Estás en un blog espumoso, intimista, paradójico; de lo humano y de lo divino. No soy mejor que tú... Me propongo hablar a la cara y que me hables a la cara, sin caretas, sin retorno, a quemarropa... blog del Profesor Tirapu
domingo, agosto 31, 2025
sábado, agosto 30, 2025
viernes, agosto 29, 2025
Castidad.
Opinión
29/08/2025
Castidad
Se lo oí a un Cardenal español: llevamos treinta años sin hablar de castidad. Esto indica que temas tan graves como el aborto, las rupturas matrimoniales, etc. disminuyen la catequesis de esta virtud.
Es virtud para toda la vida, cuesta siempre, se puede fallar, pero lleva a una vida real, a un corazón limpio, a la felicidad. Es virtud para solteros, para casados (hay castidad en la vida matrimonial), para novios, amigos, etc. Es virtud que nos capacita para tratar dignamente a los demás, a no utilizar para un placer egoísta.
Leí ayer el catecismo de la Iglesia sobre esta virtud y me animó (lo podéis consultar en el catecismo de la Iglesia). Por cierto la masturbación es pecado, aunque algunas circunstancias puede atenuar su culpa, como es pecado la pornografía, la fornicación, el adulterio. La impureza ciega, por eso es necesario mejorar el ambiente social y personal en esta virtud.
Daniel Tirapu
dtirapu@ujaen.es
jueves, agosto 28, 2025
sic.
28 de agosto de 2025 |
“Dios, que te creó sin ti, no te salvará sin ti” |
Para que no lo imites, copio de una carta este ejemplo de cobardía: “desde luego, le agradezco mucho que se acuerde de mí, porque necesito muchas oraciones. Pero también le agradecería que, al suplicarle al Señor que me haga “apóstol”, no se esfuerce en pedirle que me exija la entrega de mi libertad”. (Surco, 11) |
Entiendo muy bien, precisamente por eso, aquellas palabras del Obispo de Hipona [San Agustín], que suenan como un maravilloso canto a la libertad: Dios, que te creó sin ti, no te salvará sin ti, porque nos movemos siempre cada uno de nosotros, tú, yo, con la posibilidad -la triste desventura- de alzarnos contra Dios, de rechazarle -quizá con nuestra conducta- o de exclamar: no queremos que reine sobre nosotros (...) ¿Quieres tú pensar -yo también hago mi examen- si mantienes inmutable y firme tu elección de Vida? ¿Si al oír esa voz de Dios, amabilísima, que te estimula a la santidad, respondes libremente que sí? Volvamos la mirada a nuestro Jesús, cuando hablaba a las gentes por las ciudades y los campos de Palestina. No pretende imponerse. Si quieres ser perfecto..., dice al joven rico. Aquel muchacho rechazó la insinuación, y cuenta el Evangelio que abiit tristis, que se retiró entristecido. Por eso alguna vez lo he llamado el ave triste: perdió la alegría porque se negó a entregar su libertad a Dios. (Amigos de Dios, 23-24) |
miércoles, agosto 27, 2025
sic.
27 de agosto de 2025 |
“La religión es la mayor rebeldía del hombre” |
Hoy, cuando el ambiente está lleno de desobediencia, de murmuración, de trapisonda, de enredo, hemos de amar más que nunca la obediencia, la sinceridad, la lealtad, la sencillez: y todo, con sentido sobrenatural, que nos hará más humanos. (Forja, 530) |
La religión es la mayor rebeldía del hombre que no tolera vivir como una bestia, que no se conforma -no se aquieta- si no trata y conoce al Creador. Os quiero rebeldes, libres de toda atadura, porque os quiero -¡nos quiere Cristo!- hijos de Dios. Esclavitud o filiación divina: he aquí el dilema de nuestra vida. O hijos de Dios o esclavos de la soberbia, de la sensualidad, de ese egoísmo angustioso en el que tantas almas parecen debatirse. El Amor de Dios marca el camino de la verdad, de la justicia, del bien. Cuando nos decidimos a contestar al Señor: mi libertad para ti, nos encontramos liberados de todas las cadenas que nos habían atado a cosas sin importancia, a preocupaciones ridículas, a ambiciones mezquinas. Y la libertad -tesoro incalculable, perla maravillosa que sería triste arrojar a las bestias- se emplea entera en aprender a hacer el bien. (Amigos de Dios, 37-38) |
martes, agosto 26, 2025
sic.
