María de las Mercedes Martínez Ugartemendía, esposa de Daniel "senior" y nuestra madre, amatxo (mamaíta en vasco) se fue de nosotros el 3 de marzo de 2008. Mañana se cumplen 3 años. Fue la última de diez hermanos, padre guardia civil y madre vasca, que falleció cuando Merche tenía dos años. Desde los catorce cuidó de su hermano Antonio, sacerdote y catedrático de Latín hasta que el tío Antonio murió. Madre buena, cariñosa,recia, trabajadora, entrañable, esposa de bandera, abuela maternal. Le debo todo y mi vocación: "...mejor aún, que bueno sería que quienes sienten a la Iglesia lejos de sus vidas, hubieran tenido cerca a Merche. Quien topaba con ella, topaba con la Iglesia. Esta es la Iglesia que no sale en los medios, que no vende periódicos, esa el la Iglesia peregrina por los caminos de la vida ordinaria con Dios en el horizonte y en el corazón. En palabras de San Josemaría, " la vocación cristiana consiste en hacer endecasílabos de la prosa de cada día, y aunque el cielo y la tierra parezcan unirse en la línea del horizonte, donde de verdad se juntan es en nuestros corazones, cuando vivimos santamente la vida ordinaria" (homilía del funeral de Merche, de Joseba González, actual vicario general de la diócesis de Donosti-San Sebastián ) Una flor se marchita, una lágrima se seca, la oración siempre llega. Gracias porque sigues cuidando de nosotros... lo notamos a diario, amatxo.
Que bonito!Como le echamos de menos pero está con nosotros día a día!!!!Ella estará gozando de Dios .Qué ejemplo fué para nosotros!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarNo hay día que no la tenga presente.le hablo,le consulto,necesito tenerla al lado.que buena fue!siempre pensaba en los demas. Que autentica y natural.Nunca tuvo vergüenza a la hora de hablar de Dios.Era piñón fijo y gracias a eso nos inculco todo lo bueno que hay en nosotros.Gracias amatxito!
ResponderEliminar"Tú sabes las secretas galerías
ResponderEliminardel alma, los caminos de los sueños,
y la tarde tranquila
donde van a morir... Allí te aguardan
las hadas silenciosas de la vida
y hacia un jardín de eterna primavera
te llevarán un día...
Daniel, mañana y siempre rezaré por tu mamá.
Qué envidia de madre y de hijos. Está en el cielo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
ResponderEliminarElla os ayuda, y goza de Dios
ResponderEliminarUn abrazo