Estamos necesitados de reflexión, sí, de pararnos un buen rato y pensar. Lo recordaba a menudo un profesor que tuve en primero de carrera: “Pararse a pensar significa, en primer lugar, pararse, y solo después pensar”. Ya no sabemos hacerlo. Nos cuesta pararnos, estarnos quietos. Los hiperactivos se multiplican porque se multiplican también los estímulos externos de toda índole: ve, vuelve, sube, baja, compra, protesta, mira esto, escucha aquello, todo menos estarse quieto. Del silencio, ni hablemos, porque produce pánico, terror a quedarse a solas con uno mismo, por eso necesitamos barullo como el comer. Como en la campaña, que podría resumirse en un terrible ruido visual y sonoro. Ahora quieren que reflexionemos, como si nos regalaran un día de asueto, como si nos dejaran en paz. Como si no debiéramos reflexionar el resto del año, porque para eso ya están ellos. Para pensar por nosotros.
Ellos, que nos han hurtado en sus mítines y debates, en sus entrevistas y paseos, las claves de nuestra posible meditación, mientras intentaban llevarnos al ring del viejo y manipulador blanco o negro, conmigo o contra mí. Ellos, que no han dado ruedas de prensa y se han limitado a charletas con los periodistas, en off the record y sin micrófonos, no fuera a descontrolárseles el mensaje cerrado (blanco-negro, blanco-negro) y se descorchara la verdad de las cosas y saliera como una espuma ligera que llegara a deslumbrarnos de certezas o de dudas. Y eso no.
Ellos nos regalan un día cada cuatro años para reflexionar. Les recomiendo que se distraigan y aprovechen el oasis de silencio. Mañana pasará algo muy raro. Y habrá que reflexionar el lunes. De Paco González en la voz de Galicia.
Ellos, que nos han hurtado en sus mítines y debates, en sus entrevistas y paseos, las claves de nuestra posible meditación, mientras intentaban llevarnos al ring del viejo y manipulador blanco o negro, conmigo o contra mí. Ellos, que no han dado ruedas de prensa y se han limitado a charletas con los periodistas, en off the record y sin micrófonos, no fuera a descontrolárseles el mensaje cerrado (blanco-negro, blanco-negro) y se descorchara la verdad de las cosas y saliera como una espuma ligera que llegara a deslumbrarnos de certezas o de dudas. Y eso no.
Ellos nos regalan un día cada cuatro años para reflexionar. Les recomiendo que se distraigan y aprovechen el oasis de silencio. Mañana pasará algo muy raro. Y habrá que reflexionar el lunes. De Paco González en la voz de Galicia.
Una muy buena reflexión..gracias
ResponderEliminarPues si, buenisima.
ResponderEliminarUn beso Sinret.
Buena,buenísima reflexión.Y creo que Mafalda nos dice que la vida es linda pero que nadie ha dicho que sea facil.Un abrazo de Janusa
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