26 de agosto de 2025 |
“Señor, ¡tantas almas lejos de Ti!” |
Veo tu Cruz, Jesús mío, y gozo de tu gracia, porque el premio de tu Calvario ha sido para nosotros el Espíritu Santo... Y te me das, cada día, amoroso –¡loco!– en la Hostia Santísima... Y me has hecho ¡hijo de Dios!, y me has dado a tu Madre. No me basta el hacimiento de gracias: se me va el pensamiento: Señor, Señor, ¡tantas almas lejos de Ti! Fomenta en tu vida las ansias de apostolado, para que le conozcan..., y le amen..., y ¡se sientan amados! (Forja, 27) |
¡Qué respeto, qué veneración, qué cariño hemos de sentir por una sola alma, ante la realidad de que Dios la ama como algo suyo! (Forja, 34) Ante la aparente esterilidad del apostolado, te asaltan las vanguardias de una oleada de desaliento, que tu fe rechaza con firmeza... –Pero te das cuenta de que necesitas más fe, humilde, viva y operativa. Tú, que deseas la salud de las almas, grita como el padre de aquel muchacho enfermo, poseído por el diablo: «Domine, adiuva incredulitatem meam!» –¡Señor, ayuda mi incredulidad! No lo dudes: se repetirá el milagro. (Forja, 257) |
lunes, agosto 25, 2025
sic.
25 de agosto de 2025 |
“Si te falta afán apostólico, te harás insípido” |
Como quiere el Maestro, tú has de ser –bien metido en este mundo, en el que nos toca vivir, y en todas las actividades de los hombres– sal y luz. –Luz, que ilumina las inteligencias y los corazones; sal, que da sabor y preserva de la corrupción. Por eso, si te falta afán apostólico, te harás insípido e inútil, defraudarás a los demás y tu vida será un absurdo. (Forja, 22) |
Muchos, con aire de autojustificación, se preguntan: yo, ¿por qué me voy a meter en la vida de los demás? –¡Porque tienes obligación, como cristiano, de meterte en la vida de los otros, para servirles! –¡Porque Cristo se ha metido en tu vida y en la mía! (Forja, 24) Si eres otro Cristo, si te comportas como hijo de Dios, donde estés quemarás: Cristo abrasa, no deja indiferentes los corazones. (Forja, 25) |
sábado, agosto 23, 2025
El gran Rabino.
El gran Rabino
El gran rabino Ashkenazi relata que sus padres fueron deportados y murieron en un campo de concentración. Una familia católica polaca se había hecho cargo del niño y a los siete años fueron a bautizarlo.
El párroco preguntó que porqué tan mayor y los padres dijeron que era judío. El sacerdote preguntó si sabían cuál era la voluntad de sus padres. Dijeron que su madre les había dicho que le dijeran que era judío y que debería intentar ir a Israel.
El sacerdote concluyó que no podía bautizar al niño, para respetar la voluntad de los padres, ya asesinados. El gran rabino Ashkenazi era ese niño y el sacerdote fue Juan Pablo II, Karol Woityla.
Daniel Tirapu
dtirapu@ujaen.es
viernes, agosto 22, 2025
sic.
El gran rabino Ashkenazi relata que sus padres fueron deportados y murieron en un campo de concentración. Una familia católica polaca se habia hecho cargo del niño y a los siete años fueron a bautizarlo.
El párroco preguntó que porqué tan mayor y los padres dijeron que era judío. El sacerdote preguntó si sabían cuál era la voluntad de sus padres. Dijeron que su madre les había dicho que le dijeran que era judío y que debería intentar ir a Israel.
El sacerdote concluyó que no podía bautizar al niño, para respetar la voluntad de los padres, ya asesinados. El gran rabino Ashkenazi era ese niño y el sacerdote fue Juan Pablo II, Karol Woityla.
sic.
22 de agosto de 2025 |
“Examínate: despacio, con valentía” |
Examen. -Labor diaria. -Contabilidad que no descuida nunca quien lleva un negocio. ¿Y hay negocio que valga más que el negocio de la vida eterna? (Camino, 235) |
Examínate: despacio, con valentía. -¿No es cierto que tu mal humor y tu tristeza inmotivados -inmotivados, aparentemente- proceden de tu falta de decisión para romper los lazos sutiles, pero "concretos", que te tendió -arteramente, con paliativos- tu concupiscencia? (Camino, 237) Acaba siempre tu examen con un acto de Amor -dolor de Amor-: por ti, por todos los pecados de los hombres... -Y considera el cuidado paternal de Dios, que te quitó los obstáculos para que no tropezases. (Camino, 246) Hay un enemigo de la vida interior, pequeño, tonto; pero muy eficaz, por desgracia: el poco empeño en el examen de conciencia. (Forja, 109) No esperes a la vejez para ser santo: ¡sería una gran equivocación! –Comienza ahora, seriamente, gozosamente, alegremente, a través de tus obligaciones, de tu trabajo, de la vida cotidiana... No esperes a la vejez para ser santo, porque, además de ser una gran equivocación –insisto–, no sabes si llegará para ti. (Forja, 113) |
jueves, agosto 21, 2025
sic.
