martes, junio 19, 2012

Al final...


2 comentarios:

Mento dijo...

Llevo un rato mirando a mi alrededor a ver porque "abujerillo" te estás asomando a mi vida. Jajaja. Y es que "mi arma" LLevas algunas entradas que me pareces estar viéndome y leyéndome el pensamiento.
Gracias Sinret por recordarme cosas tan importantes para mi vida.
Un abrazo.

María dijo...

Qué cierto, pero por mucho que nos lo digan, nos seguimos afanando y aferrando a lo de este mundo con uñas y dientes, porque lo tangible parece que satisface más de momento. A veces es difícil pensar en el más allá y dónde estaremos y cómo después de la muerte, a pesar de ser una creyente convencida y practicante. Siempre piensas que esto es efímero, pero no puedes dejar de vivir lo que ves en el momento presente y seguramente que una cosa no quita la otra. Es decir, que aunque se viva intensamente el presente, también pienso que si te dejas dirigir por el Espíritu Santo, vas por el buen camino. A lo mejor en la tierra, en algunas ocasiones, se puede saborear ese trocito de cielo, pero no siempre.