lunes, marzo 05, 2012

Santos y santas.



Son multitud los conocidos y más los desconocidos y no suponen ningún culto a los hombres o las mujeres, son siempre el triunfo de Dios en las personas, por eso dan gloria a Dios. Un ejemplo: Beata Humiliana de Cerchi.



Viuda, 1219-1246. Florentina. De niña perdió a su madre y fue educada por su madrastra. Siendo muy joven, a los 16, contrajo matrimonio por obligación con un hombre rico y avaro, que le trató mal. Tuvo un gran consuelo en su cuñada Ravenna, que le enseñó y le ayudó a llevar una vida piadosa. Humiliana, se entregaba desde primera hora a la oración y descuidaba su propia alimentación para dársela a los más pobres. Al enfermar su marido, lo cuidó con mucho cariño y entrega. Al enviudar se hizo terciaria franciscana y vivió en humildad y pobreza; rechazando los consejos familiares de contraer nuevas nupcias. Murió con fama de santidad el 19 de mayo de 1246, con sólo 27 años. Enterrada en la Iglesia de Santa cruz de Florencia. Voilá.

6 comentarios:

  1. Cuantas historias nos pone Dios delante para aprender el camino y aún andamos perdidos mirando y buscando, esperando una señal...
    Un abrazo Sinret.

    ResponderEliminar
  2. Así tan breve, me parece una historia tremenda.

    ResponderEliminar
  3. Sí Rafael, es tremenda y triste quizás. Me llamó la atención, pero demuestra la variedad y la heroicidad a la que dado luigar el seguimiento de Cristo.

    ResponderEliminar
  4. No sabéis lo que puede dar de sí la vida....

    ResponderEliminar
  5. Murió el dia de mi cumpleaños.Voy a pensar en esta joven Beata desconocida hasta hace dos minutos.Hablamos del tiempo con mucha naturalidad,ocho siglos no son nada.Pasan como el viento sobre la hierba.Un abrazo de Janusa

    ResponderEliminar
  6. Felicidades tía Janusa, pòr muchos y buenos años.

    ResponderEliminar