21 de agosto de 2025 |
“Necesitas un buen examen de conciencia” |
Mira tu conducta con detenimiento. Verás que estás lleno de errores, que te hacen daño a ti y quizá también a los que te rodean. –Recuerda, hijo, que no son menos importantes los microbios que las fieras. |
Y tú cultivas esos errores, esas equivocaciones –como se cultivan los microbios en el laboratorio–, con tu falta de humildad, con tu falta de oración, con tu falta de cumplimiento del deber, con tu falta de propio conocimiento... Y, después, esos focos infectan el ambiente. –Necesitas un buen examen de conciencia diario, que te lleve a propósitos concretos de mejora, porque sientas verdadero dolor de tus faltas, de tus omisiones y pecados. (Forja, 481) La conversión es cosa de un instante; la santificación es tarea para toda la vida. La semilla divina de la caridad, que Dios ha puesto en nuestras almas, aspira a crecer, a manifestarse en obras, a dar frutos que respondan en cada momento a lo que es agradable al Señor. Es indispensable por eso estar dispuestos a recomenzar, a reencontrar –en las nuevas situaciones de nuestra vida– la luz, el impulso de la primera conversión. Y ésta es la razón por la que hemos de prepararnos con un examen hondo, pidiendo ayuda al Señor, para que podamos conocerle mejor y nos conozcamos mejor a nosotros mismos. No hay otro camino, si hemos de convertirnos de nuevo. (Es Cristo que pasa, 58) |
miércoles, agosto 20, 2025
sic.
20 de agosto de 2025 |
“La pureza nace del amor” |
Mira cuántos motivos para venerar a San José y para aprender de su vida: fue un varón fuerte en la fe...; sacó adelante a su familia –a Jesús y a María–, con su trabajo esforzado...; guardó la pureza de la Virgen, que era su Esposa...; y respetó –¡amó!– la libertad de Dios, que hizo la elección, no sólo de la Virgen como Madre, sino también de él como Esposo de Santa María. (Forja, 552) |
No estoy de acuerdo con la forma clásica de representar a San José como un hombre anciano, aunque se haya hecho con la buena intención de destacar la perpetua virginidad de María. Yo me lo imagino joven, fuerte, quizá con algunos años más que Nuestra Señora, pero en la plenitud de la edad y de la energía humana. Para vivir la virtud de la castidad, no hay que esperar a ser viejo o a carecer de vigor. La pureza nace del amor y, para el amor limpio, no son obstáculos la robustez y la alegría de la juventud. Joven era el corazón y el cuerpo de San José cuando contrajo matrimonio con María, cuando supo del misterio de su Maternidad divina, cuando vivió junto a Ella respetando la integridad que Dios quería legar al mundo, como una señal más de su venida entre las criaturas. Quien no sea capaz de entender un amor así, sabe muy poco de lo que es el verdadero amor, y desconoce por entero el sentido cristiano de la castidad. (Es Cristo que pasa, 40) |
martes, agosto 19, 2025
sic.
19 de agosto de 2025 |
“Saberse vencer todos los días” |
No es espíritu de penitencia hacer unos días grandes mortificaciones, y abandonarlas otros. Espíritu de penitencia significa saberse vencer todos los días, ofreciendo cosas –grandes y pequeñas– por amor y sin espectáculo. (Forja, 784) |
Pero nos acecha un potente enemigo, que se opone a nuestro deseo de encarnar acabadamente la doctrina de Cristo: la soberbia, que crece cuando no intentamos descubrir, después de los fracasos y de las derrotas, la mano bienhechora y misericordiosa del Señor. Entonces el alma se llena de penumbras ‑de triste oscuridad‑, se cree perdida. Y la imaginación inventa obstáculos que no son reales, que desaparecerían si mirásemos sólo con un poquito de humildad. Con la soberbia y la imaginación, el alma se mete a veces en tortuosos calvarios; pero en esos calvarios no está Cristo, porque donde está el Señor se goza de paz y de alegría, aunque el alma esté en carne viva y rodeada de tinieblas. Otro enemigo hipócrita de nuestra santificación: el pensar que esta batalla interior ha de dirigirse contra obstáculos extraordinarios, contra dragones que respiran fuego. Es otra manifestación del orgullo. Queremos luchar, pero estruendosamente, con clamores de trompetas y tremolar de estandartes. Hemos de convencernos de que el mayor enemigo de la roca no es el pico o el hacha, ni el golpe de cualquier otro instrumento, por contundente que sea: es ese agua menuda, que se mete, gota a gota, entre las grietas de la peña, hasta arruinar su estructura. (Es Cristo que pasa, 77) |
lunes, agosto 18, 2025
sic.
