lunes, octubre 07, 2019

Nuestra Señora del Rosario.




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Murillo - La Virgen del Rosario
La advocación mariana de Nuestra Señora del Rosario, que se celebra actualmente cada 7 de octubre, cuenta con una fecunda tradición y en ella se superponen diferentes elementos que hacen complejo el establecer un desarrollo unitario de todas las variantes que confluyen en su advocación.

Esta superposición de elementos hace que el culto a la Virgen del Rosario se solape con el culto a Nuestra Señora de las Victorias o a la llamada Virgen de Lepanto, con el común denominador de confluir en todas ellas el culto genérico a La Virgen del Rosario.

Antes de tener un nombre propio, la devoción a María se remonta a la costumbre monacal de rezar 150 salmos cada día. Ya en el siglo IX existía la costumbre de hacer nudos en un cordel para contar los Padrenuestros y los Ave Marías. A ello se unía la tradición de ofrendar coronas de flores o rosas (de ahí el rosario) en las imágenes marianas.

El rezo del Rosario, tal y como hoy lo conocemos, surgió en el Siglo XV y se hizo muy popular a raíz de la predicación del sacerdote dominico, Alano de la Rupe (+1475). Según la tradición, Alano de la Rupe tuvo una visión donde la Santísima Virgen se le apareció a Santo Domingo de Guzmán, fundador de la orden de Predicadores (Dominicos), mostrándole una bella guirnalda de rosas y sosteniendo en su mano un rosario. Enseñó a Domingo a recitarlo y le conminó a que rezara y enseñara a rezar el Rosario como una poderosa arma para luchar contra la herejía.

Esta devoción se extendió rápidamente por el empuje de la Orden Dominica. A ello se unieron las "promesas" de la Virgen y predicadas por el Beato Alano de la Rupe a los que rezaran el rosario frecuentemente.


1. Quien rece constantemente mi Rosario, recibirá cualquier gracia que me pida.2. Prometo mi especialísima protección y grandes beneficios a los que devotamente recen mi Rosario.3. El Rosario es el escudo contra el infierno, destruye el vicio, libra de los pecados y abate las herejías.4. El Rosario hace germinar las virtudes para que las almas consigan la misericordia divina. Sustituye en el corazón de los hombres el amor del mundo con el amor de Dios y los eleva a desear las cosas celestiales y eternas.5. El alma que se me encomiende por el Rosario no perecerá.6. El que con devoción rece mi Rosario, considerando sus sagrados misterios, no se verá oprimido por la desgracia, ni morirá de muerte desgraciada, se convertirá si es pecador, perseverará en gracia si es justo y, en todo caso será admitido a la vida eterna.7. Los verdaderos devotos de mi Rosario no morirán sin los Sacramentos.8. Todos los que rezan mi Rosario tendrán en vida y en muerte la luz y la plenitud de la gracia y serán partícipes de los méritos bienaventurados.9. Libraré bien pronto del Purgatorio a las almas devotas a mi Rosario.10. Los hijos de mi Rosario gozarán en el cielo de una gloria singular.11. Todo cuanto se pida por medio del Rosario se alcanzará prontamente.12. Socorreré en sus necesidades a los que propaguen mi Rosario.13. He solicitado a mi Hijo la gracia de que todos los cofrades y devotos tengan en vida y en muerte como hermanos a todos los bienaventurados de la corte celestial.14. Los que rezan Rosario son todos hijos míos muy amados y hermanos de mi Unigénito Jesús.15. La devoción al Santo Rosario es una señal manifiesta de predestinación de gloria.

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