viernes, mayo 16, 2025

sic.

 

 

Opinión

Primera comunión

 

 

Daniel Tirapu


Eucaristía.

 

 

 

 

 

El mes de mayo ha estado, como todos los años, lleno de primeras comuniones. Niños de marinero, niñas de blanco y tul, familias emocionadas, con vídeo, las primas de 15 años demasiado cortas de falda, todo, a veces un poco hortera. Para muchos es una ocasión de reunirse, un evento, una competición por organizar una mini boda sin boda.

Me da pena que muchos de esos niños no pisen la Iglesia más que de vez en cuando. Pero les tengo envidia, por su inocencia, sus almas limpias, su niñez, para recibir a Jesús, el creador, el salvador como alimento. Me acuerdo muy bien de mi primera comunión y de mi primera confesión, me dio de comulgar mi tío cura, que no cualquiera lo tiene. Jesús está a gusto con todos, pero especialmente con los niños, con los enfermos, con los desamparados, con los pobres.

Recuerdo también la comunión de las gemelas, en su época se ponían un traje horroroso de medio monjas de blanco y la comunión de mis tres sobrinos mayores. Les vi muy guapos, con un cierto aire de responsabilidad presidiendo la mesa (que suele acabar en el postre o incluso antes), sabiendo que hacían algo importante, que recibían a Jesús. Se me salta alguna lágrima, porque quisiera recibirte Jesús con la inocencia y la pureza de un niño.

 

 

Daniel Tirapu
dtirapu@ujaen.es

 

No hay comentarios: