Cuenta la anécdota un sacerdote que ha venido de Rusia. Durante ochenta años estuvo prohibido el culto católico en la vieja Unión soviética. Sólo dos iglesias, dependientes de embajadas. Ahora hay cuatro diócesis. Un sacerdote después de ochenta años apareció por un pueblo. Le llevaron al cementerio, a la tumba del último sacerdote del pueblo, al que casi ninguno de los presentes había conocido. Ante la tumba de ese sacerdote se reunían los domingos durante años, e iban allí a confesar sus pecados. Para que nos demos cuenta del don del sacerdocio en la Iglesia. Y para que seamos más optimistas.
Estás en un blog espumoso, intimista, paradójico; de lo humano y de lo divino. No soy mejor que tú... Me propongo hablar a la cara y que me hables a la cara, sin caretas, sin retorno, a quemarropa... blog del Profesor Tirapu
lunes, febrero 16, 2009
Optimismo , Rusia, sacerdote.
Cuenta la anécdota un sacerdote que ha venido de Rusia. Durante ochenta años estuvo prohibido el culto católico en la vieja Unión soviética. Sólo dos iglesias, dependientes de embajadas. Ahora hay cuatro diócesis. Un sacerdote después de ochenta años apareció por un pueblo. Le llevaron al cementerio, a la tumba del último sacerdote del pueblo, al que casi ninguno de los presentes había conocido. Ante la tumba de ese sacerdote se reunían los domingos durante años, e iban allí a confesar sus pecados. Para que nos demos cuenta del don del sacerdocio en la Iglesia. Y para que seamos más optimistas.
Es muy significativo y pienso que en nuestra sociedad materialista ocurrirá algo parecido. Por más que quieran quitar crucifijos y Rosarios, siempre habrá hambre de Dios.
ResponderEliminarResulta emocionante, la verdad.
ResponderEliminarNo optimistas, no, más que eso, mucho más: esperanzados.
ResponderEliminarLo DeL CeMeNTeRio eS eMoCioNaNTe Tío! FLiPo :D
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