Pobreza cristiana.

El pasado 4 de octubre fue la fiesta de San Francisco de Asís. Un santo que siendo rico se hizo pobre, que se adornaba con la naturaleza y los animales. La pobreza es virtud cristiana, de todos, no sólo de frailes. Hay pobreza que no se elige, te la da la vida y aceptarla trabajando es camino seguro al cielo. Pero en nuestro mundo consumista la pobreza es voluntaria. La pobreza del fiel normal no es mugre, ni suciedad, ni mal olor. Es no tener nada como propio, desprenderse de lo superfluo y no quejarse cuando falta lo necesario, entre otras cosas. De pequeño llegué a pensar que a mi padre y a mi madre les gustaban lo que más las cabezas del pescado...lo hacían por nosotros, sin darle importancia. He ido a auxiliar a gente desfavorecida, no tenían ni para comer pero al entrar en sus tugurios tenían tele de plasma , móvil, etc. Es bueno desprenderse para estar entrenados en tiempos de crisis.