sábado, marzo 21, 2015

Cruda realidad.......








3 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajajajaja, nos partimos ayyyy! jajajaja...qué buenos e inteligentes hermanos tengo! qué buenos y con tanto buen humor que a mi me falta...

Gracias! gracias mil!

Un abrazo...jajajajajaja...gracias!

Jyy+

Anónimo dijo...

Esto nos lo envió ayer una hermana nuestra, queridísima y que nos ayuda mucho, mucho! Dios la siga bendiciendo porque es una jabata!

Y el sacerdote que lo escribe un santo...

LO QUE DIOS NO NOS PIDE




Hablamos poco de ello. Somos como somos, y preferimos pensar en lo que Dios nos pide, para acto seguido entristecernos porque no se lo damos. Pero apenas reparamos en una serie de hazañas que Dios nunca nos pidió, y que a menudo nos empeñamos en acometer… ¿Por qué? ¡Vaya usted a saber! Por de pronto, ahí les dejo algunos ejemplos, que ojalá sirvan para aliviar conciencias afligidas o, al menos, para ahorrarles algún esfuerzo inútil:

– Dios no nos pide que tengamos contento a todo el mundo. Él siendo Dios, tiene a media Humanidad en contra, ¿y se siente usted culpable por no poder agradar a todos?

– Dios no nos pide que nos sintamos siempre bien. Él mismo, cuando vino a esta tierra, sintió “pavor y angustia”… ¿Por qué cree usted que debe sentirse siempre como recién levantado de la cama tras ocho horas de sueño en un día de euforia?

– Dios no nos pide que sintamos simpatía por todos los que nos rodean. Recuérdelo bien: no peca usted si alguien le cae “como una patada en las narices”… Eso sí, no olvide que ese “alguien” es hijo de Dios, y procure que no lo note. Sonría.

– Dios no nos pide que digamos siempre “sí”. Él mismo dijo “no” a los fariseos que le pedían una señal y calló ante el mal ladrón cuando le pedía que lo bajase de la cruz.

– Dios no nos pide que hagamos un número determinado de cosas a lo largo del día; ni siquiera nos pide que acabemos todas las tareas que nos hemos programado. Tan sólo nos pide que no perdamos el tiempo.

– Dios no nos pide que vayamos corriendo a todas partes, ni que tengamos por urgentes todas las cosas. Él tardó tres días en ir a curar a su amigo Lázaro cuando éste agonizaba.

– Dios no nos pide que resolvamos todos los problemas de quienes están a nuestro alrededor. Él, que era Dios, dejó en la tierra a multitud de enfermos sin curar… ¿Y quiere usted arreglar la vida de todo el mundo? No olvidemos que también nosotros somos pobres.

– Dios no nos pide que tengamos un cuerpo perfecto de medidas perfectas. Tan sólo que no dañemos innecesariamente nuestra salud. Ni el footing ni la dieta están en el decálogo. Puede entregarse a ello si le gusta, pero no peca usted si se come un pastel o si no sale a correr por las mañanas; recuérdelo.

– Dios no nos pide que recemos siempre al borde del éxtasis. La sequedad en la vida espiritual no es pecado. Lo que nos pide es que, en consuelo o en desconsuelo, no restemos un minuto a la oración.

_ Dios no nos pide que acertemos siempre. Nos pide que busquemos de corazón lo mejor, y que seamos humildes cuando nos equivocamos.

… Bueno. Basta por ahora. Sirvan estos ejemplos para dejar claro que, si anda usted afanado en cualquiera de estas tareas, no debe echarle a Dios la culpa de sus angustias. Puede usted abandonar cualquiera de estos retos, y le aseguro que Dios no se enfadará por ello. Respire tranquilo.

José-Fernando Rey Ballesteros

Gioconda dijo...

me ha encantado lo que ha escrito el anónimo anterior.Me siento reflejada en tantos puntos ...