lunes, agosto 24, 2015

Excusas, sólo excusas.




Predicar primero con las obras y después con las palabras, ya que tal vez, tú seas la única Biblia que otros lean. ¿Que excusa tienes para no hacerlo así?





1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gustaría saber cómo soy de verdad,tantos años conmigo misma y sin conocerme del todo.Porque algo de mi caracter si que resalta pero es que la conducta modela las actuaciónes para bien o para mal.En fin,filosofía barata,es gran consuelo pensar que el Señor si que conoce el fondo de mi corazón.Se lo dejo a El.Un abrazo de Janusa