lunes, noviembre 10, 2025

sic.

 

0 de noviembre de 2025
“La caridad es la sal del apostolado”
Ama y practica la caridad, sin límites y sin discriminaciones, porque es la virtud que nos caracteriza a los discípulos del Maestro. –Sin embargo, esa caridad no puede llevarte –dejaría de ser virtud– a amortiguar la fe, a quitar las aristas que la definen, a dulcificarla hasta convertirla, como algunos pretenden, en algo amorfo que no tiene la fuerza y el poder de Dios. (Forja, 456)

Pecaría de ingenuo el que se imaginase que las exigencias de la caridad cristiana se cumplen fácilmente. Muy distinto se demuestra lo que experimentamos en el quehacer habitual de la humanidad y, por desgracia, en el ámbito de la Iglesia. Si el amor no obligara a callar, cada uno contaría largamente de divisiones, de ataques, de injusticias, de murmuraciones, de insidias. Hemos de admitirlo con sencillez, para tratar de poner por nuestra parte el oportuno remedio, que ha de traducirse en un esfuerzo personal por no herir, por no maltratar, por corregir sin dejar hundido a nadie.

(…) Yo me siento movido ahora a pedir al Señor -uníos, si queréis, a esta oración mía- que no permita que en su Iglesia la falta de amor encizañe a las almas. La caridad es la sal del apostolado de los cristianos; si pierde el sabor, ¿cómo podremos presentarnos ante el mundo y explicar, con la cabeza alta, aquí está Cristo? (Amigos de Dios, 234)

viernes, noviembre 07, 2025

Sobriedad.

 

Sobriedad

 

 

Daniel Tirapu


Gula, una de las secciones de la Mesa de los pecados capitales,
de Hieronymus Bosch.

 

 

 

 

 

Ver un defecto propio en otro es terrible. Dicen que la vida te ajusta las cuentas y que antes o después encuentras la horma de tu zapato. Gracias a la formación que recibí y recibo en la Obra, el Opus Dei, me hablaron de ser moderado en aperitivos, cócteles públicos, etc. Ciertamente es penoso en reuniones académicas o sociales, cómo personas que parecen tener una posición o inteligencia pierden los papeles después de la conferencia, persiguiendo una croqueta con una mano y con la otra unos frutos secos.

Recuerdo a un famoso canonista italiano, que me hablaba con la boca llena en la copa posterior a su intervención, mientras me preguntaba si además de la copa se serviría después la cena. También en el mismísimo Vaticano, ví cómo un Cardenal hacía valer su posición frente a un Obispo, para acceder al lunch vaticano. No te digo nada cuando uno o dos asistentes copan una zona y avisan a sus amigos o amigas porque hay abundante material comestible y bebible. De eso te das cuenta cuando lo ves en los demás.

Es como el famoso y bello faisán, que se pavonea, pero que a la hora de la pitanza acaba desplumado por las gallinas que ven como su belleza se torna en avidez alimenticia. Que conste que quien les escribe tiene un apetito envidiable, pero es mejor despedirse amablemente que pelear por una croqueta. Otro día hablamos de los bufetes libres.

 

 

Daniel Tirapu
dtirapu@ujaen.es

viernes, octubre 31, 2025

Difuntos-

 

Opinión

Difuntos

 

 

Daniel Tirapu


Cementerio de San Isidro.

 

 

 

 

 

Día de otoño en Madrid: lluvia, hojas caídas, visita al cementerio de la Almudena. Lewis decía que puede ser que esta vida nos la pasemos afinando los instrumentos para la gran orquesta del cielo, la gran sinfonía.

La muerte es muy democrática: ricos, pobres, mayores, jóvenes. Repasaba las lápidas, a algunos les conocía, había convivido con ellos; a otros no. Besé una lápida, no les faltaban flores cuidadas. Rezamos, daba paz, no resquemor. In Pace.

Les visitamos porque creemos que viven o con Jesús y su Madre o ganándose el cielo, purificándose. Es obra de misericordia pedir por los difuntos, y la Misa nuestra mejor ofrenda. Una flor se marchita, una lágrima se seca, la oración siempre queda.

 

 

Daniel Tirapu
dtirapu@ujaen.es

jueves, octubre 30, 2025

sic.

 

30 de octubre de 2025
"No queramos esquivar su Voluntad"
Esta es la llave para abrir la puerta y entrar en el Reino de los Cielos: "qui facit voluntatem Patris mei qui in coelis est, ipse intrabit in regnum coelorum" -el que hace la voluntad de mi Padre..., ¡ése entrará! (Camino, 754)

De que tú y yo nos portemos como Dios quiere -no lo olvides- dependen muchas cosas grandes. (Camino, 755)

Nosotros somos piedras, sillares, que se mueven, que sienten, que tienen una libérrima voluntad.

Dios mismo es el cantero que nos quita las esquinas, arreglándonos, modificándonos, según Él desea, a golpe de martillo y de cincel.

No queramos apartarnos, no queramos esquivar su Voluntad, porque, de cualquier modo, no podremos evitar los golpes. -Sufriremos más e inútilmente, y, en lugar de la piedra pulida y dispuesta para edificar, seremos un montón informe de grava que pisarán las gentes con desprecio. (Camino, 756)

La aceptación rendida de la Voluntad de Dios trae necesariamente el gozo y la paz: la felicidad en la Cruz. -Entonces se ve que el yugo de Cristo es suave y que su carga no es pesada. (Camino, 758)

Un razonamiento que lleva a la paz y que el Espíritu Santo da hecho a los que quieren la Voluntad de Dios: "Dominus regit me, et nihil mihi deerit" -el Señor me gobierna, nada me faltará.

¿Qué puede inquietar a un alma que repita de verdad esas palabras? (Camino, 760)

miércoles, octubre 29, 2025

sic.

 

29 de octubre de 2025
“Hay mil maneras de orar”
¿Católico, sin oración?... Es como un soldado sin armas (Surco, 453).

Yo te aconsejo que, en tu oración, intervengas en los pasajes del Evangelio, como un personaje más. Primero te imaginas la escena o el misterio, que te servirá para recogerte y meditar. Después aplicas el entendimiento, para considerar aquel rasgo de la vida del Maestro: su Corazón enternecido, su humildad, su pureza, su cumplimiento de la Voluntad del Padre. Luego cuéntale lo que a ti en estas cosas te suele suceder, lo que te pasa, lo que te está ocurriendo. Permanece atento, porque quizá Él querrá indicarte algo: y surgirán esas mociones interiores, ese caer en la cuenta, esas reconvenciones.

