La fiesta de la Asunción de Nuestra Señora nos propone la realidad de esa esperanza gozosa. Somos aún peregrinos, pero Nuestra Madre nos ha precedido y nos señala ya el término del sendero: nos repite que es posible llegar y que, si somos fieles, llegaremos. Porque la Santísima Virgen no sólo es nuestro ejemplo: es auxilio de los cristianos. Y ante nuestra petición —Monstra te esse Matrem-( muéstranos que ere madre), no sabe ni quiere negarse a cuidar de sus hijos con solicitud maternal. ( San Josemaría, www.opusdei.org )
No hay comentarios:
Publicar un comentario