Madre ...
Benditas las ojeras de las madres, y bienaventuradas las espaldas de las madres, los pasos con varices de las madres. La noches arrasadas de las madres. Y bienaventuradas las madres, madres, madres.
Porque ser madre es una puerta abierta; ser madre es un peral junto al camino. Es un agua sencilla, una pradera...Un árbol sin horarios ni preguntas, ni prohibidos. Un poco de nieve que se pisa.
Ser madre es lo que nunca termina.
Lo que parece Dios de tan, tan madre.
Yo bendigo a las madres con toda la poesía que me cabe en la voz. Y digo para el puro diccionario de los ángeles: madre, la mujer que al dolor le enseña a ser sonrisa.
Porque ser madre es una puerta abierta; ser madre es un peral junto al camino. Es un agua sencilla, una pradera...Un árbol sin horarios ni preguntas, ni prohibidos. Un poco de nieve que se pisa.
Ser madre es lo que nunca termina.
Lo que parece Dios de tan, tan madre.
Yo bendigo a las madres con toda la poesía que me cabe en la voz. Y digo para el puro diccionario de los ángeles: madre, la mujer que al dolor le enseña a ser sonrisa.
Miguel d’Ors
2 comentarios:
Muy bonito y muy cierto, Daniel, :-) Un abrazo!
leí tu última entrada que da pavor, los del mundo de guapos, perfectos y sanos....tu lucha es importante...sigueeeeeeee
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