18 de agosto de 2025 |
“Deberemos contar con decaimientos y derrotas” |
Si eres fiel, podrás llamarte vencedor. En tu vida, aunque pierdas algunos combates, no conocerás derrotas. No existen fracasos –convéncete–, si obras con rectitud de intención y con afán de cumplir la Voluntad de Dios. Entonces, con éxito o sin éxito, triunfarás siempre, porque habrás hecho el trabajo con Amor. (Forja, 199) |
Somos criaturas y estamos llenos de defectos. Yo diría que tiene que haberlos siempre: son la sombra que, en nuestra alma, logra que destaquen más, por contraste, la gracia de Dios y nuestro intento por corresponder al favor divino. Y ese claroscuro nos hará humanos, humildes, comprensivos, generosos. No nos engañemos: en la vida nuestra, si contamos con brío y con victorias, deberemos contar con decaimientos y con derrotas. Esa ha sido siempre la peregrinación terrena del cristiano, también la de los que veneramos en los altares. ¿Os acordáis de Pedro, de Agustín, de Francisco? Nunca me han gustado esas biografías de santos en las que, con ingenuidad, pero también con falta de doctrina, nos presentan las hazañas de esos hombres como si estuviesen confirmados en gracia desde el seno materno. No. Las verdaderas biografías de los héroes cristianos son como nuestras vidas: luchaban y ganaban, luchaban y perdían. Y entonces, contritos, volvían a la lucha. No nos extrañe que seamos derrotados con relativa frecuencia, de ordinario y aun siempre en materias de poca importancia, que nos punzan como si tuvieran mucha. Si hay amor de Dios, si hay humildad, si hay perseverancia y tenacidad en nuestra milicia, esas derrotas no adquirirán demasiada importancia. Porque vendrán las victorias, que serán gloria a los ojos de Dios. No existen los fracasos, si se obra con rectitud de intención y queriendo cumplir la voluntad de Dios, contando siempre con su gracia y con nuestra nada. (Es Cristo que pasa, 76) |
sábado, agosto 16, 2025
viernes, agosto 15, 2025
Siempre hay alguien.
Ahí siempre hay alguien
Al salir de Misa siempre hay un mendigo especial, es el mismo. No es demasiado mendigo, alguna vez hemos comentado algo, recoge la basura de alguna casa, me llama campeón, cuando no me ve me dice si me he vuelto ateo. Ayer salía yo el último, le dí algo y le dije que ya no quedaba nadie dentro.
Hoy al salir me trata de usted, me dice que no me lo tome a mal, que ayer me siguió un poco pero que no me alcanzó y me comenta: "se lo digo con todo el respeto, ayer me dijo usted que no quedaba nadie dentro, pero ahí dentro siempre hay alguien". Lección de Fe y de amor, Jesús está siempre en la Eucaristía, y dentro de la Iglesia siempre hay alguien. Gracias campeón, gracias.
Daniel Tirapu
dtirapu@ujaen.es
sic.
15 de agosto de 2025 |
“Se ha dormido la Madre de Dios” |
Esta es la llave para abrir la puerta y entrar en el Reino de los Cielos: "qui facit voluntatem Patris mei qui in coelis est, ipse intrabit in regnum coelorum" -el que hace la voluntad de mi Padre..., ¡ése entrará! (Camino, 754) |
Assumpta est María in coelum: gaudent angeli! –María ha sido llevada por Dios, en cuerpo y alma, a los cielos: ¡y los Ángeles se alegran! Así canta la Iglesia. –Y así, con ese clamor de regocijo, comenzamos la contemplación en esta decena del Santo Rosario: Se ha dormido la Madre de Dios. –Están alrededor de su lecho los doce Apóstoles. –Matías sustituyó a Judas. Y nosotros, por gracia que todos respetan, estamos a su lado también. Pero Jesús quiere tener a su Madre, en cuerpo y alma, en la Gloria. –Y la Corte celestial despliega todo su aparato, para agasajar a la Señora. –Tú y yo –niños, al fin– tomamos la cola del espléndido manto azul de la Virgen, y así podemos contemplar aquella maravilla. La Trinidad beatísima recibe y colma de honores a la Hija, Madre y Esposa de Dios... –Y es tanta la majestad de la Señora, que hace preguntar a los Ángeles: ¿Quién es ésta? (Santo Rosario, 4º Misterio Glorioso). |
jueves, agosto 14, 2025
sic.