(…) Hay mil maneras de orar, os digo de nuevo. Los hijos de Dios no necesitan un método, cuadriculado y artificial, para dirigirse a su Padre. El amor es inventivo, industrioso; si amamos, sabremos descubrir caminos personales, íntimos, que nos lleven a este diálogo continuo con el Señor. (…)

Si flaqueamos, acudiremos al amor de Santa María, Maestra de oración; y a San José, Padre y Señor Nuestro, a quien veneramos tanto, que es quien más íntimamente ha tratado en este mundo a la Madre de Dios y -después de Santa María- a su Hijo Divino. Y ellos presentarán nuestra debilidad a Jesús, para que Él la convierta en fortaleza. (Amigos de Dios, nn. 253. 255)

viernes, octubre 24, 2025

Tres cuestiones.

 

Opinión

Tres cuestiones

 

 

Daniel Tirapu


Matrimonio católico.

 

 

 

 

 

Los profesores en la medida que van adquiriendo más madurez, solemos decir a los estudiantes que si tienen alguna duda que la manifiesten...que yo se la ampliaré, la duda, me refiero. Planteo, a grandes rasgos, tres cuestiones: homosexuales y matrimonio, sexualidad, culturas indígenas.

Yo intentaré decirle algo de estas cuestiones:

 

a) la Iglesia pide comprensión, ayuda y respeto para las personas homosexuales. Condena, no a las personas, sino los actos sexuales, así como también los no homosexuales deben vivir la castidad. El matrimonio es la peculiar unión de un hombre y una mujer que se comprometen en cuanto que personas diferenciadas sexualmente a una unión vital abierta a la vida y la familia, dos personas del mismo sexo en todo caso pueden formar una unión asociativa. Por qué no admite a dos hermanos al matrimonio, si se quieren, se ayudan, etc.?

b) La sexualidad va unida a la persona, fuera del matrimonio prestaría su sexualidad desligada de un compromiso y puede falsear la entrega personal. Además cómo distinguir el sexo por el sexo, la prostitución, el egoismo carnal, el machismo, el turismo sexual? Sé que es una doctrina exigente. También existe una castidad matrimonial.

c) Esas culturas precolombinas, junto con muchas cosas buenas parece que estaban en decadencia: sacrificios humanos, poligamia, animismo, tribalismo. Me sorprende cómo supieron hacer suyo el cristianismo y en tres siglos ser pueblos de principios democráticos que se liberaron de España. La Iglesia contribuyó a esto en cierta medida.

 

 

Daniel Tirapu
dtirapu@ujaen.es

 

sic.

 

4 de octubre de 2025
“¡Señor, que no sé hacer oración!”
Me has escrito: “orar es hablar con Dios. Pero, ¿de qué?” –¿De qué? De Él, de ti: alegrías, tristezas, éxitos y fracasos, ambiciones nobles, preocupaciones diarias..., ¡flaquezas!: y hacimientos de gracias y peticiones: y Amor y desagravio. En dos palabras: conocerle y conocerte: “¡tratarse!”. (Camino, 91)

¿Cómo hacer oración? Me atrevo a asegurar, sin temor a equivocarme, que hay muchas, infinitas maneras de orar, podría decir. Pero yo quisiera para todos nosotros la auténtica oración de los hijos de Dios, no la palabrería de los hipócritas, que han de escuchar de Jesús: no todo el que repite: ¡Señor!, ¡Señor!, entrará en el reino de los cielos. Los que se mueven por la hipocresía, pueden quizá lograr el ruido de la oración -escribía San Agustín-, pero no su voz, porque allí falta la vida, y está ausente el afán de cumplir la Voluntad del Padre. Que nuestro clamar ¡Señor! vaya unido al deseo eficaz de convertir en realidad esas mociones interiores, que el Espíritu Santo despierta en nuestra alma (...).

No me he cansado nunca y, con la gracia de Dios, nunca me cansaré de hablar de oración. Hacia 1930, cuando se acercaban a mí, sacerdote joven, personas de todas las condiciones -universitarios, obreros, sanos y enfermos, ricos y pobres, sacerdotes y seglares-, que intentaban acompañar más de cerca al Señor, les aconsejaba siempre: rezad. Y si alguno me contestaba: no sé ni siquiera cómo empezar, le recomendaba que se pusiera en la presencia del Señor y le manifestase su inquietud, su ahogo, con esa misma queja: Señor, ¡que no sé! Y, tantas veces, en aquellas humildes confidencias se concretaba la intimidad con Cristo, un trato asiduo con Él. (Amigos de Dios, nn. 243-244)

jueves, octubre 23, 2025

sic.

23 de octubre de 2025
“Meditación- Tiempo fijo y a hora fija”
Meditación. –Tiempo fijo y a hora fija. –Si no, se adaptará a la comodidad nuestra: esto es falta de mortificación. Y la oración sin mortificación es poco eficaz. (Surco, 446)

Venced, si acaso la advertís, la poltronería, el falso criterio de que la oración puede esperar. No retrasemos jamás esta fuente de gracias para mañana. Ahora es el tiempo oportuno. Dios, que es amoroso espectador de nuestro día entero, preside nuestra íntima plegaria: y tú y yo -vuelvo a asegurar- hemos de confiarnos con El como se confía en un hermano, en un amigo, en un padre. Dile -yo se lo digo- que Él es toda la Grandeza, toda la Bondad, toda la Misericordia. Y añade: por eso quiero enamorarme de Ti, a pesar de la tosquedad de mis maneras, de estas pobres manos mías, ajadas y maltratadas por el polvo de los vericuetos de la tierra.

(…) Que no falten en nuestra jornada unos momentos dedicados especialmente a frecuentar a Dios, elevando hacia Él nuestro pensamiento, sin que las palabras tengan necesidad de asomarse a los labios, porque cantan en el corazón. Dediquemos a esta norma de piedad un tiempo suficiente; a hora fija, si es posible. Al lado del Sagrario, acompañando al que se quedó por Amor. Y si no hubiese más remedio, en cualquier parte, porque nuestro Dios está de modo inefable en nuestra alma en gracia. (Amigos de Dios, nn. 246. 249)

 

miércoles, octubre 22, 2025

sic.

