lunes, diciembre 04, 2006

Miedo a la vocación de los hijos.



















Unos padres cristianos y una comunidad cristiana sana acoge con enorme alegría que uno de sus hijos o hijas quiera ser sacerdote, o religioso o numerario del opus dei o de lo que sea. Es lógico que los padres aconsejen a sus hijos, vean las cosas de tejas abajo. Pero es curioso que lo que es absoluta libertad para elegir amigos, ropa, diversiones, se convierta en un influjo negativo por arte de birli birloque. Ante críticas de unos hermanos por su hermano con vocación, un padre dijo, aquí tenéis de novia a quien queréis y no hablamos mal de ellas ni de sus familias, lo mismo con mi hijo con vocación. Cierto que la vida es larga y dura, pero para cualquier cosa que valga la pena.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué razón tienes. Me opuse a la vocación de una hija mía y ahora es la que más alegrías me da.

Anónimo dijo...

Yo perdí a un hijo en la secta Moon. Te cagas.

Maru dijo...

una vez una niña que entraba a las hermanas de María, schoenstatt, contó que su padre al saber sobre su vocación, señaló que no podría estar más feliz si él iba a tener de yerno a Jesús!!! reflejo de su alegria y amor generoso y desinteresado.

Ahora, la fe es un don que nos llega principalmente de nuestra familia.

Lo de la secta moon... lo siento mucho, me dio trsiteza leerlo.