Benditas las ojeras de las madres, y
bienaventuradas las espaldas de las madres, los pasos con varices de las
madres. La noches arrasadas de las madres. Y bienaventuradas las madres,
madres, madres.
Porque ser madre es una puerta abierta; ser madre es un peral junto al
camino. Es un agua sencilla, una pradera...Un árbol sin horarios ni preguntas,
ni prohibidos. Un poco de nieve que se pisa.
Ser
madre es lo que nunca termina.
Lo
que parece Dios de tan, tan madre.
Yo
bendigo a las madres con toda la poesía que me cabe en la voz. Y digo para el
puro diccionario de los ángeles: madre,
la mujer que al dolor le enseña a ser sonrisa.
Miguel d’Ors
6 comentarios:
Y como se les echa de menos cuando faltan!!!
Has conseguido arrancarme un par de lágrimas :-) Un amigo (sacerdote, por cierto, y escritor), lo escribió así: "Madre, ese ser que tiene algo de Dios y mucho de ángel".
Un abrazo!
no era mi intención, pero esas lágrimas redimen
¿ Sabes Sinre ? cuando voy a Donosti me acuerdo de D.Daniel y me imagino a vuestra madre. Conociendo a sus hijos me puedo hacer una idea de como .
La verdad Sinre y familia que humanamente es logico que nos entre añoranza, pero tambien es verdad que si seguimos luchando nos espera el cielo, donde ya esta ella echando un ojo a sus niños e inmensamente feliz con su marido y compemplando la belleza de Dios para siempre. Si si para siempre felicidad !!. Eso nos espera SINRE.
Y muchas gracias
Gracias Goyo.....
Jyy no somos poetas...
Nos limitamos a llorar y dar gracias.
Gracias Señor! por nuestras madres!
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