 

22 de octubre de 2025
“Dios nos conduce sin pausas”
Mientras hay lucha, lucha ascética, hay vida interior. Eso es lo que nos pide el Señor: la voluntad de querer amarle con obras, en las cosas pequeñas de cada día. Si has vencido en lo pequeño, vencerás en lo grande. (Via Crucis, 3ª Estación, n. 2)

Debo preveniros ante una asechanza, que no desdeña en emplear Satanás -¡ése no se toma vacaciones!-, para arrancarnos la paz. Quizá en algún instante se insinúa la duda, la tentación de pensar que se retrocede lamentablemente, o de que apenas se avanza; hasta cobra fuerza el convencimiento de que, no obstante el empeño por mejorar, se empeora. Os aseguro que, de ordinario, ese juicio pesimista refleja sólo una falsa ilusión, un engaño que conviene rechazar. (…) Acordaos de que la Providencia de Dios nos conduce sin pausas, y no escatima su auxilio -con milagros portentosos y con milagros menudos- para sacar adelante a sus hijos.

Militia est vita hominis super terram, et sicut dies mercenarii, dies eius, la vida del hombre sobre la tierra es milicia, y sus días transcurren con el peso del trabajo. Nadie escapa a este imperativo; tampoco los comodones que se resisten a enterarse: desertan de las filas de Cristo, y se afanan en otras contiendas para satisfacer su poltronería, su vanidad, sus ambiciones mezquinas; andan esclavos de sus caprichos (...).

Renovad cada mañana, con un serviam! decidido -¡te serviré, Señor!-, el propósito de no ceder, de no caer en la pereza o en la desidia, de afrontar los quehaceres con más esperanza, con más optimismo, bien persuadidos de que si en alguna escaramuza salimos vencidos podremos superar ese bache con un acto de amor sincero. (Amigos de Dios, 217)

viernes, octubre 17, 2025

Raíces.

 

Raíces

 

 

Daniel Tirapu


Estatua de santa Teresa de Ávila.

 

 

 

 

 

Polémica de niñas con velo en la escuela, se suprime el consumo de cerdo en una guardería, los crucifijos los quitaron sin regular, los intelectuales no creen en Dios por principio, los políticos mejor que no tengan creencias religiosas. Estamos en el gueto católico.

Cada una de las cosas que he citado tienen solución, pero parece que la libertad religiosa se inventó para respetar toda creencia menos la cristiana. Es una situación curiosa. El ayuntamiento organiza en Madrid una enorme carpa para entender el ramadán, a parte de las fiestas esotéricas, con masaje incluido para el Karma. Y nosotros de ¿dónde venimos?

Pues de la reconquista, de Recaredo, de la Virgen del Pilar, de los misioneros y religiosas españolas que están por el mundo, hasta las encomiendas civiles en España  se llaman cruces. Id y bautizad a las gentes; estamos apollinados y temerosos de decir lo que creemos y lo que da razón de nuestra esperanza. Hay que ponerse a rezar... y a trabajar, proponiendo pero no escondiendo.

 

 

Daniel Tirapu
dtirapu@ujaen.es

sic.

 

17 de octubre de 2025
“La escondida maravilla de la vida interior”
Hasta ahora no habías comprendido el mensaje que los cristianos traemos a los demás hombres: la escondida maravilla de la vida interior. ¡Qué mundo nuevo les estás poniendo delante! (Surco, 654)

¡Cuántas cosas nuevas has descubierto! –Sin embargo, a veces eres un ingenuo, y piensas que has visto todo, que estás ya enterado de todo... Luego, tocas con tus manos la riqueza única e insondable de los tesoros del Señor, que siempre te mostrará "cosas nuevas", si tú respondes con amor y delicadeza: y entonces comprendes que estás al principio del camino, porque la santidad consiste en la identificación con Dios, con ese Dios nuestro, que es infinito, inagotable. (Surco, 655)

Vamos a no engañarnos... –Dios no es una sombra, un ser lejano, que nos crea y luego nos abandona; no es un amo que se va y ya no vuelve. Aunque no lo percibamos con nuestros sentidos, su existencia es mucho más verdadera que la de todas las realidades que tocamos y vemos. Dios está aquí, con nosotros, presente, vivo: nos ve, nos oye, nos dirige, y contempla nuestras menores acciones, nuestras intenciones más escondidas.

Creemos esto..., pero ¡vivimos como si Dios no existiera! Porque no tenemos para Él ni un pensamiento, ni una palabra; porque no le obedecemos, ni tratamos de dominar nuestras pasiones; porque no le expresamos amor, ni le desagraviamos...

–¿Vamos a seguir viviendo con una fe muerta? (Surco, 658)

jueves, octubre 16, 2025

sic.

 

16 de octubre de 2025
“Sólo en el Cielo están los perfectos”
¡Que el otro está lleno de defectos! Bien... Pero, además de que sólo en el Cielo están los perfectos, tú también arrastras los tuyos y, sin embargo, te soportan y, más aun, te estiman: porque te quieren con el amor que Jesucristo daba a los suyos, ¡que bien cargados de miserias andaban! –¡Aprende! (Surco, 758)

Te quejas de que no es comprensivo... –Yo tengo la certeza de que hace lo posible por entenderte. Pero tú, ¿cuándo te esforzarás un poquito por comprenderle? (Surco, 759)

¡De acuerdo!, lo admito: esa persona se ha portado mal; su conducta es reprobable e indigna; no demuestra categoría ninguna.

–¡Merece humanamente todo el desprecio!, has añadido.

–Insisto, te comprendo, pero no comparto tu última afirmación; esa vida mezquina es sagrada: ¡Cristo ha muerto para redimirla! Si Él no la despreció, ¿cómo puedes atreverte tú? (Surco, 760)

Verdaderamente la vida, de por sí estrecha e insegura, a veces se vuelve difícil. –Pero eso contribuirá a hacerte más sobrenatural, a que veas la mano de Dios: y así serás más humano y comprensivo con los que te rodean. (Surco, 762)

miércoles, octubre 15, 2025

sic.

