lunes, junio 04, 2012

El divorcio...




El Papa ha señalado confiado que el problema de las personas divorciadas y vueltas a casar es “uno de los grandes sufrimientos de la Iglesia” y que no existen “recetas simples” durante la ‘fiesta de los testimonios’ del VII Encuentro Mundial de las Familias el sábado 2 de junio por la noche en el parque norte de Milán en el aeropuerto de Bresso. Durante la fiesta, el Papa ha escuchado los testimonios de una familia de Vietnam, una de Grecia, una de Estados Unidos, una pareja de novios de Madagascar y una pareja de esposos de Brasil.




Así, en un clima familiar, el Papa ha dirigido sus palabras sin leer ningún discurso, al inicio, ha confiado cómo vivió en su niñez el domingo junto a su familia y ha resaltado que cuando piensa al paraíso piensa que será volver a casa con la alegría de su niñez en familia. Por otra parte, ha afrontado el tema de las personas divorciadas y vueltas a casar y ha resaltado que “el sufrimiento es grande” por lo que se puede apoyar a las parroquias y a las personas singularmente para “ayudar a estas personas a soportar el sufrimiento del divorcio”.



El Papa ha señalado que es muy importante “la prevención” es decir “profundizar desde el inicio del enamoramiento en una decisión profunda, madura, también el acompañamiento durante el matrimonio, de modo que las familias no estén nunca solas y sean realmente acompañadas en su camino”. Sin embargo, ha recalcado que la “Iglesia las ama, pero que ellas deben ver y sentir este amor”, por lo que ha resaltado la importante tarea de las parroquias y comunidades católicas, para “realmente hacer lo posible para que se sientan amadas, aceptadas” y que no están ‘fuera’ a pesar de no poder recibir la confesión y eucaristía.



Asimismo, el Pontífice ha subrayado la importancia de tener un contacto permanente con un sacerdote, un guía del alma, para que “puedan ver que están acompañados, guiados” y que en la Eucaristía “pueden ser espiritualmente unidos a Cristo”. E este contexto, Benedicto XVI ha invitado a encontrar “la posibilidad de vivir una vida de fe con la Palabra de Dios, con la comunión de la Iglesia” para que puedan ver su sufrimiento “no sólo como un tormento físico y psíquico” sino también al ser aceptado “es un don para la Iglesia”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Entiendo que no pueden recibir la Comunión, pero ¿porque no pueden recibir el sacramento de la confesión?

Sinretorno dijo...

Lomejor sería preguntarle a un confesor experimentado...si convive y tiene relaciones con la otra persona para absolverle debería abandonar esa situación que es estable,a no ser que convivan como hermano y hermana.