Como dice uno de los comentarios hoy toca plática, aunque no me hace gracia la expresión. En la palabra de Dios está toda la sabiduría y seguramente todas las historias de la literatura: fidelidad, traición, impaciencia, amores locos y cuerdos, las grandes preguntas de cada uno y de la historia. Por eso, textos escritos hace dos mil años están llenos de actualidad, que a cada uno toca descubrir, digerir, sedimentar. La parábola de los trabajadores y el denario me ha parecido siempre contradictoria. Al comienzo del día el padre de familia contrata con unos trabajadores por un denario. Al mediodía con otros, por la tarde con otros y casi cuando anochece con otros, siempre por un denario. Parece lógica la queja de los que trabajan desde la mañana respecto a los que sólo trabajaron un par de horas. No parece justo. Es la queja que he oído muchas veces, "toda la vida fue un vividor y al final de sus días se arrepintió y se salva"; en una mentalidad moderna incluso parece obsceno. En el fondo es no aceptar la bondad de Dios que perdona y no darse cuenta de que trabajar por Dios desde joven es un privilegio, no una carga. Esos supuestos vividores, adúlteros, famosetes no tienen unas vidas tan maravillosas. Es la queja del hermano mayor que estaba con su padre y coge un cabreo profundo por la fiesta de hijo pródigo, que empezó en la seda y acabó entre bellotas. Un amigo me comentaba, las Iglesias están llenas de viejos; sí, es lógico; la debilidad, las fuerzas, los proyectos son muy diferentes a partir de los sesenta o de los cincuenta. No seamos envidiosos. Un ladrón le robó el cielo a Jesús en un instante en la cruz. Y trabajar por Dios y para Dios desde joven es una gracia, un don, una oferta que no se debe rechazar.
Estás en un blog espumoso, intimista, paradójico; de lo humano y de lo divino. No soy mejor que tú... Me propongo hablar a la cara y que me hables a la cara, sin caretas, sin retorno, a quemarropa... blog del Profesor Tirapu
jueves, agosto 19, 2010
El denario.
Como dice uno de los comentarios hoy toca plática, aunque no me hace gracia la expresión. En la palabra de Dios está toda la sabiduría y seguramente todas las historias de la literatura: fidelidad, traición, impaciencia, amores locos y cuerdos, las grandes preguntas de cada uno y de la historia. Por eso, textos escritos hace dos mil años están llenos de actualidad, que a cada uno toca descubrir, digerir, sedimentar. La parábola de los trabajadores y el denario me ha parecido siempre contradictoria. Al comienzo del día el padre de familia contrata con unos trabajadores por un denario. Al mediodía con otros, por la tarde con otros y casi cuando anochece con otros, siempre por un denario. Parece lógica la queja de los que trabajan desde la mañana respecto a los que sólo trabajaron un par de horas. No parece justo. Es la queja que he oído muchas veces, "toda la vida fue un vividor y al final de sus días se arrepintió y se salva"; en una mentalidad moderna incluso parece obsceno. En el fondo es no aceptar la bondad de Dios que perdona y no darse cuenta de que trabajar por Dios desde joven es un privilegio, no una carga. Esos supuestos vividores, adúlteros, famosetes no tienen unas vidas tan maravillosas. Es la queja del hermano mayor que estaba con su padre y coge un cabreo profundo por la fiesta de hijo pródigo, que empezó en la seda y acabó entre bellotas. Un amigo me comentaba, las Iglesias están llenas de viejos; sí, es lógico; la debilidad, las fuerzas, los proyectos son muy diferentes a partir de los sesenta o de los cincuenta. No seamos envidiosos. Un ladrón le robó el cielo a Jesús en un instante en la cruz. Y trabajar por Dios y para Dios desde joven es una gracia, un don, una oferta que no se debe rechazar.
Cuánta razón tiene usted, y lo bien que se explica. Le deseo que viva muchos años para que nos instruya con esas predicaciones, no les llamaré pláticas, y así veremos la luz al final del túnel de la vida.
ResponderEliminarLos exorcistas afirman que lo que más le desquicia y desarma al demonio es que alabemos la Bondad de Dios, que digamos que es bueno.
ResponderEliminarLo que me ha gustado del post de hoy es la llamada de atención que haces sobre el dolor en las vidas de quienes no han conocido al Señor desde el principio. Yo doy fe de lo oscura que es una infancia, adolescencia y primera juventud sin el Señor, así que bastante infierno hemos tenido quienes nos hemos entregado tarde a El, para que luego nuestros hermanos nos envidien por haber recibido por fin su Gracia. Que todos nos unamos siempre a la fiesta del hijo pródigo con muchísima alegría.
QUÉ BUENO ERES DIOS MÍO. QUÉ GRANDE ES TU BONDAD Y MISERICORDIA.
Que bonitas palabras. Esto lo tenía que leer mucho desgraciado que no quiere convertirse y esperar al último momento como usted bien dice.
ResponderEliminarEl anónimo anterior lo que tiene que hacer es practicar un poco más la caridad, ser menos egoista y envidioso. Yo calo rápidamente a la gente.
ResponderEliminarYo creo que si un chavo se lo pasa chido en toda su vida y se arrepiente al final no hay que tenerle envidia wey.
ResponderEliminarGuerrera , no tienes para comentarios? Entré en tu blog y no acerté. Muy bueno lo que dices y tu estás en la primera hora y con fuerzas. Santo, Santo, Santo el Dios bueno. Paz entre los anónimos, please.
ResponderEliminarMe gusta su post de hoy. Es para meditarlo despacio. Gracias.
ResponderEliminarEl evangelio está y estará siempre de rabiosa actualidad.Dice verdades como puños.En su blog encuentro la ración diaria de espiritualidad y de sentido común.gracias
ResponderEliminarYo también quiero darle gracias.
ResponderEliminarLas gracias a vosotros y a Dios.
ResponderEliminar¡Qué empalagoso es todo esto!
ResponderEliminarMi tía dice que gracias por la plática de ayer, y a qué hora sale la de hoy para no estar abriendo esto todo el rato.
ResponderEliminarEl Señor lo dice muy clarito:"¿Vas a tener tú envidia de que Yo sea bueno?
ResponderEliminar¿Por qué cuando uno se corta al afeitarse se lo están recordando toda la mañana? "Te has cortado", si él ya lo sabe!!
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