15 de octubre de 2025
“Que nunca deje de practicar la caridad”
No resulta compatible amar a Dios con perfección, y dejarse dominar por el egoísmo –o por la apatía– en el trato con el prójimo. (Surco, 745)

La amistad verdadera supone también un esfuerzo cordial por comprender las convicciones de nuestros amigos, aunque no lleguemos a compartirlas, ni a aceptarlas. (Surco, 746)

No permitas nunca que crezca la hierba mala en el camino de la amistad: sé leal. (Surco, 747)

Un propósito firme en la amistad: que en mi pensamiento, en mi palabra, en mis obras respecto a mi prójimo –sea quien sea–, no me conduzca como hasta ahora: es decir, que nunca deje de practicar la caridad, que jamás dé paso en mi alma a la indiferencia. (Surco, 748)

Tu caridad ha de estar adecuada, ajustada, a las necesidades de los demás...; no a las tuyas. (Surco, 749)

¡Hijos de Dios!: una condición que nos transforma en algo más trascendente que en personas que se soportan mutuamente. Escucha al Señor: «vos autem dixi amicos!» –somos sus amigos, que, como Él, dan gustosamente su vida los unos por los otros, en la hora heroica y en la convivencia corriente. (Surco, 750)

 

domingo, octubre 12, 2025

Santa Teresa.

 

Santa Teresa

 

 

Daniel Tirapu


Estatua de santa Teresa de Ávila.

 

 

 

 

 

Felicidades a todas las Teresas; es una santa de mis favoritas, una genio del amor a Dios, la sabiduría, la experiencia, las letras. A ver que me digan de alguna mujer así en otras religiones. Una de las cosas más sabrosas de la vida de Jesús es el continuo tema de las pruebas. Jesús es puesto a prueba continuamente. Bájate de la cruz, resucita a este muerto, convierte el granito en pan, dinos ya de una vez quien eres, a qué has venido, por qué te muestras así, tan dócil, tan cordero, me miras personalmente, a mí sólo y a todos, envía a un muerto para que crean, señales, pues bien no es que quiera estar a bien contigo como Dios justicia, sino que quiero quererte como Dios amor.

La queja del oprimido y del justo; por qué sufrimos tanto , te seguimos y pareces sordo, dormido en la tempestad, y parece que a esos degenerados (todos lo somos) les va tan bien. Teresa yo quise pero los hombres no quisieron, orar decía la Santa es hablar de amistad con quien sabemos que nos ama. Amigos de Dios, como Moisés que hablaba con Dios como se habla con un amigo, eso es despertar y estar en casa, en la casa del Padre."Hacedlo todo por amor "decía Escrivá. "Dios está en los pucheros" dijo la Santa.

 

 

Daniel Tirapu
dtirapu@ujaen.es

jueves, octubre 09, 2025

sic.

 

9 de octubre de 2025
“Un rato de meditación diaria”
Si eres tenaz para asistir a diario a unas clases, sólo porque allí adquieres unos conocimientos... muy limitados, ¿cómo no tienes constancia para frecuentar al Maestro, siempre deseoso de enseñarte la ciencia de la vida interior, de sabor y contenido eternos? (Surco, 663)

¿Qué vale el hombre o el galardón más grande de la tierra, comparado con Jesucristo, que está siempre esperándote? (Surco, 664)

Un rato de meditación diaria –unión de amistad con Dios– es cosa propia de personas que saben aprovechar rectamente su vida; de cristianos conscientes, que obran en consecuencia. (Surco, 665)

Los enamorados no saben decirse adiós: se acompañan siempre.

–Tú y yo, ¿amamos así al Señor? (Surco, 666)

¿No observas cómo muchos de tus compañeros saben demostrar gran delicadeza y sensibilidad, en su trato con las personas que aman: su novia, su mujer, sus hijos, su familia...?

–Diles –¡y exígete tú mismo!– que el Señor no merece menos: ¡que le traten así! Y aconséjales, además, que sigan con esa delicadeza y esa sensibilidad, pero vividas con Él y por Él, y alcanzarán una felicidad nunca soñada, también aquí en la tierra. (Surco, 676)

miércoles, octubre 08, 2025

sic.

 

8 de octubre de 2025
“¿He conversado con Él?”
Es posible que te asuste esta palabra: meditación. –Te recuerda libros de tapas negras y viejas, ruido de suspiros o de rezos como cantilenas rutinarias... Pero eso no es meditación. Meditar es considerar, contemplar que Dios es tu Padre, y tú, su hijo, necesitado de ayuda; y después darle gracias por lo que ya te ha concedido y por todo lo que te dará. (Surco, 661)

Para tu examen diario: ¿he dejado pasar alguna hora, sin hablar con mi Padre Dios?... ¿He conversado con Él, con amor de hijo? –¡Puedes! (Surco, 657)

El único medio para conocer a Jesús: ¡tratarlo! En Él, encontrarás siempre un Padre, un Amigo, un Consejero y un Colaborador para todas las actividades nobles de tu vida cotidiana...

- Y, con el trato, se engendrará el Amor. (Surco, 662)

"Quédate con nosotros, porque ha oscurecido..." Fue eficaz la oración de Cleofás y su compañero.

–¡Qué pena, si tú y yo no supiéramos "detener" a Jesús que pasa!, ¡qué dolor, si no le pedimos que se quede! (Surco, 671)

martes, octubre 07, 2025

sic.

 

7 de octubre de 2025
“¿No se dicen siempre lo mismo los que se aman?”
El Santo Rosario es arma poderosa. Empléala con confianza y te maravillarás del resultado. (Camino, 558)

El principio del camino que tiene por final la completa locura por Jesús, es un confiado amor hacia María Santísima.

–¿Quieres amar a la Virgen? –Pues, ¡trátala! ¿Cómo? –Rezando bien el Rosario de nuestra Señora.

Pero, en el Rosario... ¡decimos siempre lo mismo! –¿Siempre lo mismo? ¿Y no se dicen siempre lo mismo los que se aman?... ¿Acaso no habrá monotonía en tu Rosario, porque en lugar de pronunciar palabras como hombre, emites sonidos como animal, estando tu pensamiento muy lejos de Dios? –Además, mira: antes de cada decena, se indica el misterio que se va a contemplar –Tú... ¿has contemplado alguna vez estos misterios?

Hazte pequeño. Ven conmigo y –este es el nervio de mi confidencia– viviremos la vida de Jesús, María y José.

Cada día les prestaremos un nuevo servicio. Oiremos sus pláticas de familia. Veremos crecer al Mesías. Admiraremos sus treinta años de oscuridad... Asistiremos a su Pasión y Muerte... Nos pasmaremos ante la gloria de su Resurrección... En una palabra: contemplaremos, locos de Amor (no hay más amor que el Amor), todos y cada uno de los instantes de Cristo Jesús. (Santo Rosario, Introducción).

lunes, octubre 06, 2025

sic.

