Estás en un blog espumoso, intimista, paradójico; de lo humano y de lo divino. No soy mejor que tú... Me propongo hablar a la cara y que me hables a la cara, sin caretas, sin retorno, a quemarropa... blog del Profesor Tirapu
martes, agosto 02, 2005
Recibir una carta.
Hay cosas que se convierten en un lujo. Abrir una carta, con tu nombre, tu dirección. Dan ganas de oler el papel, no te digo si te la han escrito con pluma. Con el mail, el fax, el burofax y el sms cutre de móvil, todo quisque se cree que ha cumplido, me revientan esos mails con chritmas y música incorporada por Navidad. Incluso una modesta postal es un regalo. Archivo con más cariño cada vez las cartas escritas a mano, con diferentes tipos de papel, incluso alguno puede llegar a pesar un gramo. Tengo la lista de los que mandan mails y la de los que me regalan con carta o postal. Además con tanto asunto informático, incluso algunos te piden tu voto para ser catedráticos, sin dar la cara, sin escribir una carta, sin que les tiemble el pulso y se les corra la tinta. Y el cheque a mano también y sin cruzar.
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4 comentarios:
Me gusta escribir cartas, y es una delicia recibirlas. Y, ahora una pregunta sinretorno, ¿tú escribes cartas?. No mientas ¿eh?. me temo que no, que no las escribes, aunque te parezca un lujo recibirlas
Eres un hortera. Es cierto que lo de la carta tiene su encanto pero no me vengas con que el email, el sms y la llamdita no es lo práctico. Desde luego, en verano, están bien las cartas pero a mi ya sólo me llega la correspondencia del banco. Si me llega un día una carta escrita me caigo de culo.
Es curioso como hemos cambiado. Antes, en la época en que nuestros padres eran novios, se escribian a diario cartas que llegaban a quemar (virtualmente, se entiende), pero ahora los amigos que tienen novia suelen hacerles llamadas "perdidas" con el movil. Según dicen es para decirles: "estoy pensando en tí"; "no puedo dejar de pensar en tí", o cualquier otra frase análoga (un tanto hortera para los que no estamos en el ajo).
Y es una pena, -una auténtica pena- que como dice Anónimo sea el banco el único que se acuerda de escribirnos...
Quizás estos blogs sustituyan en parte a las cartas. Al menos a través de este medio podemos expresar nuestros sentimientos...
Me encanta recibir cartas... cuando niña saltaba de alegría cuando mis abuelos me escribían, después hice amistad por correo con personas bellicimas que no conocí personalmente, pero que me alegraron la vida con el simple detalle de recibir sus palabras escritas para mi... realmente lindo...
Yo ahora continuo escribiendo cartas...pero no de papel...
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