14 de agosto de 2025 |
“Sentiré el calor de tu divinidad” |
Cuando se trabaja por Dios, hay que tener "complejo de superioridad", te he señalado. Pero, me preguntabas, ¿esto no es una manifestación de soberbia? |
–¡No! Es una consecuencia de la humildad, de una humildad que me hace decir: Señor, Tú eres el que eres. Yo soy la negación. Tú tienes todas las perfecciones: el poder, la fortaleza, el amor, la gloria, la sabiduría, el imperio, la dignidad... Si yo me uno a Ti, como un hijo cuando se pone en los brazos fuertes de su padre o en el regazo maravilloso de su madre, sentiré el calor de tu divinidad, sentiré las luces de tu sabiduría, sentiré correr por mi sangre tu fortaleza. (Forja, 342) Os recuerdo que si sois sinceros, si os mostráis como sois, si os endiosáis, a base de humildad, no de soberbia, vosotros y yo permaneceremos seguros en cualquier ambiente: podremos hablar siempre de victorias, y nos llamaremos vencedores. Con esas íntimas victorias del amor de Dios, que traen la serenidad, la felicidad del alma, la comprensión. La humildad nos empujará a que llevemos a cabo grandes labores; pero a condición de que no perdamos de vista la conciencia de nuestra poquedad, con un convencimiento de nuestra pobre indigencia que crezca cada día. (Amigos de Dios, nn. 104-106) |
miércoles, agosto 13, 2025
sic.
13 de agosto de 2025 |
“Si somos humildes, Dios no nos abandonará nunca” |
Esas depresiones, porque ves o porque descubren tus defectos, no tienen fundamento... –Pide la verdadera humildad. (Surco, 262) |
Cuanto más grande seas, humíllate más y hallarás gracia ante el Señor. Si somos humildes, Dios no nos abandonará nunca. Él humilla la altivez del soberbio, pero salva a los humildes. Él libera al inocente, que por la pureza de sus manos será rescatado. La infinita misericordia del Señor no tarda en acudir en socorro del que lo llama desde la humildad. Y entonces actúa como quien es: como Dios Omnipotente. Aunque haya muchos peligros, aunque el alma parezca acosada, aunque se encuentre cercada por todas partes por los enemigos de su salvación, no perecerá. Y esto no es sólo tradición de otros tiempos: sigue sucediendo ahora. (…) Nosotros, sin portentos espectaculares, con normalidad de ordinaria vida cristiana, con una siembra de paz y de alegría, hemos de destruir también muchos ídolos: el de la incomprensión, el de la injusticia, el de la ignorancia, el de la pretendida suficiencia humana que vuelve arrogante la espalda a Dios. No os asustéis, ni temáis ningún daño, aunque las circunstancias en que trabajéis sean tremendas, peores que las de Daniel en la fosa con aquellos animales voraces. Las manos de Dios son igualmente poderosas y, si fuera necesario, harían maravillas. (Amigos de Dios, 104) |
martes, agosto 12, 2025
sic.
12 de agosto de 2025 |
“Ojala seas como un viejo sillar oculto” |
No quieras ser como aquella veleta dorada del gran edificio: por mucho que brille y por alta que esté, no importa para la solidez de la obra. –Ojalá seas como un viejo sillar oculto en los cimientos, bajo tierra, donde nadie te vea: por ti no se derrumbará la casa. (Camino, 590) |
Déjame que te recuerde, entre otras, algunas señales evidentes de falta de humildad: ––pensar que lo que haces o dices está mejor hecho o dicho que lo de los demás; ––querer salirte siempre con la tuya; –disputar sin razón o –cuando la tienes– insistir con tozudez y de mala manera; —dar tu parecer sin que te lo pidan, ni lo exija la caridad; —despreciar el punto de vista de los demás; —no mirar todos tus dones y cualidades como prestados; —no reconocer que eres indigno de toda honra y estima, incluso de la tierra que pisas y de las cosas que posees; —citarte a ti mismo como ejemplo en las conversaciones; —hablar mal de ti mismo, para que formen un buen juicio de ti o te contradigan; —excusarte cuando se te reprende; —encubrir al Director algunas faltas humillantes, para que no pierda el concepto que de ti tiene; —oír con complacencia que te alaben, o alegrarte de que hayan hablado bien de ti; —dolerte de que otros sean más estimados que tú; —negarte a desempeñar oficios inferiores; —buscar o desear singularizarte; —insinuar en la conversación palabras de alabanza propia o que dan a entender tu honradez, tu ingenio o destreza, tu prestigio profesional...; —avergonzarte porque careces de ciertos bienes... (Surco, 263) |
lunes, agosto 11, 2025
sic.
11 de agosto de 2025 |
“Que si han dicho, que si pensarán...” |
Cuanto más alta se alza la estatua, tanto más duro y peligroso es después el golpe en la caída. (Surco, 269) |
Oímos hablar de soberbia, y quizá nos imaginamos una conducta despótica, avasalladora: grandes ruidos de voces que aclaman y el triunfador que pasa, como un emperador romano, debajo de los altos arcos, con ademán de inclinar la cabeza, porque teme que su frente gloriosa toque el blanco mármol. Seamos realistas: esa soberbia sólo cabe en una loca fantasía. Hemos de luchar contra otras formas más sutiles, más frecuentes: el orgullo de preferir la propia excelencia a la del prójimo; la vanidad en las conversaciones, en los pensamientos y en los gestos; una susceptibilidad casi enfermiza, que se siente ofendida ante palabras y acciones que no significan en modo alguno un agravio. Todo esto sí que puede ser, que es, una tentación corriente. El hombre se considera, a sí mismo, como el sol y el centro de los que están a su alrededor. Todo debe girar en torno a él. Y no raramente recurre, con su afán morboso, hasta la simulación del dolor, de la tristeza y de la enfermedad: para que los demás lo cuiden y lo mimen. La mayor parte de los conflictos, que se plantean en la vida interior de muchas gentes, los fabrica la imaginación: que si han dicho, que si pensarán, que si me consideran... Y esa pobre alma sufre, por su triste fatuidad, con sospechas que no son reales. Su amargura es continua y procura producir desasosiego en los demás: porque no sabe ser humilde, porque no ha aprendido a olvidarse de sí misma para darse, generosamente, al servicio de los otros por amor de Dios. (Amigos de Dios, 101) |
sábado, agosto 09, 2025
viernes, agosto 08, 2025
sic.
Newman doctor de la Iglesia
Los conversos ingleses son apasionantes. Newman un joven brillante que con 23 años impartía clases en Oxford, intenta reavivar el anglicanismo y demostrar que es la vía auténtica para llegar a Jesucristo. Detesta el ornamento piadoso de los católicos, las imágenes relamidas, el folclore tipo el Rocío... es un fino inglés que será el mejor predicador y capellán universitario de Oxford.
En la mitad de su vida, después de mucho investigar, rezar y pensar, llega a la conclusión de que la verdadera Iglesia es la Romano católica. Eso supone abandonar el esplendor de su carrera universitaria, de su capellanía, de un público que le adora y que le considera en ocasiones un traidor.
Apologia pro vita sua es su vida y su conversión. Pionero del Vaticano II, del laicado, de las relaciones entre conciencia, verdad y autoridad. Llegó a ser cardenal. Oratoriano. Santo y doctor de la Iglesia. Su mejor biografía en castellano la ha escrito José Morales, teólogo de la U, de Navarra y gran amigo y maestro.
Daniel Tirapu
dtirapu@ujaen.es
sic.
8 de agosto de 2025 |
“Grito mi amor a la libertad personal” |
Libertad de conciencia: ¡no! –Cuántos males ha traído a los pueblos y a las personas este lamentable error, que permite actuar en contra de los propios dictados íntimos. Libertad “de las conciencias”, sí: que significa el deber de seguir ese imperativo interior..., ¡ah, pero después de haber recibido una seria formación! (Surco, 389) |
Cuando, durante mis años de sacerdocio, no diré que predico, sino que grito mi amor a la libertad personal, noto en algunos un gesto de desconfianza, como si sospechasen que la defensa de la libertad entrañara un peligro para la fe. Que se tranquilicen esos pusilánimes. Exclusivamente atenta contra la fe una equivocada interpretación de la libertad, una libertad sin fin alguno, sin norma objetiva, sin ley, sin responsabilidad. En una palabra: el libertinaje. Desgraciadamente, es eso lo que algunos propugnan; esta reivindicación sí que constituye un atentado a la fe. Por eso no es exacto hablar de libertad de conciencia, que equivale a valorar como de buena categoría moral que el hombre rechace a Dios. Ya hemos recordado que podemos oponernos a los designios salvadores del Señor; podemos, pero no debemos hacerlo. Y si alguno tomase esa postura deliberadamente, pecaría al transgredir el primero y fundamental entre los mandamientos: amarás a Yavé, con todo tu corazón. Yo defiendo con todas mis fuerzas la libertad de las conciencias, que denota que a nadie le es lícito impedir que la criatura tribute culto a Dios. Hay que respetar las legítimas ansias de verdad: el hombre tiene obligación grave de buscar al Señor, de conocerle y de adorarle, pero nadie en la tierra debe permitirse imponer al prójimo la práctica de una fe de la que carece; lo mismo que nadie puede arrogarse el derecho de hacer daño al que la ha recibido de Dios. Nuestra Santa Madre la Iglesia se ha pronunciado siempre por la libertad, y ha rechazado todos los fatalismos, antiguos y menos antiguos. Ha señalado que cada alma es dueña de su destino, para bien o para mal: y los que no se apartaron del bien irán a la vida eterna; los que cometieron el mal, al fuego eterno. (Amigos de Dios, 32-33) |
jueves, agosto 07, 2025
sic.