 

6 de octubre de 2025
“¿Quieres de verdad ser santo?”
¿Quieres de verdad ser santo? -Cumple el pequeño deber de cada momento: haz lo que debes y está en lo que haces. (Camino, 815)

Tienes obligación de santificarte. -Tú también. -¿Quién piensa que ésta es labor exclusiva de sacerdotes y religiosos? A todos, sin excepción, dijo el Señor: "Sed perfectos, como mi Padre Celestial es perfecto". (Camino, 291)

Rectificar. -Cada día un poco. -Esta es tu labor constante si de veras quieres hacerte santo. (Camino, 290)

Ser fiel a Dios exige lucha. Y lucha cuerpo a cuerpo, hombre a hombre –hombre viejo y hombre de Dios–, detalle a detalle, sin claudicar. (Surco, 126)

Hoy no bastan mujeres u hombres buenos. –Además, no es suficientemente bueno el que sólo se contenta con ser casi... bueno: es preciso ser "revolucionario". Ante el hedonismo, ante la carga pagana y materialista que nos ofrecen, Cristo quiere ¡anticonformistas!, ¡rebeldes de Amor! (Surco, 128)

Si no es para construir una obra muy grande, muy de Dios –la santidad–, no vale la pena entregarse.

Por eso, la Iglesia –al canonizar a los santos– proclama la heroicidad de su vida. (Surco, 611)

viernes, octubre 03, 2025

El hindú del microcrédito.

 

 

Opinión

El hindú del microcrédito

 

 

Daniel Tirapu


Dinero.

 

 

 

 

 

Me alegró, en su momento, especialmente el Nobel a ese banquero con pinta de pobre, hindú, que con el microcrédito ha hecho tanto bien en el mundo y que va imponiendo una cultura de solidaridad.

Hasta por tu plan de pensiones ahora los bancos hacen algo por una buena causa. El banquero prestaba sobre todo a las mujeres, que son más responsables y sacan a sus familias. Me parece muy bueno pues se trata no de regalar, que no sirve para mucho, sino de trabajar, hacer pequeños negocios, aumentar la autoestima y la dignidad de las personas.

Dios nos da talentos y luces para remediar tantas cosas, pues a usarlos y sin excusa. Es más Benedicto Papa, en Dios es amor nos viene a decir que sin ayuda, caridad, justicia no podemos ser cristianos. Tuve hambre y me diste de comer, estaba desnudo, preso, sediento, ignorante, que muchas veces es lo peor. Un hurra por ese Nobel y tomemos buena nota que algo podremos hacer aunque no nos den el Nobel.

 

 

Daniel Tirapu
dtirapu@ujaen.es

sic.

 

3 de octubre de 2025
“En el Evangelio, como un personaje más”
Ojalá fuera tal tu compostura y tu conversación que todos pudieran decir al verte o al oírte hablar: éste lee la vida de Jesucristo (Camino, 2).

Al abrir el Santo Evangelio, piensa que lo que allí se narra –obras y dichos de Cristo– no sólo has de saberlo, sino que has de vivirlo. Todo, cada punto relatado, se ha recogido, detalle a detalle, para que lo encarnes en las circunstancias concretas de tu existencia. –El Señor nos ha llamado a los católicos para que le sigamos de cerca y, en ese Texto Santo, encuentras la Vida de Jesús; pero, además, debes encontrar tu propia vida. Aprenderás a preguntar tú también, con el Apóstol, lleno de amor: “Señor, ¿qué quieres que yo haga?...”. –¡La Voluntad de Dios!, oyes en tu alma de modo terminante. Pues, toma el Evangelio a diario y vívelo como norma concreta. -Así han procedido los santos. (Forja, 754)

Para acercarse al Señor a través de las páginas del Santo Evangelio, recomiendo siempre que os esforcéis por meteros de tal modo en la escena, que participéis como un personaje más. Así -sé de tantas almas normales y corrientes que lo viven-, os ensimismaréis como María, pendiente de las palabras de Jesús o, como Marta, os atreveréis a manifestarle sinceramente vuestras inquietudes, hasta las más pequeñas. (Amigos de Dios, 222)

jueves, octubre 02, 2025

sic.

 

2 de octubre de 2025
“El trabajo es camino de santificación”
La conversión es cosa de un instante. -La santificación es obra de toda la vida. (Camino, 285)

El Opus Dei se propone promover entre personas de todas las clases de la sociedad el deseo de la perfección cristiana en medio del mundo. Es decir, el Opus Dei pretende ayudar a las personas que viven en el mundo –al hombre corriente, al hombre de la calle–, a llevar una vida plenamente cristiana, sin modificar su modo normal de vida, ni su trabajo ordinario, ni sus ilusiones y afanes.

Por eso, en frase que escribí hace ya muchos años, se puede decir que el Opus Dei es viejo como el Evangelio y como el Evangelio nuevo. Es recordar a los cristianos las palabras maravillosas que se leen en el Génesis: que Dios creó al hombre para que trabajara. Nos hemos fijado en el ejemplo de Cristo, que se pasó la casi totalidad de su vida terrena trabajando como un artesano en una aldea. El trabajo no es sólo uno de los más altos de los valores humanos y medio con el que los hombres deben contribuir al progreso de la sociedad: es también camino de santificación. (...)

El Opus Dei es una organización internacional de laicos, a la que pertenecen también sacerdotes seculares (una exigua minoría en comparación con el total de socios). Sus miembros son personas que viven en el mundo, en el que ejercen su profesión u oficio. Al acudir al Opus Dei no lo hacen para abandonar ese trabajo, sino al contrario buscando una ayuda espiritual con el fin de santificar su trabajo ordinario, convirtiéndolo también en medio para santificarse o para ayudar a los demás a santificarse. No cambian de estado –siguen siendo solteros, casados, viudos o sacerdotes–, sino que procuran servir a Dios y a los demás hombres dentro de su propio estado. Al Opus Dei no le interesan ni votos ni promesas, lo que pide de sus socios es que, en medio de las deficiencias y errores propios de toda vida humana, se esfuercen por practicar las virtudes humanas y cristianas, sabiéndose hijos de Dios. (Conversaciones, 24)

miércoles, octubre 01, 2025

sic.

 

1 de octubre de 2025
“Dios no te arranca de tu ambiente”
Dios no te arranca de tu ambiente, no te remueve del mundo, ni de tu estado, ni de tus ambiciones humanas nobles, ni de tu trabajo profesional... pero, ahí, ¡te quiere santo! (Forja, 362)

Convenceos de que la vocación profesional es parte esencial, inseparable, de nuestra condición de cristianos. El Señor os quiere santos en el lugar donde estáis, en el oficio que habéis elegido por los motivos que sean: a mí, todos me parecen buenos y nobles –mientras no se opongan a la ley divina–, y capaces de ser elevados al plano sobrenatural, es decir, injertados en esa corriente de Amor que define la vida de un hijo de Dios. (...).

