lunes, febrero 29, 2016

Guíame Señor.










Oh luz benigna, guíame,
por entre las tinieblas que me envuelven,
condúceme;
es noche oscura, lejos del hogar,
condúceme. 
Mantenme en el camino; ni siquiera
te pido alcanzar ver el horizonte;
me basta ir avanzando lentamente.
No siempre ha sido así,
no siempre pedí que me llevaras;
pues quise elegir la senda por mí mismo;
pero ahora guíame.
Busqué la deslumbrante claridad del día,
y, ansiándola entre dudas,
me dominó el orgullo:
olvida mi pasado.
Y puesto que hasta aquí me has bendecido,
hazlo otra vez, y guíame,
por entre los desiertos y pantanos,
peñascos y torrentes,
que ya la noche acaba,
y con la luz amaneciente,
los rostros de los ángeles
-que tanto amé, y perdí por un momento
sonreirán de nuevo.
John H. Newman

2 comentarios:

Gioconda dijo...

Qué bonita oración!!Guiame también a mi ...

Anónimo dijo...

Todos necesitamos que nos guíen!y hay q dejarse guiar.