso. Y nada menos que éso: contemplar!
ResponderEliminarsiva = sirva
ResponderEliminarSin duda la música es la mejor via para encontrarse y reencontrarse con Dios,escuchando por ejemplo a Bach,se ve de manera tangible como la misericordia divina existe y habla por "boca" de algunos que supieron independientemente de la época escucharlo.
ResponderEliminarAsther
Alguien dijo que "los poetas son los mejores intérpretes de la realidad". Un ejemplo:
ResponderEliminar"Con un roce de tu mirada ya me rindo.
Y aunque yo me haya cerrado como un puño,
tu siempre abres, pétalo tras pétalo, mi ser,
como la primavera abre con un toque diestro y misterioso su más terca rosa.
Y es un misterio esta destreza tuya para mirar y abrir.
Pero lo cierto es que algo me dice que la voz de tus ojos,
es más profunda que todas las rosas.
Nadie, ni siquiera la lluvia, tiene manos tan pequeñas"
(E.Cummings).
Ellos son los grandes contemplativos...¡se aprende tanto de ellos!.
old chap
El Papa es un gran defensor de esa teoría, de que la belleza conduce a Dios
ResponderEliminarCoincido con Mª Jesús. Es interesante leer lo que dice Benedicto XVI acerca de la música en la liturgia, y como ésta transmite la alegría de Dios. Hace poco recordaba cuando su hermano y él escucharon hace más de 60 años la Misa en Do menor de Mozart, y cómo esto supuso una experiencia excepcional para los dos, porque en ella pudieron captar algo de la grandeza y belleza del mismo Dios.
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