Hemos de evitar el error de considerar que el apostolado se reduce al testimonio de unas prácticas piadosas. Tú y yo somos cristianos, pero a la vez, y sin solución de continuidad, ciudadanos y trabajadores, con unas obligaciones claras que hemos de cumplir de un modo ejemplar, si de veras queremos santificarnos. Es Jesucristo el que nos apremia: vosotros sois la luz del mundo (Mt V, 14-16). (Amigos de Dios, nn. 59-61)

martes, septiembre 30, 2025

sic.

 

30 de septiembre de 2025
“Ayúdales sin que lo noten”
El pensamiento de la muerte te ayudará a cultivar la virtud de la caridad, porque quizá ese instante concreto de convivencia es el último en que coincides con éste o con aquél...: ellos o tú, o yo, podemos faltar en cualquier momento. (Surco, 895)

Me dirás, quizá: ¿y por qué habría de esforzarme? No te contesto yo, sino San Pablo: el amor de Cristo nos urge. Todo el espacio de una existencia es poco, para ensanchar las fronteras de tu caridad. Desde los primerísimos comienzos del Opus Dei he manifestado mi gran empeño en repetir sin descanso, para las almas generosas que se decidan a traducirlo en obras, aquel grito de Cristo: en esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os amáis los unos a los otros. Nos conocerán precisamente en eso, porque la caridad es el punto de arranque de cualquier actividad de un cristiano. (…)

Querría haceros notar que, después de veinte siglos, todavía aparece con toda la fuerza de la novedad el Mandato del Maestro, que es como la carta de presentación del verdadero hijo de Dios. A lo largo de mi vida sacerdotal, he predicado con muchísima frecuencia que, desgraciadamente para tantos, sigue siendo nuevo, porque nunca o casi nunca se han esforzado en practicarlo: es triste, pero es así. Y está muy claro que la afirmación del Mesías resalta de modo terminante: en esto os conocerán, ¡en que os amáis los unos a los otros! Por eso, siento la necesidad de recordar constantemente esas palabras del Señor. San Pablo añade: llevad los unos las cargas de los otros, y así cumpliréis la ley de Cristo. Ratos perdidos, quizá con la falsa excusa de que te sobra tiempo... ¡Si hay tantos hermanos, amigos tuyos, sobrecargados de trabajo! Con delicadeza, con cortesía, con la sonrisa en los labios, ayúdales de tal manera que resulte casi imposible que lo noten; y que ni se puedan mostrar agradecidos, porque la discreta finura de tu caridad ha hecho que pasara inadvertida. (Amigos de Dios, 43-44)

viernes, septiembre 26, 2025

Naamán.

 

Namán, el sirio

 

 

Daniel Tirapu


Naamán, el sirio.

 

 

 

 

 

Leyendo el libro del Papa Benedicto sobre Jesús me doy cuenta que por cristiano soy judío. Antiguo y nuevo testamento están hilvanados de modo prodigioso. Soy cristiano, por la gracia de Dios, que no es una religión de un pueblo, de una etnia, de una raza, pero que asume al Pueblo de Dios judío. La lectura que trata de Naamán el sirio , un ministro importante, aquejado de lepra que acude a Eliseo, profeta de Israel, para que en nombre de su Dios le cure. Eliseo le dice que se bañe siete veces en el Jordán. Naamán duda, ¿que tendrá este río que no tenga otro, siete veces? En nuestra vida pasa igual, esos siete baños son los sacramentos.

Por qué confesar, si ya he aprendido de mis errores, si lo he pasado incluso mal, ¿eso es todo lo que me ofreces, un río vulgar? Pero Naamán obedece, se fía y su piel volvió a ser la de un niño. No esperemos fórmulas magistrales, cosas raras o difíciles, creer y obedecer, no es fácil por el maldito yo que todo lo quiere entender, probar, comprobar.

 

 

Daniel Tirapu
dtirapu@ujaen.es

 

sic.

 

26 de septiembre de 2025
“El que ama a Dios se da él mismo”
El tiempo es nuestro tesoro, el “dinero” para comprar la eternidad. (Surco 882)

¡Qué pena vivir, practicando como ocupación la de matar el tiempo, que es un tesoro de Dios! No caben las excusas, para justificar esa actuación. Ninguno diga: dispongo sólo de un talento, no puedo lograr nada. También con un solo talento puedes obrar de modo meritorio. ¡Qué tristeza no sacar partido, auténtico rendimiento de todas las facultades, pocas o muchas, que Dios concede al hombre para que se dedique a servir a las almas y a la sociedad!

Cuando el cristiano mata su tiempo en la tierra, se coloca en peligro de matar su Cielo: cuando por egoísmo se retrae, se esconde, se despreocupa. El que ama a Dios, no sólo entrega lo que tiene, lo que es, al servicio de Cristo: se da él mismo. No ve -con mirada rastrera- su yo en la salud, en el nombre, en la carrera. (Amigos de Dios, 46)

jueves, septiembre 25, 2025

sic.

 

25 de septiembre de 2025
“No nos debe sobrar el tiempo, ni un segundo”
Te has consolado con la idea de que la vida es un gastarse, un quemarla en el servicio de Dios. –Así, gastándonos íntegramente por El, vendrá la liberación de la muerte, que nos traerá la posesión de la Vida. (Surco, 883)

No nos debe sobrar el tiempo, ni un segundo: y no exagero. Trabajo hay; el mundo es grande y son millones las almas que no han oído aún con claridad la doctrina de Cristo. Me dirijo a cada uno de vosotros. Si te sobra tiempo, recapacita un poco: es muy posible que vivas metido en la tibieza; o que, sobrenaturalmente hablando, seas un tullido. No te mueves, estás parado, estéril, sin desarrollar todo el bien que deberías comunicar a los que se encuentran a tu lado, en tu ambiente, en tu trabajo, en tu familia.

