La mujer de más éxito en la televisión americana
29 marzo, 2016No aparece entre los iconos feministas de EE.UU. ni en la lista de empresarias con mayor éxito, pero es la única mujer en la historia de la televisión que fundó y dirigió durante 20 años una cadena de televisión por cable que hoy día está presente en millones de hogares de todo el mundo. La Madre Angélica falleció el Domingo de Pascua a los 92 años, tras haber sido una inesperada estrella de la televisión religiosa y la mujer católica más influyente en América.
Como monja franciscana contemplativa, nada la había preparado para hacer televisión. Al igual que recientes historias de éxito, también la de la Madre Angélica empezó en un garaje convertido en estudio de televisión, anexo a su convento en Irondale (Alabama). Con 200 dólares y mucha fe, allí surgió en 1981 Eternal Word Television Network, convertida hoy en un conglomerado mediático de una cadena de televisión por cable de 24 horas al día, presente en 250 millones de hogares en 144 países; radio en onda corta por todo el mundo, canales por Internet, la agencia Catholic News Agency, entre otros medios. No hace falta ser un fan de la Madre Angélica para reconocer que desde el punto de vista de la comunicación ha conseguido una hazaña.
Y lo ha hecho sin renunciar a lo que era, una monja contemplativa, dedicada a rezar y a difundir la fe. Quizá por eso su figura ha cogido a contrapié a la cultura mediática americana, dispuesta a ensalzar a una monja que no lo parezca, con reivindicaciones feministas, entregada al compromiso social y a ser posible rebelde a Roma. De esas está bien provista la Iglesia en América, a juzgar por episodios recientes.
Pero la Madre Angélica estaba cortada por otro patrón. Vestida con su hábito de monja, ortodoxa en sus enseñanzas, crítica de las reivindicaciones sobre el sacerdocio femenino y el lenguaje inclusivo en la liturgia, firme en la doctrina y cordial con su pícaro humor, era una causa perdida para los católicos liberales. Sobre todo porque su experiencia demostraba que lo que verdaderamente respondía a las necesidades de la mayoría de la gente era la doctrina tradicional de la Iglesia, no la rediseñada al supuesto gusto de la época.
De todos modos, la época debería reconocer que la Madre Angélica ha hecho realidad esas aspiraciones que tantas veces se presentan como metas feministas, también en la Iglesia. ¿Empoderamiento? Esta monja demuestra que se puede ser una mujer influyente en la Iglesia, sin necesidad de subirse a un altar. Ciertamente su labor ha sido más decisiva para la evangelización que la de muchos obispos.
Además, la ha llevado adelante con una empresa independiente, buscando sus propios donantes y fuentes de financiación, sin apoyo oficial. Como ha dicho John L. Allen, “ella y su EWTN han relativizado el poder de la jerarquía en América, no atacándola, sino simplemente mostrando que no la necesitaban para tener éxito”. E incluso en algunos momentos tuvo sus conflictos con obispos, cuando criticó con claridad algunas medidas que le parecían más acomodadas al gusto del momento que a la doctrina cristiana.
La Madre Angélica también ha demostrado cómo se pueden utilizar las nuevas tecnologías al servicio de la “Eternal Word”, de las palabras de vida eterna, que son las únicas que no pasan de moda. En este aspecto, cualquier profesional de la comunicación, aunque no sea un espectador asiduo de la EWTN como es mi caso, puede reconocer un éxito profesional.
Un éxito no menor del de Oprah Winfrey, considerada a menudo como el icono femenino de la influencia en televisión. En febrero de 2015, OWN (el canal de Oprah Winfrey) estaba disponible en 82 millones de hogares en EE.UU., mientras que EWTN supera con mucho esa audiencia en todo el mundo. Es verdad que son contenidos muy distintos. El célebre programa de Oprah se basa en un talk show, mientras que el de la Madre Angélica busca que el espectador emprenda una conversación íntima con Dios; uno requiere confesarse en el sofá de Oprah, y el otro busca llevar al confesonario; uno consagra los libros del momento, y el otro la Biblia.
Pero aunque al final la Madre Angélica haya tenido derecho a un obituario incluso en el New York Times, la culturamainstream nunca podrá admitir que supo comprender las necesidades espirituales de muchos hombres y mujeres de este tiempo mejor que los sociólogos.
Qué bella, que en paz descanse. Un abrazo, Daniel.
ResponderEliminarSí, qué bella.
ResponderEliminarQue en paz descanse.
Gracias, Daniel.
Por favor no dejen de leer: http://forosdelavirgen.org/94333/curacion-angelica/
ResponderEliminarmisael