viernes, abril 01, 2011

Protección de datos y caradura.


Estar en una Universidad grande ayuda siempre, aunque muchas Universidades pequeñas son entrañables. Un buen colega ha sido acreditado hoy como catedrático y casi ni se lo cree, pero se lo ha currado, felicidades, por protección de datos no diré quién es. La vicedecana de alumnos de una Facultad nos relató la siguiente historia. Los padres de un " estudiante" llaman al Decanato para interesarse por el expediente de su hijo que lleva cuatro años en la Universidad. Los padres están convencidos de que a su chico le quedan pocas asignaturas para ser un brillante licenciado, pero no consiguen aclararse con las asignaturas que le quedan. La vicedecana muy correcta y legal les indica que su hijo es mayor, que está protegido por la ley de protección de datos y que no puede informarles sin el consentimiento de su hijo. Los padres dicen que acudirán a verla con su hijo, que no tiene problema alguno en autorizarles. Se presentan los tres y la vicedecana ha constatado que el "el estudiante" no se ha matriculado los tres últimos años y que sólo tiene aprobadas tres asignaturas de los dos primeros cursos. A la vista de los padres y del causante, se lo va a comunicar, pero sus padres están desolados, llorosos porque en el último instante su hijo ha confesado sus dificultades en la carrera. Lo padres le preguntan qué pasó con las matrículas, con los numerosos y caros libros que debía comprar y que nunca compró. El muchacho intenta explicar que él esperaba con ilusión el plan de Bolonia, pues según tiene entendido por las cafeterías de las facultades que con Bolonia es obligatorio ir a clase, que pasan lista. Sus papás se excusan ante la vicedecana y al muchaho le dicen que ahora mismo se va con ellos a estudiar en las Islas. Magnífico sistema que hace que los padres manden dinero a su hijo y éste se dedique a otros menesteres amparado en la protección de datos. E. Waugh en 1930 confesaba " que en Oxford se conocían todos, sabían de sus asignaciones monetarias, de sus aficiones, de sus deportes, de sus amores, pero qu jamás hubiesen preguntado a sus compañeros qué estaban estudiando". Volvemos al Oxford de 1930, pero con protección de datos. Otro día les cuento cómo calificamos actualmente a los estudiantes.

7 comentarios:

Mento dijo...

JO,QUE FUERTE.
Por cierto Sinret ya he solucionado lo del facebook.
Tu entrada me deja con la boca abierta,yo no entiendo mucho de lo que hablas, solo espero no tener que pasar por algo parecido con mis hijos el dia de mañana, seria un gran palo.
un abrazo.

LAH dijo...

Conozco un caso similar, el chico es hijo único, y estuvo 4 años "estudiando" fuera de casa,los padres lo pasaron realmente mal. yo rezo para que no me ocurra a mi!

filósofo dijo...

SinRe,

En nombre de la libertad, de los derechos humanos, de la solidaridad y no se que supercherias más se están cometiendo desmanes evrigüer.

Es clara la intención: subvertir el orden establecido para imponer otro; cosas de comunistas.

Saludos

Sinretorno dijo...

Toménselo con buen humor, aunque es muy triste y no teman por sus hijos, que el miedo, selo digo yo que soy un miedoso, se opone al amor de Dios. Por cada caso que es noticia hay 10.000 casos que no son noticia y esa es la gran noticia. Mento yo tampoco entiendo mucho ni en lo que trabajo...

Al Neri dijo...

Aunque coincido lógicamente en que ese estudiante es un jeta, creo que es justo, muy justo, que los padres no puedan tener acceso al expediente académico de su hijo mayor de edad.

No creo que sea una cuestión de quién paga la matrícula. Imagínese que la matrícula se la paga el chaval trabajando de camarero los fines de semana. ¿Entonces tendrían derecho los padres, según usted, a acceder a sus notas?, ¿el que paga manda? Pues no. Es un mayor de edad y son datos personales. Los padres ponen dinero porque quieren y porque se fían de su hijo y hacerlo solo les otorga derechos morales pero no legales.

Estos papis lo que tendrían que haber hecho es pedirle al chico pruebas fehacientes de lo que había aprobado y, en caso de no obtenerlas o de no fiarse, dejar de pasarle pasta inmediatamente. Pero la vicedecana estuvo en su sitio y la ley que ampara su comportamiento es justa.

Enhorabuena por este interesante blog. Un saludo.

Anónimo dijo...

Recemos para que no le ocurra a nadie,el mal rollo digo (en plan moderno).Hay más ejemplos,desgraciadamente,de estos malos.En mi ciudad,el novio de una médico,estaba ya haciendo la especialidad de Mir en una Facultad grande...sin haber aprobado nada más que algunas asignaturas de la carrera.No me pregunten como llegó tan lejos pero el hecho es cierto.Debió escoger especialidad y todo porque ya puestos...Un abrazo de Janusa

Anónimo dijo...

Penoso!

JyY