7 de agosto de 2025 |
“Nada fías de ti y todo de Dios” |
Nunca te habías sentido más absolutamente libre que ahora, que tu libertad está tejida de amor y de desprendimiento, de seguridad y de inseguridad: porque nada fías de ti y todo de Dios. (Surco, 787) |
El amor de Dios es celoso; no se satisface si se acude a su cita con condiciones: espera con impaciencia que nos demos del todo, que no guardemos en el corazón recovecos oscuros, a los que no logra llegar el gozo y la alegría de la gracia y de los dones sobrenaturales. Quizá pensaréis: responder que sí a ese Amor exclusivo, ¿no es acaso perder la libertad? (…) Cada uno de nosotros ha experimentado alguna vez que servir a Cristo Señor Nuestro comporta dolor y fatiga. Negar esta realidad, supondría no haberse encontrado con Dios. El alma enamorada conoce que, cuando viene ese dolor, se trata de una impresión pasajera y pronto descubre que el peso es ligero y la carga suave, porque lo lleva Él sobre sus hombros, como se abrazó al madero cuando estaba en juego nuestra felicidad eterna. Pero hay hombres que no entienden, que se rebelan contra el Creador -una rebelión impotente, mezquina, triste-, que repiten ciegamente la queja inútil que recoge el Salmo: rompamos sus ataduras y sacudamos lejos de nosotros su dominio. Se resisten a cumplir, con heroico silencio, con naturalidad, sin lucimiento y sin lamentos, la tarea dura de cada día. No comprenden que la Voluntad divina, también cuando se presenta con matices de dolor, de exigencia que hiere, coincide exactamente con la libertad, que sólo reside en Dios y en sus designios. Son almas que hacen barricadas con la libertad. ¡Mi libertad, mi libertad! La tienen, y no la siguen; la miran, la ponen como un ídolo de barro dentro de su entendimiento mezquino. ¿Es eso libertad? ¿Qué aprovechan de esa riqueza sin un compromiso serio, que oriente toda la existencia? Un comportamiento así se opone a la categoría propia, a la nobleza, de la persona humana. Falta la ruta, el camino claro que informe los pasos sobre la tierra: esas almas -las habéis encontrado, como yo- se dejarán arrastrar luego por la vanidad pueril, por el engreimiento egoísta, por la sensualidad. (Amigos de Dios, 28-29) |
miércoles, agosto 06, 2025
sic.
6 de agosto de 2025 |
La transfiguración del Señor |
El cielo: "ni ojo alguno vio, ni oreja oyó, ni pasaron a hombre por pensamiento las cosas que tiene Dios preparadas para aquellos que le aman". -¿No te empujan a luchar esas revelaciones del apóstol? (Camino, 751) |
Y se transfiguró ante ellos, de modo que su rostro se puso resplandeciente como el sol, y sus vestidos blancos como la luz (Mt 17,2). ¡Jesús: verte, hablarte! ¡Permanecer así, contemplándote, abismado en la inmensidad de tu hermosura y no cesar nunca, nunca, en esa contemplación! ¡Oh, Cristo, quién te viera! ¡Quién te viera para quedar herido de amor a Ti! Y una voz desde la nube dijo: Este es mi Hijo, el Amado, en quien me complazco; escuchadle (Mt 17, 5). Señor nuestro, aquí nos tienes dispuestos a escuchar cuanto quieras decirnos. Háblanos; estamos atentos a tu voz. Que tu conversación, cayendo en nuestra alma, inflame nuestra voluntad para que se lance fervorosamente a obedecerte. Vultum tuum, Domine, requiram (Sal 26, 8), buscaré, Señor, tu rostro. Me ilusiona cerrar los ojos, y pensar que llegará el momento, cuando Dios quiera, en que podré verle, no como en un espejo, y bajo imágenes oscuras... sino cara a cara (I Cor. 13, 12). Sí, mi corazón está sediento de Dios, del Dios vivo: ¿cuándo vendré y veré la faz de Dios? (Sal 41,3) (Santo Rosario. IVº misterio luminoso). |
martes, agosto 05, 2025
sic.
5 de agosto de 2025 |
“Dios os llama a servirle en y desde las tareas civiles” |
El mundo nos espera. ¡Sí!, amamos apasionadamente este mundo porque Dios así nos lo ha enseñado: «sic Deus dilexit mundum...» –así Dios amó al mundo; y porque es el lugar de nuestro campo de batalla –una hermosísima guerra de caridad–, para que todos alcancemos la paz que Cristo ha venido a instaurar. (Surco, 290) |
Lo he enseñado constantemente con palabras de la Escritura Santa: el mundo no es malo, porque ha salido de las manos de Dios, porque es criatura suya, porque Yaveh lo miró y vio que era bueno (Cfr. Gen 1, 7 y ss.). Somos los hombres los que lo hacemos malo y feo, con nuestros pecados y nuestras infidelidades. No lo dudéis, hijos míos: cualquier modo de evasión de las honestas realidades diarias es para vosotros, hombres y mujeres del mundo, cosa opuesta a la voluntad de Dios. Por el contrario, debéis comprender ahora –con una nueva claridad– que Dios os llama a servirle en y desde las tareas civiles, materiales, seculares de la vida humana: en un laboratorio, en el quirófano de un hospital, en el cuartel, en la cátedra universitaria, en la fábrica, en el taller, en el campo, en el hogar de familia y en todo el inmenso panorama del trabajo, Dios nos espera cada día. Sabedlo bien: hay un algo santo, divino, escondido en las situaciones más comunes, que toca a cada uno de vosotros descubrir (...). No hay otro camino, hijos míos: o sabemos encontrar en nuestra vida ordinaria al Señor, o no lo encontraremos nunca. Por eso puedo deciros que necesita nuestra época devolver –a la materia y a las situaciones que parecen más vulgares– su noble y original sentido, ponerlas al servicio del Reino de Dios, espiritualizarlas, haciendo de ellas medio y ocasión de nuestro encuentro continuo con Jesucristo (Conversaciones, 114). |
lunes, agosto 04, 2025
sic.
4 de agosto de 2025 |
“Poner amor en las cosas pequeñas” |
De lejos –allá, en el horizonte– parece que el cielo se junta con la tierra. No olvides que, donde de veras la tierra y el cielo se juntan, es en tu corazón de hijo de Dios (Surco, 309). |
Esta doctrina de la Sagrada Escritura, que se encuentra –como sabéis– en el núcleo mismo del espíritu del Opus Dei, os ha de llevar a realizar vuestro trabajo con perfección, a amar a Dios y a los hombres al poner amor en las cosas pequeñas de vuestra jornada habitual, descubriendo ese algo divino que en los detalles se encierra. ¡Qué bien cuadran aquí aquellos versos del poeta de Castilla!: Despacito, y buena letra: / el hacer las cosas bien / importa más que el hacerlas. Os aseguro, hijos míos, que cuando un cristiano desempeña con amor lo más intrascendente de las acciones diarias, aquello rebosa de la trascendencia de Dios. Por eso os he repetido, con un repetido martilleo, que la vocación cristiana consiste en hacer endecasílabos de la prosa de cada día. En la línea del horizonte, hijos míos, parecen unirse el cielo y la tierra. Pero no, donde de verdad se juntan es en vuestros corazones, cuando vivís santamente la vida ordinaria... (Conversaciones con Mons. Escrivá de Balaguer, 114-116) |
sábado, agosto 02, 2025
viernes, agosto 01, 2025
San Juan Pablo II.
San Juan Pablo II
En el curso de más de 100 universitarios en el que estoy, tenemos una sesión plenaria y el tema ha sido Juan Pablo II el Papa que lleva a la Iglesia al tercer milenio. La conclusión, aunque poco académica es que ese hombre es un milagro. Su atentado, la caída de los regímenes soviéticos, el buen camino de la aplicación del Vaticano II, el catecismo, su especial relación con Dios y la Virgen.
El hombre más visto por personas en directo, de toda la humanidad. Fue nombrado Obispo con 38 años y curiosamente el régimen comunista pensó que ese nombramiento no les afectaría por dos razones, pasaba mucho tiempo rezando y era demasiado teórico. Pues sí con la oración se cambia el mundo, lo cambió.
Por cierto preguntamos al ponente, cómo interpretaba eso de que era muy avanzado en lo social y conservador en lo moral. Quien dice eso del Papa se descubre, en lo social, a la hora de mojarse parece demasiado lo que dice, en cambio, en lo moral, para mi comodidad y egoísmo parece muy duro. Juan Pablo ayúdanos.
Daniel Tirapu
dtirapu@ujaen.es