Pensemos valientemente en nuestra vida. ¿Por qué no encontramos a veces esos minutos, para terminar amorosamente el trabajo que nos atañe y que es el medio de nuestra santificación? ¿Por qué descuidamos las obligaciones familiares? ¿Por qué se mete la precipitación en el momento de rezar, de asistir al Santo Sacrificio de la Misa? ¿Por qué nos faltan la serenidad y la calma, para cumplir los deberes del propio estado, y nos entretenemos sin ninguna prisa en ir detrás de los caprichos personales? Me podéis responder: son pequeñeces. Sí, verdaderamente: pero esas pequeñeces son el aceite, nuestro aceite, que mantiene viva la llama y encendida la luz. (Amigos de Dios, 41-42)

miércoles, septiembre 24, 2025

sic.

 

24 de septiembre de 2025
“Pon todo en las manos de Dios”
Además de su gracia cuantiosa y eficaz, el Señor te ha dado la cabeza, las manos, las facultades intelectuales, para que hagas fructificar tus talentos. Dios quiere operar milagros constantes –resucitar muertos, dar oído a los sordos, vista a los ciegos, posibilidades de andar a los cojos...–, a través de tu actuación profesional santificada, convertida en holocausto grato a Dios y útil a las almas. (Forja, 984)

Tu barca -tus talentos, tus aspiraciones, tus logros- no vale para nada, a no ser que la dejes a disposición de Jesucristo, que permitas que Él pueda entrar ahí con libertad, que no la conviertas en un ídolo. Tú solo, con tu barca, si prescindes del Maestro, sobrenaturalmente hablando, marchas derecho al naufragio. Únicamente si admites, si buscas, la presencia y el gobierno del Señor, estarás a salvo de las tempestades y de los reveses de la vida. Pon todo en las manos de Dios: que tus pensamientos, las buenas aventuras de tu imaginación, tus ambiciones humanas nobles, tus amores limpios, pasen por el corazón de Cristo. De otro modo, tarde o temprano, se irán a pique con tu egoísmo. (Amigos de Dios, 21)

viernes, septiembre 19, 2025

sic.

 

Religión revelada y religión liberal

 

 

Daniel Tirapu


Basílica de San Pedro. Vaticano.

 

 

 

 

 

En la homilía de Escrivá "Amar al mundo apasionadamente" de 1967, dice que todo lo humano noble es divino y que existe un algo divino, que nos toca descubrir a cada uno en las circunstancias más habituales de la vida ordinaria. Santa Teresa hablaba de encontrar a Dios en los pucheros, eso es materialismo cristiano, en ese sentido.

La religión católica es una religión revelada, no de los hombres hacia Dios sino de Dios a los hombres. Jesús concreta, no se limita a un conjunto de bellos pensamientos e ideas: "no te es lícito tener la mujer de tu hermano" dice a Herodes,"vete y no peques más","en verdad os digo el que escandalizare a uno de estos pequeños". Transmite su autoridad a los apóstoles, a la Iglesia, "quien a vosotros oye, a Mí me oye". 

La religión liberal lleva a una religión a medida del usuario: esto me lo creo, esto no, no acepto la doctrina moral de la Iglesia en cuestiones de moral sexual, el cielo sí, el infierno no, etc. Curiosamente podemos comprobar que las instituciones de la Iglesia fieles a la doctrina experimentan un aumento de vocaciones y las más liberales se desmoronan.

No se debe adaptar Dios al mundo, sino el mundo a Dios. Ahí está la conversión. La fe no se impone, pero la religión verdadera bascula sobre la idea de verdad, que es lo que podemos compartir. Lo que yo creo, quiero compartirlo contigo, sabiendo que no soy mejor que tú, que tengo dudas, errores y debilidad. El acto de fe es libre, es una gracia y es razonable, pero es serio, me fío de Dios. Fiat dijo la Virgen, hágase.

 

 

Daniel Tirapu
dtirapu@ujaen.es

viernes, septiembre 12, 2025

Miedo a la vocación de los hijos.

 

Miedo a la vocación de los hijos

 

 

Daniel Tirapu


 

 

 

 

 

Unos padres cristianos y una comunidad cristiana sana acoge con enorme alegría que uno de sus hijos o hijas quiera ser sacerdote, o religioso o numerario del opus dei o de lo que sea. Es lógico que los padres aconsejen a sus hijos, vean las cosas de tejas abajo.

Pero es curioso que lo que es absoluta libertad para elegir amigos, ropa, diversiones, se convierta en un influjo negativo por arte de birli birloque. Ante críticas de unos hermanos por su hermano con vocación, un padre dijo, aquí tenéis de novia a quien queréis y no hablamos mal de ellas ni de sus familias, lo mismo con mi hijo con vocación.

Cierto que la vida es larga y dura, pero para cualquier cosa que valga la pena.

 

 

Daniel Tirapu
dtirapu@ujaen.es

 

sic.

 

12 de septiembre de 2025
“Aprender en la Misa a tratar a Dios”
Humildad de Jesús: en Belén, en Nazaret, en el Calvario... —Pero más humillación y más anonadamiento en la Hostia Santísima: más que en el establo, y que en Nazaret y que en la Cruz. Por eso, ¡qué obligado estoy a amar la Misa! (“Nuestra” Misa, Jesús...). (Camino, 533)

Quizá, a veces, nos hemos preguntado cómo podemos corresponder a tanto amor de Dios; quizá hemos deseado ver expuesto claramente un programa de vida cristiana. La solución es fácil, y está al alcance de todos los fieles: participar amorosamente en la Santa Misa, aprender en la Misa a tratar a Dios, porque en este Sacrificio se encierra todo lo que el Señor quiere de nosotros.

Permitid que os recuerde lo que en tantas ocasiones habéis observado: el desarrollo de las ceremonias litúrgicas. Siguiéndolas paso a paso, es muy posible que el Señor haga descubrir a cada uno de nosotros en qué debe mejorar, qué vicios ha de extirpar, cómo ha de ser nuestro trato fraterno con todos los hombres.

El sacerdote se dirige hacia el altar de Dios, del Dios que alegra nuestra juventud. La Santa Misa se inicia con un canto de alegría, porque Dios está aquí. Es la alegría que, junto con el reconocimiento y el amor, se manifiesta en el beso a la mesa del altar, símbolo de Cristo y recuerdo de los santos: un espacio pequeño, santificado porque en esta ara se confecciona el Sacramento de la infinita eficacia. (Es Cristo que pasa, 88)

jueves, septiembre 11, 2025

sic.

