Cuando te vea por primera vez Dios mío, cara a cara... ¿Qué te sabré decir?... Calladamente esconderé mi frente en tu regazo... y lloraré como cuando era un niño. Tus ojos mirarán todas mis llagas... te contaré después toda mi vida ¡aunque ya la conozcas!
Y Tu, para dormirme, lentamente me contarás un cuento que comienza: “Érase una vez un hombrecillo de la tierra... y un Dios que le quería con locura . De San Josemaría Escrivá.
me parece maravillosa esta imagen.muchas veces me ayuda cuando pienso en la muerte y en el cielo.es muy tierna y reconfortante .San Josemaria era muy sensible.
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