 

11 de septiembre de 2025
"La paz de Cristo en el reino de Cristo"
Un secreto. -Un secreto, a voces: estas crisis mundiales son crisis de santos. -Dios quiere un puñado de hombres "suyos" en cada actividad humana. -Después... "pax Christi in regno Christi" -la paz de Cristo en el reino de Cristo. (Camino, 301)

Esfuérzate, si es preciso, en perdonar siempre a quienes te ofendan, desde el primer instante, ya que, por grande que sea el perjuicio o la ofensa que te hagan, más te ha perdonado Dios a ti. (Camino, 452)

Característica evidente de un hombre de Dios, de una mujer de Dios, es la paz en su alma: tiene "la paz" y da "la paz" a las personas que trata. (Forja, 649)

Acostúmbrate a apedrear a esos pobres "odiadores", como respuesta a sus pedradas, con Avemarías. (Forja, 650)

Santa María es –así la invoca la Iglesia– la Reina de la paz. Por eso, cuando se alborota tu alma, el ambiente familiar o el profesional, la convivencia en la sociedad o entre los pueblos, no ceses de aclamarla con ese título: «Regina pacis, ora pro nobis!» –Reina de la paz, ¡ruega por nosotros! ¿Has probado, al menos, cuando pierdes la tranquilidad?... –Te sorprenderás de su inmediata eficacia. (Surco, 874)

miércoles, septiembre 10, 2025

sic.

 

10 de septiembre de 2025
“La verdadera humildad lleva... ¡a pedir perdón!”
Si alguna vez caes, hijo, acude prontamente a la Confesión y a la dirección espiritual: ¡enseña la herida!, para que te curen a fondo, para que te quiten todas las posibilidades de infección, aunque te duela como en una operación quirúrgica. (Forja, 192)

La sinceridad es indispensable para adelantar en la unión con Dios.

–Si dentro de ti, hijo mío, hay un "sapo", ¡suéltalo! Di primero, como te aconsejo siempre, lo que no querrías que se supiera. Una vez que se ha soltado el "sapo" en la Confesión, ¡qué bien se está! (Forja, 193)

¡Dios sea bendito!, te decías después de acabar tu Confesión sacramental. Y pensabas: es como si volviera a nacer.

Luego, proseguiste con serenidad: «Domine, quid me vis facere?» –Señor, ¿qué quieres que haga?

–Y tú mismo te diste la respuesta: con tu gracia, por encima de todo y de todos, cumpliré tu Santísima Voluntad: «serviam!» –¡te serviré sin condiciones! (Forja, 238)

La humildad lleva, a cada alma, a no desanimarse ante los propios yerros.

–La verdadera humildad lleva... ¡a pedir perdón! (Forja, 189)

Si yo fuera leproso, mi madre me abrazaría. Sin miedo ni reparo alguno, me besaría las llagas.

–Pues, ¿y la Virgen Santísima? Al sentir que tenemos lepra, que estamos llagados, hemos de gritar: ¡Madre! Y la protección de nuestra Madre es como un beso en las heridas, que nos alcanza la curación. (Forja, 190)

martes, septiembre 09, 2025

Nuestra Señora de Aránzazu.

 


sic.

 

9 de septiembre de 2025
“El perdón nos viene de la misericordia de Dios”
Me escribes que te has llegado, por fin, al confesonario, y que has probado la humillación de tener que abrir la cloaca –así dices– de tu vida ante "un hombre". –¿Cuándo arrancarás esa vana estimación que sientes de ti mismo? Entonces, irás a la confesión gozoso de mostrarte como eres, ante "ese hombre" ungido –otro Cristo, ¡el mismo Cristo!–, que te da la absolución, el perdón de Dios. (Surco, 45)

Padre: ¿cómo puede usted aguantar esta basura? -me dijiste, luego de una confesión contrita.

-Callé, pensando que si tu humildad te lleva a sentirte eso -basura: ¡un montón de basura!-, aún podremos hacer de toda tu miseria algo grande. (Camino, 605)

¡Qué poco amor de Dios tienes cuando cedes sin lucha porque no es pecado grave! (Camino, 328)

¡Otra vez a tus antiguas locuras!... Y luego, cuando vuelves, te notas con poca alegría, porque te falta humildad.

Parece que te obstinas en desconocer la segunda parte de la parábola del hijo pródigo, y todavía sigues apegado a la pobre felicidad de las bellotas. Soberbiamente herido por tu fragilidad, no te decides a pedir perdón, y no consideras que, si te humillas, te espera la jubilosa acogida de tu Padre Dios, la fiesta por tu regreso y por tu recomienzo. (Surco, 65)

lunes, septiembre 08, 2025

sic.

 

8 de septiembre de 2025
"María, hija de Dios Padre"
¡Cuánta villanía en mi conducta, y cuánta infidelidad a la gracia! –Madre mía, Refugio de pecadores, ruega por mí; que nunca más entorpezca la obra de Dios en mi alma. (Forja, 178)

Madre nuestra, ¡nuestra Esperanza!, ¡qué seguros estamos, pegaditos a Ti, aunque todo se bambolee! (Forja, 474)

¡Cómo gusta a los hombres que les recuerden su parentesco con personajes de la literatura, de la política, de la milicia, de la Iglesia!...

-Canta ante la Virgen Inmaculada, recordándole:

Dios te salve, María, hija de Dios Padre: Dios te salve, María, Madre de Dios Hijo: Dios te salve, María, Esposa de Dios Espíritu Santo... ¡Más que tú, sólo Dios! (Camino, 496)

Di: Madre mía -tuya, porque eres suyo por muchos títulos-, que tu amor me ate a la Cruz de tu Hijo: que no me falte la Fe, ni la valentía, ni la audacia, para cumplir la voluntad de nuestro Jesús. (Camino, 497)

viernes, septiembre 05, 2025

Iñigo de Loyola.

 

Iñigo de Loyola

 

 

Daniel Tirapu


 

 

 

 

 

Patrón del País vasco, fundador de la Compañía de Jesús. Militar, herido en Pamplona. Leyó una vida de Jesús y vidas de santos y se convirtió. Los jesuitas han sido y son una especie de GEOS de la Iglesia, misioneros, intelectuales, organizadores de la enseñanza secundaria de calidad.

Hoy te pido por los vascos y las vascas y por tus hijos espirituales, que acierten ante los retos que se les presentan. San Francisco Javier, un niño pijo y guapo, universitario en París, qué le diría Ignacio, un vejete cojo, para cambiar de vida: de qué te sirve ganar el mundo si pierdes tu alma. San Francisco Javier llegó hasta China y Japón y mandaba cartas a los universitarios de Europa para que llenasen del fuego de Cristo el mundo.

 

 

Daniel Tirapu
dtirapu@ujaen.es